Mi prolongada ausencia de este espacio se explica por dos razones. En primer lugar, he estado viajando mucho por lo que no he tenido tiempo y también he estado lamentando el duelo de mi oportunidad de hacer un doctorado en Bordeaux. A finales de junio hice la defensa de mi monografía que fue satisfactoria. Se me reprochó haber escrito como una arquitecta y no tanto como una historiadora del arte, cayendo en la tentación de opinar sutilmente sobre los proyectos que estudié. Por otro lado, todas esas horas en los archivos valieron la pena porque fue un trabajo reconocido. Esa misma mañana, antes de la defensa, recibí una llamada avisándome que esa tarde sería la audición para el contrato doctoral, dos horas después de mi primera reunión, lo que significaba que ese día se decidiría todo el resultado de todo el trabajo que había estado realizando los últimos seis meses. Yo sabía que tenía que hacer esa audición, pero me imaginé que tendrían la cortesía de avisarme con más anticipación. Después de todo, esa audición determinaría si podría continuar con la tesis que había estado preparando desde hace varias semanas. Tenía todo, el director de investigación, un profesor súper simpático especialista en Le Corbusier y el proyecto, un estudio sobre la arquitectura contemporánea en la candidatura de Bordeaux para el patrimonio mundial de la Unesco.
Este segundo semestre había sido súper cargado. Los primeros meses estuve con la monografía y la práctica y luego con la monografía y con el proyecto de tesis. Pero pensé que todo ese trabajo pagaría al final. Para la audición éramos tres personas y yo fui la última. Sobreviví y finalmente estaba de vacaciones. Me fui a Nîmes a ver a Björk y recibí a mi mamá que venía por primera vez a Europa. Para enterarme de los resultados de la audición escribí a uno de los profesores con los que hice la audición. Quedé clasificada en segundo lugar pero el equipo de investigación sólo había recibido financiamiento para una sola persona. Con mi madre viajamos a París, a Nîmes de nuevo, a Lourdes y a Roma. Y yo pensando en que no podría hacer mi tesis. Vaya manera de arruinarme mis vacaciones.
Voy a ser honesta y decir que la perspectiva de regresar a Honduras me entristece, volver al desorden y a las malas noticias ininterrumpidas, pero sobre todo es el hecho de sentir que todo mi esfuerzo fue en vano, que la oportunidad de hacer mi doctorado se me escapó como arena de las manos. Por un tiempo consideré la posibilidad de trabajar y hacer la tesis a tiempo parcial, pero ya había probado eso con la práctica y con la monografía. Es un sacrificio inmenso y me enteré que la universidad te permite hacer únicamente tres años de doctorado. Si se quiere prolongar ese tiempo hay que obtener una derogación del consejo universitario que puede perfectamente negarla y botar a la basura todo el trabajo hecho. Y Bordeaux no es la única universidad donde se puede hacer una tesis, valdría la pena buscar en otro lado. Pero repito, ya tenía mi director, ya tenía mi proyecto. Ya tenía planes para el otro año, vivir en el centro y no más en residencia universitaria, viajar a Istanbul y a Grecia en vacaciones, tenía miles de libros en lista de espera. Todo eso se esfumó en un segundo y ahora tengo que vender todo, dejar este apartamento y encontrar una manera de llevar casi 30 kg de libros de los que no me quiero deshacer bajo ninguna circunstancia. Boté casi toda mi ropa y las cosas inútiles que no sobrevivirían una mudanza.
Mi único consuelo es que habré viajado casi hasta el último momento de mi estadía aquí. Desde hace meses teníamos viajes planeados en Alemania y en Inglaterra y tendré apenas el tiempo justo para limpiar y vaciar el cuarto antes de irme. Tal vez sea como dice Neil Young, “it’s only castles burning”, todos esos escenarios y proyecciones que había hecho en mi cabeza, que ahora hay que dejar ir y pasar a otra cosa. Tal vez esta decepción solo sea una gran piedra que esconde mejores oportunidades en otras partes. Sólo espero no tardarme otros doce años antes de volver a Europa.
My prolonged absence from this space can be explained with two reasons. First of all, I’ve been traveling a lot so I haven’t had much time available and also, I’ve been mourning the death of the opportunity to do a PhD in Bordeaux. In the end of July I defended my thesis in a satisfying way. It was reproached to me that I wrote as an architect and not as an art historian, succumbing to the temptation to give my opinion in a subtle way about the projects I studied. On the other hand, all of those hours in the archives paid off since that work was acknowledged. That same morning, before the defense, I got a phone call letting me know that that afternoon I had the audition for the PhD contract, two hours after my first meeting, which meant that that day would be decided the outcome for all the work I’ve been doing the last six months. I knew I had that audition, but I imagined that they would have the courtesy to giving a heads up with more time. After all, that audition would determine if I could continue with the thesis I’ve been preparing for some weeks now. I had everything, my research director, a super nice professor who’s a specialist in Le Corbusier and the project, a study about contemporary architecture in Bordeaux in the application for the Unesco’s World Heritage.
This second semester had been very hectic. The first months I had the master thesis and the internship and later the internship and the PhD project. But I thought all the hard work would pay up in the end. For the audition we were three people and I was the last one. I survived and I was finally on vacation. I went to Nîmes to see Björk and I welcomed my mother who came to Europe for the first time. To find out about the results of the audition I wrote to one of the professors who was in the audition. I was ranked second but the research team only received funding for one person. With my mother we traveled to Paris, Nîmes again, Lourdes and Rome. And I kept thing about not being able to do my thesis. What a way to ruin my vacations.
I’m going to be honest and say that the perspective of going back to Honduras saddens me; going back to the mess and the uninterrupted bad news, but above all is the feeling that all the effort was in vain, that the opportunity to do a PhD just slipped out like sand from my hands. For some time I considered the possibility of working and doing the thesis part-time, but I had tried that already with the internship and the master thesis. It’s a huge sacrifice and I found out that the university only allows three years for a PhD. If you want to extend that time you need an approval from the university council which can perfectly refuse and throw to waste all the work previously done. Besides, Bordeaux is not the only university where you can make a thesis, it’s worth to look somewhere else. But I repeat, I had my director, I had my project. I had plans for next year, to live downtown and not in a students’ residence, to travel to Istanbul and Greece on vacation, I had a thousand books on waiting list. It all went to smoke in one second and now I have to sell everything, leave this place and find a way to send almost 30 kg of books which I don’t want to leave under any circumstance. I threw away most of my clothes and all of the things that wouldn’t survive moving.
My only consolation is that I will have traveled as much as possible up until the last minute of my stay here. Since a lot of time I had plans to go to Germany and England and I will barely have the time to empty and clean the room before I leave. Maybe it’s like Neil Young says, “it’s only castles burning”, all of those scenarios and projections I’ve made in my head that I now have to let go and move on. Maybe this disappointment is just a huge rock hiding better opportunities somewhere else. I just hope I don’t have to wait another thirteen years before coming back to Europe.
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