30 June 2009

Pero todos caerán

Manuel Zelaya Rosales ha sido un presidente muy fructífero, que sean positivos o negativos sus resultados, eso dependerá del punto de vista, pero nadie puede reclamarle haberse quedado sentado contemplando el paisaje en estos casi cuatro años que ha estado en el poder. Desde antes que fuera elegido presidente empezaron a salir a la luz sus nexos familiares con la Matanza de los Horcones en Olancho, los despilfarros que cometió cuando fue director del Fondo Hondureño de Inversión Social, su falta de preparación académica, entre otros defectos que pueden agregarse a esta lista. Aún así, decidimos pasar por alto esas señales de advertencia escudándonos en la irrefutable afirmación que todos los políticos en Honduras son corruptos y que sólo nos queda elegir a aquellos que roben lo menos posible. Ese año de elecciones los dos candidatos eran originarios del departamento de Olancho, del cual proviene una de las ramas de mi familia, y aunque no estábamos satisfechos con el opositor, el linaje y la vida de Manuel Zelaya eran tan sombríos y sangrientos que nos parecía inaudito que pudiera ser siquiera considerado apto para gobernar. Recuerdo que lo convertí en un asunto tan personal que incluso me distancié de una muy buena amiga de esa época, porque entre otras cosas, ella, sabiendo muy bien quién era ese hombre, decidió votar por él por razones que no voy a explicar. Yo la quería mucho, pero nunca la pude ver de la misma forma.

Manuel Zelaya decidió convertirse en el heredero de Roberto Suazo Córdoba en cuanto a entretenimiento se refiere. Quería aparentar que provenía del pueblo porque usaba sombreros, botas y bigote, pero no todos los campesinos de este país pueden darse el lujo de estar en la mañana en la capital y a mediodía transportarse en helicóptero a su ciudad natal a almorzar mondongo. Cuando se oía un helicóptero en esos años, todos se preguntaban qué mandado tenía que hacer el presidente.

Había conferencias en países extranjeros y él se llevaba a su familia, su gabinete, su perro, su perico, su loro, era risible la cantidad de personas sin relación alguna a los asuntos de la conferencia o reunión en sí que lo rodeaban en esos viajes. Era como una celebridad del hip hop, con la excepción de que éramos todos los contribuyentes del país los que costeábamos sus extravagancias. Los mismos contribuyentes a los que él debe agradecer las muchedumbres que lo apoyaron cuando se firmó la ALBA, o cuando quería promover su encuesta supuestamente no vinculante, porque de ellos provinieron los fondos para costear su presencia. Abundaban las noticias que afirmaban que a todas estas personas se les había pagado por lo menos 150 lempiras para que se subieran a un bus, viajaran a la capital y aplaudieran. O se les regalaba un pañuelo para que escondieran su cara y un machete para que se pararan frente al Ministerio Público que había decretado ilegal esa encuesta. Mientras el mundo se sumía en una crisis económica de proporciones apocalípticas a él se le ocurrió que sería una buena idea aumentar el salario mínimo al doble de lo que estaba anteriormente, sin tomar en cuenta opiniones de nadie o las repercusiones que eso implicaría. Miles de personas fueron despedidas, se cerraron muchos negocios, los precios se dispararon, pero eso a él lo beneficiaba, puesto que si la gente no tenía trabajo era mucho más fácil comprarla para que fingieran estar de su lado.

Si un juez, la Procuraduría General de la República y el Tribunal Supremo Electoral le habían prohibido realizar la encuesta que se hubiera llevado a cabo el pasado 28 de junio porque habían juzgado que era ilegal, ¿por qué él insistió en llevarla a cabo? Porque él se creía superior a la ley a la que ahora anda apelando, como mártir, como víctima, en todos los noticieros, conferencias e instituciones internacionales. Clama por el cumplimiento de la Constitución, cuando sus verdaderas intenciones eran reformarla para que llegue el día en que pueda quedarse cuatro años más y después otros cuatro años, hasta el final de los tiempos, así como otros amigos que él tiene han podido gozar de la presidencia de sus países por décadas y décadas. Y es verdaderamente cómico como muchos de esos mandatarios que viven denunciando las intromisiones norteamericanas en asuntos que cada país debe manejar son los que ahora quieren invadir e inmiscuirse en nuestros asuntos, cuando la firma de un tratado no significa que ahora se les permite venir a imponer su ley.

Decidimos ignorar las señales, ahora estamos pagando las consecuencias. Los campos se están delineando y no tengo idea cómo vamos a hacer para volver a reconciliarnos una vez que todo esto quede atrás. En todo caso, Manuel Zelaya será recordado en todos los libros de Historia como el "mediocre que se convirtió en héroe", uno más en la lista de mártires que se salen con la suya porque pusieron expresión lastimera ante el mundo (véase el caso de Maduro y Elvin Santos).

2 comments

  1. Dentro de poco estaremos abriendo un foro de discusion de toda esta situacion en HND!... Te avisare para que des tu permiso de reproducir este buen post!!

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  2. "[...] Y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, [durante] el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo. Pero, aunque esto es así, he visto a los inicuos ser enterrados, que entraban y que se iban del lugar santo mismo y eran olvidados en la ciudad donde habían actuado de aquella manera. Esto también es vanidad."

    - Rey Salomón

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