El domo del Reichstag es uno de esos proyectos que todo estudiante de arquitectura/arquitecto conoce, sin necesariamente haber estado allÃ. Es famoso porque es el edificio del parlamento alemán, porque su reconstrucción fue altamente simbólica y porque la llevó a cabo Norman Foster. ¿Pero cómo es una visita en persona del domo del Reichstag?
The dome of the Reichstag is one of these projects that every architecture student/architect knows, without having necessarily been there. It’s famous because it’s the building of the German parliament, because its reconstruction was highly symbolic and because Norman Foster did it. But, what is an actual visit of the dome of the Reichstag like?
Para empezar, fue menos complicado de lo que pensé. La visita al domo es gratuita, pero hay que reservar en lÃnea. Pudimos hacerlo sin problemas con sólo dos dÃas de anticipación, lo que me pareció sorprendente. Afuera del edificio siempre hay una marea de gente esperando y yo me imaginaba que era la gente esperando entrar al domo. Resulta que no, ellos van a ver el edificio en sÃ, que es una visita separada. Por nuestro lado, no hicimos fila ni diez minutos.
Hay que traer el pasaporte, lo que es totalmente normal. Se atraviesan dos controles de seguridad y luego hay que esperar a que un ascensor gigantesco baje para recibir a como 30 personas de un solo.
Se llega a la azotea del edificio y te dan una audio guÃa - también gratuita – que se activa automáticamente a medida que uno recorre la rampa. Asà es como uno aprende sobre la historia del edificio y sobre los otros que se pueden ver desde lo alto.
La visita es genial porque aunque haya mucha gente hay mucho espacio y en ningún momento uno se siente abrumado. Especialmente si hace mucho frÃo y mucho viento, como el dÃa en que fuimos, y la gente no quiere correr el riesgo de salir disparado con el viento.
A lo lejos uno ve el paisaje de la ciudad y de cerca uno trata de verse en los espejos que cubren el túnel de ventilación en el centro. Y al llegar a la cúspide, la sorpresa: el domo no está cerrado! Confieso que me dormà un ratito cuando vi el documental sobre Norman Foster y tal vez fue en ese momento especÃfico que explicaron ese pequeño detalle.
For starters, it was less complicated that I thought it would be. The visit to the dome is free, but you have to book it online. We managed to do it without any problems with only two days in advance, which I found to be amazing. Outside of the building there is always a hoard of people waiting and I always thought they were waiting to go to the dome. Turns out they are not, they go to the building itself, which is a separate visit. On our side, we waited no more than ten minutes.
You have to bring your passport, which is totally normal. You go through two security controls and then you wait for a gigantic elevator to go down and pick up like 30 people at the same time.
You arrive to the rooftop of the building and you get an audio guide – also free – which activates automatically when you wander through the ramp. That is how you learn about the history of the building and about the other ones you can see from up there.
The visit is great because even though there is a lot of people there is a lot of space and you never feel overwhelmed. Especially if it’s very cold and windy, like the day we were there, and people don’t want to risk being thrown away with the wind.
From afar you get to see the city’s landscape and up close you try to get a glimpse of yourself in the mirrors which cover the ventilation tunnel in the center. And when you reach the top, the surprise: the dome is not closed up! I have to confess I fell asleep for a while when I saw the documentary on Norman Foster so maybe it was at that specific moment they explained that little detail.
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