Antes de llegar a mi destino final, tomé un desvío a Lyon, para saludar caras conocidas y así hacer más fácil la transición de cambiar completamente de paisaje. Ahora me pregunto si fue una buena idea: Lyon es una ciudad grande, como esas ciudades donde siempre he querido vivir. Para empezar, tiene metro. Y es un lugar donde hay muchas cosas que hacer y muchos lugares que visitar. ¿Pero será suficiente para enamorarse de ella así como me pasó con Bordeaux?
Before reaching my final destination, I took a detour to Lyon to say hello to familiar faces, thus making easier the transition of completely changing of environment. I wonder now if this was a good idea: Lyon is a big city, like one of those big cities where I’ve always wanted to live. For starters, it has a subway. And it’s somewhere where there is a lot of things to do and many places to visit. But, will this be enough to fall in love with it the way it happened with Bordeaux?
Por los momentos, no lo sé. Es muy injusto juzgar una ciudad después de visitarla por dos días, especialmente cuando se ha tenido un apasionado y devastador romance con otra durante dos años. Digamos entonces que Lyon es una ciudad muy bonita, donde el Renacimiento dejó una gran huella. Una de ellas son las “traboules”, unos pasajes que conectan entre dos edificios entre sí. Es muy curioso porque son edificios habitados pero los turistas pueden acceder a estos vestíbulos libremente.
Pude visitar también las ruinas galo-romanas de los dos teatros adosados a la colina de la Fourvière, colina que tiene en la cima una basílica del siglo XIX que es un espectáculo, por dentro y por fuera. Además que desde la colina se tiene una excelente vista de la ciudad. Y bueno, terminé en los muelles a orillas del río, el paseo obligado para tomar una cerveza un sábado en la noche. Casi como en Bordeaux.
For the time being, I don’t know. It’s very unfair to judge a city after visiting it for just two days, especially after having a passionate and devastating love affair with another city for two years. Let’s just say then than Lyon is a very nice place where the Renaissance left a great mark. One of them is the “traboules”, some passages that connect buildings between them. It’s funny because the buildings are inhabited but tourists can have free access to these halls.
I also got to visit the gallo-romans of the two theatres on the Fourvière hill. On top of this hill there is a XIXth century basilica which is absolutely gorgeous, inside and out. Also, from the top there is a great view of the city. And well, I ended up on the docks in front of the river, the best place in town to have a beer on a Saturday night. Almost like in Bordeaux.
Enorme y bella... mucho por ver.
ReplyDeleteFuerte abrazo Marce.