Debo decir que si no hubiera tenido que ir al museo de Mercedes-Benz en Stuttgart probablemente nunca hubiera ido por voluntad propia. Lo único que me interesa en un carro es que sea capaz de llevarme de un lado a otro. Me imagino que mucha gente ha de sentir lo mismo con respecto a la arquitectura, asà que hay que hacer un esfuerzo y tratar de tener un criterio abierto.
Veamos carros entonces.
I must say that if I had not been obliged to go to the Mercedes-Benz Museum in Stuttgart I would probably never had gone by choice. The only thing I care in a car is its ability to take me from one place to another. And I guess a lot of people must feel that way about architecture, so let’s make an effort and try to keep an open mind.
Let’s look at cars then.
Una decepción: el edificio lo hizo la agencia holandesa UNStudio, y mientras no tengo nada en contra de ella, me esperaba ver un edificio de Behnisch & Partner, fundada en Stuttgart por Günther Behnisch o uno de la firma de su hijo Stefan Behnisch, Behnisch Architekten.
El recorrido del museo es una rampa que comienza en la azotea con los orÃgenes de la marca y que muestra sus creaciones a través del tiempo, con un paralelo respecto a los eventos históricos importantes.
A pesar que el concepto “museo=rampa” no es extremadamente original, el edificio es impresionante. El exterior no deja adivinar que por dentro es una masa de concreto súper elegante. Los ascensores parecen cápsulas espaciales y la vista desde los pisos superiores es genial.
Y aunque no despertó en mà una pasión por los carros, tengo menos reticencias para visitar el museo de Porsche la próxima vez que vuelva a la ciudad. Pero sólo si paso por la casa de Hegel también.
One disappointment: the building is by Dutch firm UNStudio, and while I don’t have anything against it, I was hoping to see a building by Behnisch & Partner, founded in Stuttgart by Günther Behnisch, or one by his son’s firm, Behnisch Architekten.
The museum’s itinerary is a ramp that starts from the upper level with the origins of the brand and that shows its creations over time, showing simultaneously the main historical events that took place.
Even though the concept “museum=ramp” is not extremely original, the building in itself is quite impressive. The exterior hides the fact that on the inside it is a huge but elegant concrete mass. The elevators look like space capsules and the view from the upper floors is great.
And while it didn’t awake in me a passion for cars, I am less reluctant to visit the Porsche Museum next time I’m in town. But only if I also go to Hegel’s house as well.
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