15 June 2009

the best you can is good enough

En el gimnasio hay un instructor de spinning que da la impresión de ser un militar importado: es rubio, tiene acento español y es muy serio, demasiado serio para ser un instructor de spinning. Es brillante, sus clases son muy buenas y se nota que se toma en serio lo que hace; todos los días, antes de comenzar, dibuja una línea en el espejo que representa el recorrido que vamos a hacer, ya sea en un terreno plano, en pendiente regular o con obstáculos. Permanece casi toda la clase haciendo el mismo ejercicio que sus alumnos, excepto cuando llega a corregir a aquellos que no saben cómo colocar la silla sin importar cuántas veces hayan estado allí, como yo. Ya lo he encontrado fuera del gimnasio corriendo y existe la sospecha que él sea uno entre el grupo de ciclistas que ha sido avistado por la universidad, demostrando que eso no es un trabajo para él, es su forma de vida.

Hoy fui a clases con otro instructor, que tiene el mismo nivel de profesionalismo, con un ingrediente adicional. A medida que hacíamos ejercicio y que él intentaba motivarnos (algo necesario cuando uno está pedaleando salvajemente, estancado en el mismo lugar), no sólo nos gritaba “ánimo” y “falta poco”, sino también que nos enfocáramos en nuestras metas, hacia donde queríamos llegar. Todo esto suena absurdo y exagerado para tratarse de algo tan trivial, pero cuando lo comparo con otro instructor que aprovecha para coquetear a nenas sudadas durante la clase, creo que estos otros dos muchachos son excepcionales, aunque solamente en comparación a la multitud; la verdad es que no me imagino ser diferente a ellos. No concibo hacer cualquier cosa si no es porque se tiene una meta trazada, un lugar al que aspirar, un propósito, o un sentido de la vocación. Es tan rico dormir y ver televisión que realmente tiene que haber algo importante que hacer en el mundo para tomarse la molestia de vivir en él. O por lo menos es lo que quiero/tengo que creer.

En la tarde me escapé por un ratito a ayudar en el montaje de las litografías. Muchas personas ven como una pérdida de tiempo todo esto, el voluntariado, las actividades en el museo, el mundo del arte en general. A simple vista sólo estábamos poniendo cuadros en la pared; para mí estamos cumpliendo una importante misión, no sólo de educación y promoción de la cultura, este es un llamado, es algo que me dice que tengo que estar allí y que eso es lo que debo hacer. El día que me invitaron a promocionar el voluntariado en CEUTEC durante una feria del empleo hasta yo quedé sorprendida de la soltura y la emoción que tenía para invitar a las personas a que se nos unieran. Ha de ser comparable al fanatismo religioso pero con mejores libros y ropa más bonita. En el curso de acercamiento al arte contemporáneo se nos explicó que Nueva York se convirtió en uno de los centros más grandes de arte del mundo cuando a mediados de los años 30 del siglo pasado se llevaron a cabo importantes iniciativas para que justamente eso llegara a suceder. Esta es nuestra iniciativa para Tegucigalpa, de algo tiene que servir.

No me hago ilusiones tampoco. Yo soy una pequeña hormiga en un arenal, y probablemente si mañana el bus en el que me suba se estrella contra un poste mi vida no haya contribuido en nada. Sé que esto es transitorio y se va a esfumar tarde o temprano, por la fuerza de la historia o por el calentamiento global; en todo caso no se ve un buen futuro para la humanidad. Y todo esto es inútil y ridículo y es un desperdicio de energías y de televisión por cable que se paga y no se ve. Y probablemente no sea importante, pero voy a seguir actuando como que sí lo es, porque la alternativa no me convence tampoco. Mi mérito es en tener la conciencia y poder realizar la acción, con el desapego al resultado.

2 comments

  1. "Quiero salir, si, quiero vivir
    Y quiero dejar una suerte de señal
    Si un corazon triste pudo ver la luz
    Si hice mas liviano el peso de tu cruz
    Nada mas me importa en esta vida aún,
    Chau, hasta mañana."

    - "A Rodar mi Vida" - Páez

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  2. Gracias por ser parte de esa trinchera de locos apasionados, que con trabajo de hormiga buscamos cambiar algo...

    "que lo que pierdas de fama, lo ganes en eternidad"

    abrazos

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