CERN

Cada cinco o seis años, el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés) abre sus puertas al público, dándole acceso a todo el campus pero aún mejor, a los detectores del famoso acelerador de partículas. Me dije que si Sheldon Cooper sufrió tanto porque no pudo venir, esta era una ocasión que yo no podía dejar pasar.

Every five or six years, the European Council for Nuclear Research (CERN for its abbreviation in French) open its doors to the public, giving it access to their whole campus but even better, to the detectors of the famous particle collider. I told myself that if Sheldon Cooper suffered so much because he couldn’t come, this was an occasion I couldn’t miss.

El evento consistía en una serie de conferencias, proyecciones de películas, juegos para niños, discusiones con físicos y visitas del Centro. Había hasta un sistema de transporte entre los diferentes sitios del campus, porque hay que saber que el “Large Hadron Collider” es gigantesco, tiene 27 kilómetros de circunferencia. El centro de investigación está entonces distribuido en varios sectores y en especial en cuatro detectores a lo largo del acelerador. Para poder visitar estos detectores hay que bajar aproximadamente 100 metros bajo tierra, por lo que se tenía que hacer una reservación con anticipación. Como buena latinoamericana, quise reservar la noche anterior pero ya no había boletos disponibles. Al día siguiente llegué al sitio del detector Atlas esperando poder entrar de todas formas y en efecto, era posible, pero era necesario hacer fila. Yo hubiera creído que por ser domingo y estar nublado la gente iba a tener pereza de llegar, pero todo lo contrario, tuve que esperar por dos horas, no sólo por la cantidad de gente sino porque se les arruinaron las computadoras que imprimían los boletos para dar acceso a la gente. Como dijo una amiga, Sheldon se hubiera muerto.

The event consisted in a series of conferences, movie screenings, activities for children, meetings with physicists and visits of the Center. There was even a transportation system put into place connecting the different sites of the campus, because you have to know that the Large Hadron Collider is gigantic, its circumference measures 27 kilometers. The research center is then distributed in various sectors, especially in four detectors through the collider. In order to visit these detectors you must go approximately 100 meters underground, so you had to make a reservation first. As a good Latin-American, I tried to make the reservation the night before but there were no more tickets available. The day after I came to the Atlas detector site hoping to get in anyway, and indeed it was possible, but you had to wait in line. I would have believed that because it was a cloudy Sunday people would be too lazy to come, but on the contrary, I had to wait for two hours, not only because of the amount of people but because they had technical difficulties with their computers printing the tickets. As a friend of mine said, Sheldon would have dropped dead.

Cuando finalmente tuve en mis manos el boleto, la reservación era para más tarde, entonces aproveché a visitar el Globo donde proyectaron, en todas las paredes y en el piso, una película sobre cómo se creó el universo y lo que se quiere investigar en el CERN. Tenían también una tienda donde se podía discutir con físicos que trabajan allí y aproveché para preguntarle a uno de ellos qué es exactamente el Bosón de Higgs. De la respuesta muy amable, muy apasionada y un tanto incomprensible que recibí esto es lo que recuerdo: si imaginamos un elefante y un ratón en lo alto de una montaña nevada, el elefante va a bajar lentamente, mientras que el ratón va a bajar rápido. El Bosón de Higgs es la nieve. Y resulta que el Vaticano financia los estudios de doctorandos en el centro. ¿Con qué intenciones? A saber.

When I finally had in my hands the ticket, the reservation was for later so I visited the Globe where there was a screening on the walls and on the floor of a movie about how the universe was created and what kind of research takes place in the CERN. There was also a tent where you could discuss with physicists who work there and I asked one of them what exactly the Higgs’ Boson is. From his very kind, passionate and a little incomprehensible answer, this is what I remember: if we imagine an elephant and a mouse on top on a snowed hill, the elephant will go down slowly, whilst the mouse will go down very fast. The Higgs’ Boson is the snow. And it turns out the Vatican pays for PhD candidates to study in the center. To what end? Who knows.

La visita del detector fue muy interesante pero muy corta. Nuestra guía, llamada Marcella por cierto, nos explicó los experimentos que hacen allí, pero era demasiado complejo para entenderlo en quince minutos.

The visit of the detector was very interesting but very short. Our guide, called Marcella by the way, explained to us the kind of experiments that take place there, but it was too difficult for me to understand them in fifteen minutes.

Y después de otra larga fila, esta vez bajo la lluvia, visité el Synchrocyclotron, el primer acelerador de partículas que se construyó en 1957. Se dejó de utilizar en 1991 porque algunos experimentos estaban generando radioactividad y se cerró el acceso al personal. Se abrió hasta hace seis meses con la intención de destruirlo, pero está conformado por 3000 toneladas de acero por lo que mejor lo van a dejar en exposición.

And after another long line, this time under the rain, I visited the Synchrocyclotron, the first particle collider built in 1957. They stopped using it in 1991 because some experiments were generating radioactivity and so it was closed to the personnel. It was opened six months ago with the intention to be dismantled but it’s made out of 3000 tons of steel so it will be kept in exhibition.