El 18 y el 19 Bordeaux organizó “La fiesta del río”, una serie de actividades festivas a orillas de la Garonne. Este es un evento que se lleva a cabo cada dos años, intercalado con la fiesta del vino, en la que he escuchado que se hacen degustaciones frente a los muelles. Tendremos que esperar un año para confirmar semejantes afirmaciones. En esta ocasión, frente a todo el río y especialmente en la ribera derecha, se instalaron contenedores con una exposición sobre la Garonne, escenarios para recibir músicos y hasta un pabellón dedicado a Bilbao.
Como parte de la celebración la Comunidad Urbana ofreció una visita guiada gratuita en barco que con mis amigos no pudimos dejar pasar. Sin embargo, calificar de esquizofrénico el clima sería un eufemismo. Cuando llegamos estaba lloviendo y había mucho viento, lejos de ser ideal para hacer un paseo casi al aire libre. Pero al rato salió el sol y pudimos secarnos. Y cuando íbamos a ver qué actividades se ofrecían frente al río volvió a llover…
En fin, este post casi no pudo ser posible, porque mi cámara, entre otras cosas, no aprecia que la mojen. Pero desde luego que Sophie tenía una cámara resistente al agua. Esta afirmación es comprensible sólo en miras del estereotipo de que los alemanes siempre están preparados para todo. Durante todos estos meses, Esther y Sophie han sido las únicas que han llevado suéteres, sombrillas, cámaras fotográficas y hasta tapones para los oídos en los momentos precisos, cuando todos los demás no habíamos pensado en llevar nada. Eso se agrega a los clichés que dicen que los alemanes siempre son puntuales, hablan perfecto inglés y basándonos en las estadísticas establecidas por nuestras amigas, cocinan muy bien. La ley de Murphy establece que cuando has de cortarte y secarte el pelo ha de caer una gran tormenta que te volverá a tu estado natural de cabello “poodle-esco”. Notarán que nadie anda impermeable, o siquiera un suéter……excepto Sophie, por supuesto. Aquí donde los miran los chicos están haciendo serios esfuerzos por sonreír pero se estaban muriendo del frío: Mientras nosotros paseábamos tranquilamente habían competencias de natación y de kayaks. En la visita nos explicaron que el color sospechoso del río no es producto de contaminación por desechos y que en realidad hay muchos peces que viven en él. Pero se necesitarían grandes esfuerzos para convencerme de nadar en él… He estado viendo tantos episodios de Sex and the City que me terminé preguntando cómo se podría personificar Bordeaux, así como Carrie lo pasa haciendo con Nueva York. La ribera derecha de Bordeaux y el centro de la ciudad sería una chica de unos 21 años, súper elegante, de gusto muy clásico. Cuando sea mayor va a ser una más de los amigos de los museos: una viejita súper guapa de mucho dinero. Pero sería muy arrogante. Aún así, sería tan hermosa que se le perdonaría no ser simpática. Por otra parte, la ribera derecha sería una chava más accesible, humilde y popular. Sería también más moderna. Tengo que conocerla mejor. De veras que hay miles de razones para honrar a la Garonne y dos días no son suficientes.
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