En 1988 se transmitió una serie de seis entrevistas entre el periodista Bill Moyers y Joseph Campbell, un profesor de mitología comparativa, con el fin de explicar cuál es el interés de los mitos y cómo estos pueden ayudarnos a comprender mejor nuestras vidas. Vine a dar con este libro porque últimamente he estado haciendo maratones intensivas de “Gilmore Girls”, la única serie que me motiva a seguir estudiando y que inevitablemente me pone de buen humor. Pues en el episodio de Spring break, en el que Paris y Rory se van a California supuestamente a buscar el sol y la playa, por encontrarse incapaces de adaptarse a tanta decadencia terminan alquilando “The power on myth” en VHS y comiendo pizza en su hotel. Yo encontré el libro que transcribe las entrevistas, escondido en una minúscula biblioteca de la carrera de Letras y mi próxima misión en la vida es encontrar esos programas. Pero desde ahora puedo decir que las comprendo y que en su lugar, yo hubiera hecho lo mismo.
El libro, así como los programas, tienen títulos algo esotéricos: “El mito y el mundo moderno”, “La jornada introspectiva”, “Los primeros cuentistas”, “Sacrificio y éxtasis”, “La aventura del héroe”, “Cuentos de amor y matrimonio”, “Máscaras de eternidad”. Y con semejante panorama yo me esperaba un libro súper rebuscado e incomprensible, una batalla de esnobs entre el periodista y el profesor universitario. Sin embargo, desde las primeras páginas me di cuenta que mis hipótesis estaban lejos de la realidad y puedo afirmar que, a pesar de sólo haber leído el libro, entiendo por qué las clases de Campbell eran tan populares y él era tan querido por sus alumnos. El libro deja entrever a un señor completamente sereno, que ha tenido una vida apasionada y apasionante, llena de libros, viajes y estudios pero en la que también se ha visto rodeado de personas interesantes y de gente que ha querido mucho. Y también motiva a leer más sobre mitos por supuesto.
El primer objetivo de Campbell es acabar con esos clichés de que los mitos son únicamente esas historias griegas que protagonizan dioses jóvenes y atractivos. Su interés nació desde muy joven, cuando era muy católico y empezó a leer historias de los nativos americanos y a encontrar similitudes entre ambas. Eso lo fue llevando gradualmente a interesarse por los relatos religiosos de otras culturas, que a pesar de ser distintos en la forma, tenían mucho en común en el fondo. Y a pesar de que dejó de ser católico, en el sentido estricto de la palabra, está lejos de ser un ateo o un amargado incrédulo. Por lo contrario, estudiar las historias que explican el mundo según diferentes puntos de vista le dio la oportunidad de entender mejor la espiritualidad y los relatos que tratan de descifrarla. Campbell afirma, y esto me pareció muy interesante y cierto, que es mejor estudiar los mitos de culturas distintas a las nuestras, ya que sólo en la medida en la que tenemos distancia mental sobre esas enseñanzas somos capaces de verlas como lo que son, metáforas, en lugar de tomarlas literalmente, que es lo que ocurre con las personas que están impregnadas de una sola religión.
A la pregunta de cuál es el interés o el valor que puede tener estudiar los mitos en nuestra sociedad moderna, Campbell responde que estos nos ayudan a entender y a analizar mejor nuestra vida diaria y a comprender nuestro lugar en el mundo. En otras palabras, todos los dilemas a los que nos enfrentamos en nuestra existencia han sido tratados en algún mito y estas historias contienen lecciones que pueden ayudarnos a sobrellevar cualquier situación. La mitología comparativa no es para Campbell un tema erudito o académico que sirve más que nada como ejercicio intelectual; por el contrario, es sobre todas las cosas una fuente de sabiduría para comprender la vida, el amor y la vocación. Campbell trata de motivar a los telespectadores a leer, a estudiar, a investigar, pero también a vivir, a amar y a buscar aquello que nos colma de dicha, que nos hace perder la noción del tiempo y por lo que estaríamos a sacrificar hasta lo más sagrado. Me llamó mucho la atención que encontré que muchas de las conclusiones a las que llega Campbell son las que trata de enseñar Deepak Chopra, que a su vez trata de difundir de manera accesible las enseñanzas budistas e hinduistas. Sin caer en el proselitismo ni en sermoneos desagradables, Campbell habla sobre los beneficios de la meditación, la aceptación, la necesidad de no juzgar y la importancia de ser fieles al camino que nos lleva a nuestra vocación, entre otras cosas.
Otra función de los mitos según Campbell, es ayudarnos a entender las diferentes etapas de la vida que debemos atravesar. Explica que nuestra sociedad ha perdido mucho cuando se ha deshecho de los ritos de iniciación, esos que marcan el pasaje de la niñez a la adultez, o cuando ha banalizado los ritos de transición, en especial el del matrimonio. De este último en particular, Campbell ha dado la definición más hermosa que he leído en mucho tiempo: distingue entre un romance y un matrimonio, diciendo que un romance es pasajero y se acaba cuando deja de ser fácil y agradable, pero que un verdadero matrimonio es el reconocimiento espiritual entre dos seres y que si en tu vida lo más importante no es tu matrimonio, entonces no estás realmente casado. Explicó que las ceremonias y los ritos son vitales y necesarios para comprender que se está dejando un periodo atrás y se está comenzando uno distinto, donde las responsabilidades y las expectativas son otras. Y es posible que con ese argumento haya cambiado mi decisión de nunca tener una boda. No es que ahora añoro ese despliegue ridículo de parafernalia en lo que han convertido una de esas ceremonias, pero por lo menos ya no tengo pensado ir lejos a casarme casi de manera clandestina, sin nadie de mi familia y de mis amigos. Y me alegro por haber decidido al final tener una ceremonia de graduación de la universidad como se debe.
En fin, Campbell muy probablemente entre a mi lista de autores adorados, en la que está Eco y Pastoureau. Y de hecho, recomienda que para tener acceso a una fuente de belleza y de sabiduría en la vida hay que leer “los libros correctos de la gente correcta”. Que cuando encontremos un autor que sentimos que tiene algo importante que decirnos, de quien sus obras encuentran resonancia en nuestras vidas, hay que leer todo lo que haya escrito, para luego pasar a aquellos autores que lo inspiraron a él y así seguir escalando. Así que “The power of myth” puede que sea el inicio de una larga lista de eruditos que espero que sean tan simpáticos como él.
Como dato curioso, varias de las entrevistas para la serie fueron filmadas en el rancho de George Lucas y Campbell decía que “Star wars” es una historia que refleja muy bien la vida del héroe que debe encontrar su camino y por ende enfrentarse a su padre. Así que probablemente termine viendo las películas, pero sólo para confirmar semejante teoría. Y yo que quería mantenerme al margen de esa fiebre de 3D…
In 1988 were broadcasted a series of six interviews between journalist Bill Moyers and comparative mythology professor Joseph Campbell, that aimed at explaining the interest of myths and how these can help us understand better our lives. I came across this book because lately I have been doing “Gilmore Girls” intensive marathons, because that’s the only series that motivates me to keep on studying and inevitably puts me in a good mood. Well, in the Spring break episode in which Paris and Rory go to California supposedly looking for sunshine and beaches they found themselves unable to participate in such decadence and end up renting “The power of myth” in VHS and eating pizza at the hotel. I found the book which transcripts those interviews, hidden in a tiny library of the foreign languages department and my next mission in life is to find those documentaries. But even now I can attest that I understand them and if I ever found myself in their same situation, I would have done the same thing.
The book, as well as the shows, has somewhat esoteric titles: “Myth and the modern world”, “The journey inward”, “The first storytellers”, “Sacrifice and bliss”, “The hero’s adventure”, “The gift of the goddess”, “Tales of love and marriage” and “Masks of eternity”. With such a landscape before me I expected an incomprehensible book, a snobs-battle between the journalist and the college professor. However, from the first pages I realized that my hypothesis were far from the truth and now I can affirm that, in spite of the fact that I just read this book, I get why Campbell’s classes were so popular and why he was so beloved by his students. The books shows a very serene man who has had a passionate life, full of books, travels and studies in which he has also been surrounded by interesting people and people whom he has loved very much. And he also motivates us to read more about myths, of course.
Campbell’s first objective is to end up with those clichés about myths being just those Greek stories starring young and attractive gods. His interest arose when he was very young, a time when he was Catholic and started reading Native American stories and finding resemblances between both teachings. That led him gradually to become interested in religious stories from other cultures which he found that, even when different in form, where very much alike in content. And even though he stopped being a Catholic in the strict sense of the word, he was far from being an atheist or a bitter unbeliever. On the contrary, studying the stories that explain the world according to different points of view gave him the opportunity to better understand spirituality and the stories that aim at deciphering it. Campbell affirms, and I found this as true as interesting, that it’s better to study myths from cultures different from our own, not only because we are mentally distant from them and therefore we are able to see them for what they are, metaphors, instead of taking them literally, which is what happens to people impregnated with just one religion.
To the question of what is the interest or the value of studying myths in our modern society, Campbell answers that those not only teach us how to understand and analyze our daily life but also help us grasp what is our place in the world. In other words, all the dilemmas we face in our existence have already been dealt by some myth and those stories contain lessons that can help us overcome any situation. Comparative mythology is not for Campbell an erudite and academic subject who only serves as an intellectual exercise; quite the contrary, it’s above all a fountain of wisdom to understand life, love and our calling. Campbell tries to motivate watchers to read, study, research, but also to live, love and look for that which bring us joy, bliss, that makes us lose track of time and for which we would be willing to sacrifice the most sacred thing. I found interesting that many of Campbell’s conclusions were the same that Deepak Chopra tries to teach when writing about Buddhist and Hindi philosophy. Without being annoyingly preachy, Campbell talks about the benefits of meditation, acceptance, the need for non-judgment and the importance of being faithful to the path that leads to our vocation, among other things.
Another function of myths, according to Campbell, is to help us understand the different stages of life that we must go through. He explains that our society has lost a lot when it has gotten rid of initiation rites, those that mark the passage from childhood to adulthood, or when it has trivialized transition rites, especially the one of marriage. Of this last one in particular, Campbell has given the most beautiful definition I have read in a long time: he distinguishes between a love affair and a marriage, saying that a love affair is fleeting and ends when it stops being nice and easy, but that a real marriage is the spiritual recognition between two beings and that if in your life the most important thing is not your marriage, then you are not really married. He explains that ceremonies and rites are vital and essential to make us understand when we are leaving a stage behind and entering a new one, where responsibilities and expectations are others. And that sole argument may have changed my mind about never having a wedding. Not that now I long for that ridiculous display of paraphernalia a wedding has become, but at least I’m not thinking about marrying in an almost clandestine way, without anyone from my friends and family there. And I’m glad I decided to have a graduation ceremony in college, after all.
Anyway, Campbell will now probably join my list of beloved authors, among Eco and Pastoureau. And in fact, he recommends, in order to access a fountain of beauty and wisdom in life, to read the “the good books by the right people”. That when we find an author that speaks to us, from which his work resonates in our lives, we must read everything he has ever written and then continue to what he himself has found inspiring and to keep escalating this way. So “The power of myth” might just be the beginning to a long list of scholars that I hope will be just as nice as him.
As a funny fact, many of the interviews for the series were shot at George Lucas’ ranch and Campbell said that “Star wars” is a story that reflects very well the life of a hero that must find his own path and therefore face his father at some point. So I will probably end up watching the films, but only to confirm this theory. And here I wanted to keep away from 3D movies…
Si querés adentrarte en el tema del mito y las religiones, un autor que te recomiendo leer es Mircea Eliade, que tiene una gran cantidad de estudios sobre ese tema. De su vida puedo decirte que de interesarle el Renacimiento Italiano pasó a volverse un apasionado de la filosofía hindú y de allí a estudiar comparativamente las religiones.
ReplyDeleteA mí me tocó exponer "Imágenes y símbolos" cuando estudiaba Letras y ese es el que te recomiendo para iniciar, quizás es un poco más pesadito que "El poder del mito"; pero vale la pena.
Saludes y suerte.
Gracias por tus recomendaciones! Voy a buscar ese autor y sus obras. ;)
ReplyDeleteI was curious if you ever considered changing the structure
ReplyDeleteof your website? Its very well written; I love what youve got to say.
But maybe you could a little more in the way of content so people could connect with it better.
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