A pesar de que no todos sucumbimos a nuestros instintos asesinos, hay un Dexter dentro de cada uno de nosotros. Sin importar el camino que se elija en la vida siempre va a ser necesario aprender a balancear la vida profesional, con la personal y cuando llega el momento, la familiar también. Tarde o temprano nuestra vida deja de pertenecernos por completo y aún así hay que mantener en orden todo aquello que nos hace mantenernos cuerdos, ya que sin ello lo demás simplemente no puede funcionar.
Una de las principales características de “Dexter” es que en cada temporada el protagonista principal trata de definirse en base a sus relaciones con terceras personas. Es importante recordar que Dexter es desapegado emocionalmente de las situaciones y de sus relaciones interpersonales, pero que ha aprendido a domesticar sus impulsos ermitaños con el fin de encajar en una sociedad dentro de la cual actúa como un accidental justiciero silencioso. De allí deriva su necesidad de buscar algún tipo de guía a través de los ejemplos, ahora que no cuenta con su padre para entrenarlo. En la primera temporada el eje principal era su relación con el que resultó ser su hermano, un asesino también, al que comenzó admirando tanto por su técnica como por su falta de remordimiento por ser como era. La segunda temporada se centró en sus relaciones con las mujeres, su novia y también su amante y en la tercera exploró la posibilidad de tener un amigo verdadero, que pudiera conocerlo a fondo y aceptarlo. Agotadas esas posibilidades, era tiempo de probar suerte con esposa e hijos.
Esta nueva dinámica introduce un elemento que nunca antes se había apreciado tanto en él: su capacidad de querer y cuidar a otras personas. Siempre sintió un profundo cariño por su hermana, pero ahora que es responsable por la vida de tres pequeños niños y por la felicidad de una mujer se ve envuelto en la zozobra de todos aquellos que deciden comprometerse de esa forma, debe protegerlos a cualquier costo y lograr que las relaciones funcionen. Las amenazas llegan de todas partes y en diferentes escalas: su matrimonio se tambalea por su incapacidad de comunicarse, lo que lo obliga a estar en terapia de pareja; el vecino trata de seducir a su esposa, debe enfrentarse con él; su hermana resulta herida y se le adjudica el crimen a Trinity, un asesino que mata en ciclos de tres víctimas. Comienza la cacería que dio forma a toda la temporada. El villano resulta ser un equivalente a Dexter: un hombre de familia de apariencia externa impecable, pero que esconde terribles hábitos sangrientos. Ambos personajes tratan de purgar eventos traumáticos de su pasado a través de sus rituales, pero la semejanza acaba allí. Trinity es un hombre abusivo, violento y controlador con su familia. Los mantiene constantemente al borde de una crisis de nervios y sólo es cuestión de tiempo para que todo se desmorone entre ellos. Por el contrario, Dexter logra ser un padre paciente, responsable y hasta un buen esposo en la medida de lo posible.
Con el fin de conocer mejor a Trinity, Dexter se hace pasar por un hombre divorciado que busca consuelo en la asociación de caridad en la que colabora su rival. Se convierte en un amigo cercano, que llega a conocer a su familia, comparte una versión modificada de su más oscuro secreto y esta intimidad le hace comprender el origen de los ciclos de asesinatos. Se plantean serias cuestiones sobre la responsabilidad que conlleva hacerse cargo de otras vidas cuando uno mismo no tiene la propia resuelta. ¿Está uno realmente preparado para cargar con el peso de traer más vidas a este mundo tratando de que ellos no cometan los mismos errores que nosotros? ¿Será que esos instintos son pasados de generación en generación y la historia necesariamente está condenada a repetirse con otros individuos?
El último capítulo es una amarga reflexión sobre la fragilidad de tener una familia y el precio que se tiene que pagar para tenerla. Muchas veces hay que destruir o reprimir la personalidad y espontaneidad de sus miembros para que el grupo entero pueda funcionar. Y no importa que se tomen todas las precauciones, todos estamos expuestos a perderlo todo en cualquier momento, y aunque falte un tan solo miembro, eso es suficiente para que la estructura completa se derrumbe. Hasta ahora todas las temporadas han sido historias cerradas, con finales felices que dejaban una agradable sensación de paz y tranquilidad para los siguientes 6 meses que no se iban a tener nuevos episodios. La justicia siempre había prevalecido para nuestro protagonista. Eso ha cambiado en esta ocasión y han de ser largos meses de duelo y desolación imaginando qué pasará ahora.
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