Para celebrar que ya tengo una semana de haber entrado al mágico reino del “late twenties” quiero compartir las fotos de la hermosa celebración que mis amigos organizaron, como una forma de darle las gracias. Los quiero tanto que voy a aparecer en las fotos de este post –y ellos saben cómo huyo de esas situaciones-.DSC05839 Luego de seguir instrucciones precisas de mantenerme alejada de la casa hasta las 8 y media de la noche, regresé para encontrar toda una deliciosa cena, bebidas y postres, de los cuales no tenía ninguna sospecha (recuerden el tiramisú previsto para esta ocasión). Los chicos se habían organizado para cocinar carne, definitivamente un lujo en estos parajes y un sacrificio para nuestra casi-vegetariana Esther y para organizar una reunión con el poco de tiempo libre que tenían entre exámenes. Estaba realmente conmovida.DSC05841DSC05843 Tuvimos la oportunidad de probar aguardiente a base de coca que Pame trajo de Bolivia. Estaba riquísimo y toda la noche hicimos el chiste que sabía a té… si el té te hace sentir mareado, feliz y platicador. Además, la botella tiene su propia bufanda y gorrito y como lo pude comprobar con el Tatascán (aguardiente hondureño) que viene con su propio sombrero de campesino, los sombreritos en las botellas son un certificado de calidad. DSC05844 Teníamos hasta los vasitos bolivianos para shots:DSC05847DSC05848 Aún más inesperados fueron los regalos, que hicieron prueba de mis obsesiones actuales. De su última visita Jacques dejó un libro sobre castillos medievales. Casi no lo habré traumatizado con mis peroratas interminables sobre mis clases de castellología. :PDSC05851 Y mis amigos por su lado tenían dos sorpresas preparadas:DSC05853 El último número de “Bloody kiss”, una revista exclusivamente dedicada a libros, series y películas sobre vampiros! Gracias a la semana de True Blood y a una reciente proyección de “Eclipse” con comida china que tuvimos con Esther. Demasiado divertido. DSC05854Y una súper cartera azul con la cual parezco retrato porque no he podido dejar de usarla desde hace una semana. DSC05857Este hermoso pastel es de la autoría de Sophie. Estaba riquísimo.DSC05861También comimos tiramisú y todavía sobró un selva negra que había comprado por si este no quedaba bien. Lo comimos como tres días después cuando nos terminamos el de frutas. DSC05862 Y me tomé unas cuantas fotos con mis amigos, tan lindos. Pasé un día muy bonito, como me pusieron en el facebook, con gente que me aprecia. Los veinticinco fueron geniales, los veintiséis lo serán aún más. Espero que estén llenos –y cito a otra amiga aquí- de mucho café, series, libros y amigos. DSC05865DSC05866DSC05867DSC05868

P1020073P1010049Esther fue la primera persona que llegó al apartamento una vez que me instalé en él. Para mí era la primera experiencia de vivir como una adulta, en un nuevo país, con personas ajenas a mi familia y con quien tendría que encontrar una manera de convivir en armonía. La fortuna me sonrío cuando envió a Esther, con quien desde el primer momento en que la vimos y la invitamos a tomar ese primer café, empezamos a salir y a estar juntas. El ambiente en casa era genial y luego descubrimos que era una excepción cuando a apartamentos comunes se refiere. Mientras en las “colocaciones” de nuestros amigos cada quien vivía, comía y salía por su lado, nosotras cocinábamos y comíamos juntas, salíamos muy seguido, viajábamos en grupo…
Esther me enseñó muchas cosas, desde las posibilidades y maravillas de la comida vegetariana, la planeación meticulosa y cómo prepararse para los imprevistos climáticos en las salidas, hasta que uno debe soltarse y divertirse en medio de todo el torbellino académico. Hoy se regresó a Alemania y la falta que me va a hacer sólo es superada por lo agradecida que estoy por haber vivido con ella y por saber que nos volveremos a ver.P1000962P1010220DSC00437DSC00315DSC00370P1010022PC060043 P1010088P1010103P1010240 P1020026 P1010113

El tiramisú siempre ha sido uno de mis postres preferidos, pero mis conocimientos en repostería se limitan al curso de hacer pasteles que llevé con mi mamá a los trece años, que no lo incluyó en su menú. Por suerte tengo a Esther que fue tan amable en transcribirme la receta sacada de un libro de cocina italiana, el favorito de su madre.

Los ingredientes son:

500 gramos de queso Mascarpone

4 yemas de huevo

4 cucharadas de azúcar

La corteza rallada de un limón

Café muy fuerte que se dejó enfriar. La receta dice una taza pero yo utilicé dos.

300 gramos de “boudoirs”, son galletas alargadas cubiertas de azúcar que según Wikipedia se llaman “bizcochos de soletilla”. Se utilizan alrededor de 30 de estas galletas

Cacao en polvo

DSC05807 Las yemas de huevo se baten con el azúcar, en lo que debería ser una batidora, pero que con nuestros recursos estudiantiles lo hice a la mano. Se le agrega el mascarpone y luego la corteza de limón. DSC05809DSC05812 DSC05811 El café se vierte en un plato que permita sumergir las galletas de forma plana. Se toman la mitad de las galletas y cada una de ellas se sumerge en el café y se ponen en el molde hasta cubrirlo completamente. Tenía dudas sobre qué tanto café debían absorber las galletas, pero parece que eso es una cuestión de gusto. Como el café estaba delicioso dejé las galletas muy empapadas, pero la próxima vez voy a probar dejándolas ligeramente crujientes. DSC05814DSC05817 Las galletas se cubren con la mitad de la crema de mascarpone. DSC05819DSC05821 Luego se repite el mismo procedimiento con el resto de las galletas y la crema. DSC05823 Se debe dejar en el refrigerador por cinco horas. Y se espolvorea con cacao en polvo antes de servir. DSC05826 DSC05825 Hice este tiramisú para poder comerlo en mi cumpleaños y debo confesar que tenía mis dudas porque Esther no estaba para supervisarme. Hasta fui y compré otro pastel de emergencia en caso de que terminara siendo horrible, pero la receta es infalible. Es fresco, es un buen uso del café y no es muy dulce, lo que lo hace el postre ideal. En este caso en particular el queso era italiano comprado en el supermercado, el café era boliviano traído por Pamela y el cacao era hondureño enviado por mi madre. Francia contribuyó con las galletas y los huevos (la nacionalidad del limón está por verificar). DSC05863DSC05864

En una de esas vueltas que da la vida que te hacen pensar que Dios le da pan al que no tiene dientes, el instituto Cervantes trajo a Natalia Lafourcade y a Julieta Venegas a Bordeaux, para un concierto gratuito como parte de su celebración del “Día de la fiesta de todos los que hablamos español”. Para entrar sólo tenías que escribir tu palabra favorita en español: yo puse “murciélago”.
Cuando me dijeron que venían estas chicas primero no podía creer mi buena suerte y luego no podía creer que fuera gratis. ¿Es que acaso no saben quién son? Pues a juzgar por el raquítico cuarto sin ventilación y el escenario deplorable que les dieron, no parece que tengan una idea. De hecho, la promoción del evento fue casi inexistente; yo me enteré gracias a una chava costarricense que conozco aquí, si no me hubiera pasado desapercibido el evento. Al parecer las artistas se dieron cuenta de eso, porque al día siguiente Julieta puso en su twitter que de ahora en adelante ella se iba a encargar de avisar en qué ciudad estaría tocando porque no se anunció debidamente este concierto. Qué pena…
No fue ninguna sorpresa que el 98% del público fueran latinoamericanos y que entre ellos la mayoría vinieran de México. Pueden ver la caspa de los tipos que teníamos enfrente en todas mis fotos porque los dundos eran bien altos y no nos dejaban ver bien. Creo que ahora soy capaz de ver la diferencia entre un público europeo y un latinoamericano, nosotros realmente somos escandalosos, ¿pero no es ese el calor latino del que tanto hablan los grupos cuando van a tocar a nuestros parajes?
Supuestamente Ely Guerra también anda de gira con Natalia y Julieta pero desgraciadamente no tocó aquí, me hubiera encantado verla. El primer set lo tocó Lafourcade, de quien voy a confesar que no tenía grandes expectativas. Sus videos me parecían chistosos y su música algo improvisada, pero cuando empecé a escuchar que la comparaban a Fiona Apple o a Björk me pareció una exageración casi insultante. A pesar de eso, oírla en vivo cambió mucho de mi opinión: es muy simpática, su música es muy agradable y si olvidamos esas comparaciones descabelladas –si quieren un equivalente anglosajón se parece más a Regina Spektor que a Björk!!!- sus canciones son muy entretenidas. Pamela estaba muy emocionada porque conoció su música cuando estudió en México y puedo creer que no la defraudó, Lafourcade cantó muy bien. DSC05795DSC05797DSC05798Pero yo iba a ver a Julieta, una de las pocas artistas hispanas que me gusta genuinamente (soy snob, lo sé), a quien empecé a escuchar hace unos tres años cuando salió su Unplugged. Estuvo excelente y creo que muy pocos músicos podrían hacer un cover de los Tigres del norte que yo podría disfrutar, así como ella lo hizo.  DSC05800DSC05802Por cierto que mis fotos son malas y son pocas porque no quería pasarme de descortés filmando canciones enteras y tomando veinte imágenes seguidas estorbándole a las personas de un metro sesenta o menos que estaban en el público. Si tan sólo los demás fueran así… Pero no hay cantidad de zoquetes capaces de arruinarme un concierto donde pude cantar hasta que la voz me quedó ronca.   DSC05803DSC05804Espero que algún día alguien patrocine conciertos gratuitos de estas artistas en Honduras, donde sí se les van a dar un mejor auditorio para tocar y sí va a haber más público que va a conocer las letras de sus canciones. Y en caso de que eso no sea posible sería porque nosotros sí sabemos lo que cuesta ir a ver tocar a gente como ellas. DSC05805