04 March 2008

Está bien. Me pueden silbar todo lo que quieran

Hace exactamente un mes que los albañiles para mí eran esos seres insoportables que llegaban a mi casa con sus maquinitas ruidosas a levantarme temprano en las vacaciones. Ponían sus emisoras de rancheras y la última vez que tuvimos a un grupo de ellos en mi casa, al día siguiente que terminaron de trabajar, otros tipos vinieron a llevarse los televisores y mi adorado equipo de sonido. Pero gracias a la clase de Organización de Obras me he visto inmersa en el submundo del trabajo manual ingenieril, y tengo muchas cosas que contar al respecto.

En clase se nos enseña que por ley es necesario pagar a los empleados los días festivos, los domingos, el medio día de los sábados. Pero la ley más fuerte es la costumbre, porque por ejemplo, días que no son festivos per se, como el 24 de diciembre, el 31 de diciembre, miércoles santo o la feria patronal de la ciudad, todo mundo decide trabajar medio día, pero se tiene que pagar la otra mitad o atenerse a las consecuencias.

El sueldo de un empleado de la construcción –porque no todos son llamados albañiles- puede negociarse al destajo, también llamado por obra, o por día trabajado. Cada una de esas formas de pago trae sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, si uno prefiere pagar por obra que vayan haciendo, se tiende a perder menos tiempo y no se necesita estar vigilando constantemente. Se sabe que a mayor trabajo, más van a ganar, entonces están motivados. Pero de la misma forma, por querer avanzar rápido el trabajo puede tener menor calidad. De la otra manera, por jornada, hay interés porque los tiempos perdidos sean más, porque uno nunca sabe cuándo va a volver a conseguir otro trabajo. Hay que estar encima de todos, y es más difícil evaluar quién ha hecho qué.

Como en todo oficio, hay una jerarquía de poder basada en la habilidad de cada individuo, y desde luego, su remuneración aumenta a medida que se sube en la pirámide. Los que están más abajo son los peones. Su función principal es estar acarreando los materiales y las herramientas para que otros trabajen. Se les ponen a hacer cosas que no requieren mucha ciencia como excavaciones, limpiezas o rellenos. Los ayudantes son todos aquellos a los que les ponen a hacer las mezclas. Les siguen los media cuchara, que se auxilian de un peón para hacer emplantillados en cimentaciones, firmes de concreto, cajas de aguas negras, y seguramente, las cajitas de los interruptores eléctricos de sus casas (pero sólo la caja, no la instalación del cableado) fueron puestas por algún media cuchara que ya podía usar el plomo y el nivel. Muchos han escuchado alguna vez el término “pintor de brocha gorda”; pues también existen los carpinteros de serrucho gordo, y dentro de esta categoría se clasifica a los albañiles tipo 1. Son aquellos que hacen trabajos un poco más difíciles que sus predecesores, pero que no ocupan acabados muy finos, como muros de mampostería, soleras, jambas, castillos, paredes. Pero para eso tienen a un ayudante y a un peón a su mando. Los albañiles tipo 2, con un ayudante, ya pueden hacer repellos y pulidos. Los albañiles especialistas son los tipo 3, que se encargan de los enchapados en general, tanto en pisos como en paredes. Y si bien no pertenecen al equipo permanente de la construcción, es necesario contratar por temporadas a topógrafos, armadores de acero, carpinteros, pintores, soldadores, electricistas, fontaneros y encieladores. Y uno les presta los ayudantes y peones que tenga disponibles. El grado más alto al que se puede llegar en una construcción es a maestro de obra, que como nos decían a nosotros antes de esta clase, son los que son capaces de interpretar los planos hechos por ingenieros y arquitectos.

A todos aquellos que permanecen en la obra uno como patrón debe pagarles a ellos, y cobrarle al cliente, las obligaciones patronales y los derechos laborales. Todas son un porcentaje del salario base de un empleado. Como obligaciones patronales, tenemos el 1.5% que se da al Régimen de Aportaciones Privadas; el 7% del Instituto Hondureño de Seguridad Social, y un 1% que se le da al Instituto de Formación Profesional INFOP. Al empleado se le da un aguinaldo o 13avo mes de pago, que se le da el último día de diciembre, y un 14avo mes que se paga el 30 de junio. Se agregan también el preaviso, el auxilio de cesantía y las vacaciones. Cuando uno quiere despedir a un empleado, dependiendo de cuánto tiempo tiene de trabajar para nosotros se le debe pagar una cierta cantidad de días para que busque un nuevo puesto, y a esto se le llama preaviso. El auxilio de cesantía se le da cuando se despide al empleado injustificadamente. Y después de estar trabajando por más de un año, cada persona tiene derecho a vacaciones remuneradas. Todos estos valores van aumentando conforme se acumula el tiempo. Es por eso que en una obra que se tarda mucho, tener gente trabajando es muy costoso.

Pero veamóslo así: ¿cuánto ganan estas personas? Tomando valores promedios, no actualizados, un peón gana más o menos 100 lps, un ayudante 125, un media cuchara 150, un albañil 225, y un maestro de obra 265 lps. Si multiplicamos ese valor por 30 días que se les paga, y uno considera que trabajan ocho horas, bajo el sol, jalando bultos ultra pesados, corriendo el riesgo de ser aplastados por encofrados si han sido mal puestos, o tropezarse en algún zanjo, almorzando churros con coca y que seguramente tienen que mantener a más de 3 hijos que es el promedio en este país, los tipos lo ven pasar a uno y le silban, ¿cómo voy a ser capaz de reprocharles eso??? Por eso es que es importante ir a la universidad, para aprender lecciones de este calibre.

4 comments

  1. ¿Y a los que no nos silban?

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  2. Vaya, muchas cosas que no sabía, ese el que interpreta lo de los ingenieros es el tan famoso ''maistro'' entonces?

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  3. Exactamente. Qué divertida denominación para semejante figura mítica y legendaria verdad??

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