Me he tardado mucho tiempo en publicar estas fotos de Venecia. No porque el viaje no haya sido genial, sino porque tengo tantas fotos que no sabía por dónde comenzar para poder ordenarlas. Y viendo mis archivos tengo un tercio de fotos de la ciudad, un tercio de la Bienal de Arquitectura y otro tercio de nuestro paseo en vaporetto. Así que empiezo por estas últimas.
It has taken me a long time to publish these pictures from Venice. Not because our trip wasn’t great, but because I have so many pictures that I didn’t know where to start to organize them. And looking at my archives, a third of the pictures are from the city, a third from the Architecture Biennale and another from our trip in a vaporetto. So I’m starting with these last ones.
Fuimos a Venecia en noviembre del 2014, específicamente durante la última semana de la Bienal de Arquitectura, aprovechando los buenos precios de la temporada baja. Encontramos boletos baratísimos y un buen alojamiento en la ciudad y no en las afueras. Sin embargo, el clima no estaba de nuestro lado ya que hacía frío y llovía bastante. Además, una gran parte de los lugares a los que queríamos ir a comer estaban cerrados porque descubrimos que sólo abren en verano. Teníamos un programa muy detallado de visitas, paseos y restaurantes que probar y al final tuvimos que improvisar para buscar comida. Estábamos tranquilos porque andábamos con la guía del Lonely Planet, pero al final, uno de nuestros lugares preferidos fue una pizzería algo escondida que encontramos por casualidad y a la que terminamos yendo dos o tres veces.
Estas fotos son de la primera mañana en la que salimos a descubrir la ciudad. Estábamos advertidos que los paseos en góndola son súper caros, pero que lo más cercano en versión low-cost es un paseo en vaporetto, los barcos del transporte público de la ciudad. Una de las líneas hace un trayecto por el canal principal y la vista es impresionante. Pero aparte de esa vez nunca más volvimos a necesitar usar el transporte: la ciudad es pequeña y todo lo que tuvimos planeado hacer, lo pudimos hacer a pie.
Todavía me acuerdo de lo emocionante que fue esa mañana, viendo esa ciudad por la primera vez. Cada edificio me parecía más hermoso que el anterior y es por eso que terminé con miles de gigas de recuerdos. Después del paseo hicimos nuestra primera parte de la visita de la Bienal de Arquitectura.
We went to Venice in November 2014, specifically during the last week of the Architecture Biennale, to take advantage from the good prices during low season. We found some really cheap tickets and very good accommodation in the city and not on the periphery. However, the weather was not on our side: it was cold and it rained a lot. Besides, a lot of the places where we wanted to eat were closed because we found out they only open during summer. We had a very detailed program of visits, strolls and restaurants to try and in the end we had to improvise to search for food. Even though we had the Lonely Planet guide, in the end one of our favorite restaurants was a somewhat hidden pizzeria we found accidentally. We ended up going there two or three times.
These are the pictures from the first morning when we went to explore the city. We were aware that renting a gondola was super expensive, but the next best thing is to take the vaporetto, the public transportation ships in the city. One of the lines takes one of the main canals and the view is really impressive. But other than that time, we never had to take transportation again: the city is small and everything we set out to do, we managed to do it by foot.
I still remember how thrilled I was that morning, looking at that city for the very first time. Each building looked prettier than the last and that’s how I ended up with thousands of gigas of memories. After the stroll we visited the first part of the Architecture Biennale.
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