La “Maison de l’Architecture” (Casa de la Arquitectura) es una asociación en Ginebra que organiza charlas, visitas y exposiciones. No tienen un local permanente, entonces deambulan por la ciudad para cada evento que planifican. En esta ocasión ocuparon la antigua fábrica, construida por el ingeniero suizo Heinz Isler en 1968 para la empresa de prevención contra incendios “Sicli”, para presentar la exposición itinerante sobre Eduardo Souto de Moura. Se trata de la exposición “Concursos”, que ya había tenido la oportunidad de ver a Bordeaux en Arc en Rêve. Esta vez, asistí a una visita guiada y aproveché para tomar fotos.
The “Maison de l’Architecture” (House of Architecture) is an association in Geneva that organises lectures, guided tours and exhibitions. They don’t have a permanent facility, so they wander around town for each event they plan. This time they occupied the old factory, built by the Swiss engineer Heinz Isler in 1968 for the fire prevention company “Sicli”, in order to present the travelling exhibition on Eduardo Souto de Moura. The exhibit is called “Contests”, which I already had the opportunity of seeing in Bordeaux at Arc en Rêve.This time I went to a guided visit and I took some pictures.
La exposición está estructurada en tres partes: un mural de bosquejos del arquitecto, acompañado de maquetas con planos, fotos y renders de cada proyecto en un mueble con gavetas.La segunda parte es la presentación de proyectos en los que la agencia ha participado desde 1979, no necesariamente construidos. Y la tercera parte es la presentación de maquetas de proyectos construídos, acompañados de libretas que describen cada proyecto.
La exposición es exactamente como quieren presentar al arquitecto: sencilla, elegante, sin ninguna extravagancia. Insisten mucho en que el proceso de diseño de Souto de Moura está basado 100% en el dibujo a mano alzada y que él trabaja en cada uno de sus proyectos como si fuera un artesano de la vieja época. Podemos asumir entonces que los renders y planos por computadora son otras personas que los hacen, más para complacer a un mercado que ya no valora la presentación de dibujos hechos a mano. Probablemente porque los arquitectos ya no saben dibujar en nuestros tiempos.
Souto de Moura es entonces el último gran dibujante, el representante de una generación que se está extinguiendo progresivamente. Especialmente porque dibuja para pensar, no para vender. Sus bosquejos están lejos de ser las presentaciones elaboradas que hacían los arquitectos postmodernistas en los años 80 con el fin de comercializarlos en galerías.
Nuestro guía insistió mucho en que el arquitecto tiene temas recurrentes a través de su obra: enterrar sus construcciones, protegerse del abrasador sol portugués, crear patios internos que le permiten no tener ventanas en las fachadas. A pesar que su proyecto más conocido es la “Casa das Histórias Paula Rego”, se concentró más en el estadio de la ciudad de Braga. El estadio tiene solo dos tribunas y está limitado por una colina rocosa por un lado y abierto al paisaje por el otro.
Algún día tengo que hacer un peregrinaje Álvaro Siza y Souto de Moura en Portugal.
The exhibition is structured in three parts: a wall filled with sketches from the architect along with models with blueprints, pictures and renders of each project in a piece of furniture with many drawers. The second part is the presentation of projects in which the agency has participated starting in 1979, even if they haven’t all been built. And the third part is the presentation of models of built projects, along with brochures that describe each of them.
The exhibitions is just as they want to present the architect: simple, elegant, with no extravagance whatsoever. They insist in the fact that Souto de Moura’s design process is 100% based on hand-drawing and that he works on each project as if he was an artisan from old times. We can then safely assume that the renders and computer-generated blueprints are made by other people, just so they can please a market that no longer value drawings hand-made drawings. It is also probably because architects nowadays can no longer draw that way anymore.
Souto de Moura is thus the last great draftsmen, the representative of a generation that is progressively disappearing. Especially because he draws so he can think, not to sell. His sketches are far from being the elaborate presentations Postmodern architects did in the 80s so that they were sold in galleries.
Our guide insisted in the fact that the architect has recurring themes throughout his work: to dig his constructions, to protect them from the scorching Portuguese sun, to create internal courtyards that allow him to not have windows in the facades. In spite of his project being the “Casa das Histórias Paula Rego”, he concentrated more in the football stadium of the city of Braga. It only has two stands facing each other and is delimitated by a rocky hill on one side and open to the landscape on the other.
Someday I must do an Alvaro Siza and Souto de Moura pilgrimage to Portugal.
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