Una de las cosas buenas de vivir en Ginebra es que el aeropuerto es súper accesible. Está en una de las comunas periféricas pero siempre dentro de la aglomeración de la ciudad, por lo que hay varias líneas de buses que te llevan allá. Hay incluso un tren que te lleva desde la estación de tren en menos de 8 minutos, con el mismo boleto del transporte público que cuesta 3 francos por una hora. Y cuando uno llega de regreso en avión te regalan un boleto. Los buses y el tren son súper frecuentes, incluso durante el fin de semana y días feriados.
El aeropuerto de Lyon es todo lo contrario. Sólo se puede llegar por medio de una línea privada de tren. El viaje dura media hora y los trenes salen cada 15 o 30 minutos, según la hora del día, o si es día de semana o fin de semana. Y cuesta 25 euros ida y vuelta. Sobra decir que si me toca escoger, prefiero sin dudar el aeropuerto de Ginebra. Excepto por un punto: en Lyon el tren llega a una estación diseñada por Calatrava.
One of the good things of living in Geneva is that the airport is super accessible. It’s in one of the peripheral communes, but still inside of the city’s agglomeration, so there are a lot of bus lines that take you there. There is even a train which takes you from the train station to the airport in less than 8 minutes, with the same ticket of the public transportation that costs 3 francs. And when you come back by plane they give you a ticket free of charge. Train and buses are very frequent, even during the weekends and holidays.
The airport in Lyon is the total opposite. You can only reach it by a private train line. The trip lasts half an hour and trains leave every 15 or 30 minutes, depending on the hour of the day or if it’s a weekday or weekend. And it costs 25 euros round way. Suffice to say, if I have to choose, I prefer the Geneva airport without hesitation. Except for one thing: in Lyon the train arrives at a station designed by Calatrava.
Uno de los lugares que descubrí que más me gustó de mi visita a Berlín fue la Iglesia del recuerdo del emperador Guillermo Iero. Del templo original sólo queda una torre, luego que fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. Una segunda torre y una capilla fueron construidas por el arquitecto Egon Eiermann, inauguradas en 1961.
One of the places I discovered during my recent trip to Berlin was the Memorial Church of Kaiser Wilhelm the Ist. From the original temple only remains one tower, after it was bombed during World War II. A second tower and a chapel were built by architect Egon Eiermann, completed in 1961.
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