Advertencia: debido a su alto contenido femenino, el post no es recomendable para hombres. Léalo bajo su propio riesgo.
Ya es esa temporada del año otra vez. Aprovechando el sueldo adicional de este mes mi madre me dio el dinero destinado a reemplazar la ropa vieja o inutilizable. Es hora de ir de compras. Tanto en junio como en diciembre y enero siempre se comienzan las compras por los estrenos, ya sea de cumpleaños, o de navidad y año nuevo. Luego se destinan las tres cuartas partes restantes para los descuentos en MNG y Zara. Lo mío no es altanería, yo visito las otras tiendas también, pero es sabido que los grandes almacenes europeos tienen ropa de calidad, mientras que esas tienditas independientes de nombres risibles tienen el descaro de poner los mismos precios que su competencia extranjera, algunas son incluso más caras que ellas, y los productos que ofrecen son marca incendio, agarran pelusas con las lavadas -y hay que hacer la aclaración que yo lavo toda mi ropa a mano excepto mis jeans- y seamos honestas, todo allí es feo. Yo no recuerdo mi vida antes de MNG, a tal grado de degeneración he llegado. Recuerdo que al principio era por seguirle la corriente a Bertha y a Mafer que son todas unas snobs, pero aún ahora que ya no las veo tanto no he podido dejar ese vicio; ninguna otra cosa me convence. Ahora que llegó Zara me he dado cuenta que MNG es realmente caro y que no todo allí es rescatable, pero eso sólo complica esta temporada porque quiere decir que ahora tengo que ver lo que hay en ambas tiendas antes de decidirme a comprar en una de ellas. Se le agrega la dificultad que los descuentos de MNG son una semana antes de la otra… Mi problema con la ropa es el siguiente: a mí nada me gusta. Todo me parece muy vulgar, muy caro o muy inutilizable. Yo soy tan específica con lo que uso porque en general soy bastante homogénea: sólo uso jeans comunes y corrientes así que son las camisas el núcleo de lo que ando puesto. Una camisa para mí es una decisión de vida o muerte. Este año con todo el drama de cumplir 24 años y finalmente dejar la universidad he tomado medidas drásticas para variar aunque sea un poco. Primero, no compré tennis (sólo eso solía usar mientras estudiaba) y trato lo más que puedo de dejar de usar los que tengo. Mi madre me compró unos zapatos lo suficientemente bajos para poder usarlos a diario y caminar con ellos si es que tengo que salir, pero elegantes como para parecer persona decente. Estoy tratando de usar tacones, pero en mi casa cuesta que me quite unas pantuflas de Homero Simpson que debería de lavar urgentemente y fuera de ella tengo que tener garantizado el transporte vehicular porque si no es un crimen para mis pies. Así que en zapatos no gasto mucho. Pero la decisión más importante de esta temporada es que quería dejar de comprar jeans e invertir en una falda, un vestido y unos leggings. Aprovecho para explicar que la última vez que mis piernas recibieron sol fue cuando fui a Ceiba con Moisés hace 3 o 4 años. Mis brazos y cara son moreno oscuro, mis piernas son blanco anglosajón. Pero ya soy una adulta abriéndome camino en la vida, debería mostrar mis atributos, de algo me van a servir.
Ayer el feed de Teen Vogue anunciaba que comenzaron los descuentos en Zara, así que hoy llegué al Mall a las 11 de la mañana, anticipando que los negocios abren a las 10. Estaba cerrado. Decidí distraerme repasando MNG, aunque ya había ido antes. Escogí probarme un vestido, una chaqueta de manga tres cuartos con botones redondos gigantes y una camisa edición Paulo Coelho con el mensaje “The path to wisdom is not being afraid to make mistakes”. Como mujer no debería andar diciendo esto pero creo que me disloqué el hombro probándome el vestido. Fue terrible, sólo podían entrar o los brazos o la cabeza, pero no ambos. Y cuando finalmente lo logré el resultado era atroz, tenía unas hombreras de esas anchas (aunque todo ahora parece para vestir ardillas voladoras) y era tan largo que podía usarse en un episodio de “Big love”. La camisa de Coelho era demasiado pequeña y me hacía parecer fisicoculturista (tengo los brazos bien flacos, así que eso no es bueno) y la chaqueta estaba muy apretada y costaba 995 lempiras. De ninguna de esas dos había en mi talla. Seguí escudriñando porque el secreto de las ventas de descuentos es tener paciencia hasta encontrar las joyas entre todo ese mar de horrores, tanto de prendas como de gente, y cuando encontré unas dos camisas que podían calificar, las puse en su lugar porque no podía comprar nada sin haber visto las otras opciones en Zara.
Eran las 11 y media y no abrían. Nine West también estaba en descuento. Tienen de esos botines pequeños que me encantan y que compré en versión MD pero que duelen tanto cuando los uso porque no estoy acostumbrada a esas alturas. Me imagino que de marca han de ser más cómodos y los tenían en dos formas: una completamente cerrada con piedras en los tobillos y otra que mostraba los pulgares y que recuerdo que Olivia en “The City” usó una vez. Pero ambos costaban 1250 lempiras (con 50% de descuento) y yo no tenía presupuestado gastar en zapatos, eso es lo equivalente a 3 o 4 camisas. Había unos zapatos bajos color turquesa preciosos, a 1000 lempiras, pero tuve que alejarme apesarada de ese lugar de tentaciones. La tienda de Diesel también tenía rebajas pero siempre me ha caído mal porque venden ropa que no tiene absolutamente nada de especial y ponen sus exorbitantes precios en dólares. Creo que no hay algo que deteste más en un negocio que pongan los precios en dólares cuando nuestra moneda oficial es el lempira y todavía no hemos caído en la desesperación de El Salvador.
Eran las 12, nada todavía, pero yo me moría del hambre. Como no quería almorzar me fui al Espresso que estaba vacío a tomar un café y a comer una galleta mientras leía. Continué con mi recorrido para desperdiciar tiempo entrando por primera vez a la tienda de Kenneth Cole, también en oferta. Un muchacho muy amable me persiguió todo el tiempo. Ha de haber visto mi expresión de deseo cuando vi un collar muy bonito que tenían en un maniquí y se ofreció a enseñarme las urnas donde tenían las joyas. Unas joyas preciosas, exquisitas, carísimas. Esta gente está loca. La ropa estaba buena también, pero exceptuando una falda, creo que no hay nada que me hubiera gustado tener realmente. Revisé los zapatos y había unos puntudos de tacón a 899 lps que sustituyeron en mi lista a los turquesa que vi anteriormente, pero no a los botines. Y me dio mucha risa ver que vendían sandalias de hule. Qué persona tan presumida debe ser alguien que use chancletas Kenneth Cole, yo tengo unas Havainas de esas baratuchas y casi me ahogo de la risa cuando las vi anunciadas en una Cosmo Girl. Me fui a sentar a uno de esos sillones contiguo a Zara y poco a poco empecé a ver la cantidad inusual de mujeres que estaban cerca y que merodeaban, igual que yo, esperando que se abrieran las puertas. Era un caso de histeria colectiva demasiado entretenido, mensajeé a Moisés para que viniera a presenciarlo. Pero se perdió cuando levantaron los portones y de las entrañas del centro comercial surgieron miles de hembras a invadir la tienda; parecía día de matrícula presencial en la UNAH.
Las camisetas con mensajes y dibujos ya están vetadas para mí, por todo ese asunto de parecer profesional, desgraciadamente esas son las más baratas. Ahora organizan los estantes por precio por lo que no hay que desperdiciar el tiempo en cosas inalcanzables, pero hay que ver que no todo lo accesible es deseable. Peor aún, si uno va al segundo día de la promoción las tallas pequeñas tienden a escasear, como fue el caso de los leggings, que los únicos que habían me hacían lucir como embarazada. Me probé como mil faldas. Traté, lo juro desde el fondo del corazón: me probé una que parecía de colegial, otra que me hacía ver amish, y una inflada color beige. Horrendas, soy muy bajita, no debí haber ido con botas y mi camiseta negra no combinaba con ninguna. Moisés aprobó el vestido que escogí, y había una camisa color morado metálico, brillante como el sol, pero barata como para no dejarla ir. De allí no había nada, resistí un jean café que hubiera preferido en negro y una camisa de rayas con cuello de tortuga porque tenía tres defectos: primero era de rayas, y yo parezco prisionera todo el tiempo porque tengo debilidad por ellas; segundo tiene cuello de tortuga y Tegucigalpa se ha vuelto tan caliente casi todo el año que sería inutilizable y lo sé porque en enero compré una que no he podido usar todavía y tercero, era morada y ya tengo demasiadas así también.
Regresé a MNG por las camisas: una camiseta con hombreras abultadas, una camisa sin mangas color gris con lentejuelas opacas rosadas y una color salmón que se miraba seria pero me quedaba decente. Tuve que resistir la tentación de llevarme una camiseta de Gatúbela, que estaba increíble, ya he caído antes en esa trampa, una de Minnie y otra de Snoopy son producto de mi flaqueza de espíritu. Vale decir que gasté justo lo que tenía presupuestado, sin dejar un back-up por lo que no pude comprar jeans, aunque voy a mentalizarme con que tengo suficientes. El universo no quiere que use faldas, pero tengo un vestido! Es un gran paso hacia la madurez, me felicito. Salimos a las 3 de la tarde a almorzar tacos acompañados de Herminio. Un final perfecto para un día muy productivo.
OSADO Y ATREVIDO EL INGENUO HIDALGO EN ESTA ENTRADA, DESDE MI CASA ESCRIBO...
ReplyDeletejo jooo!! sinceramente no sé donde radica lo que esto no sea acto para hombres, situaciones de esta índole son en cierto entretenidas para mi. Lo admito, de moooda se tanto como sobre la relación entre un agujero de gusano y la existencia de materia oscura en el espacio. Pero en sí, esta muy entretenida, dejame decirte qu yo no soy un asiduo comprador, por cierto, se me olvida comprar ropa... pero ya que dentro de poco abrirán una tienda Zara en estas llanuras, pues no estaría mal probar y ser victima de tales escarmios.
Me doblaron de la risa varios puntos:
-la última vez que mis piernas recibieron sol fue cuando fui a Ceiba con Moisés hace 3 o 4 años. Mis brazos y cara son moreno oscuro, mis piernas son blanco anglosajón.-Por lo menos tienes esa descripción, yo parezco Duvalin :S de tanto ciclismo de ruta que hacía y sobre la ignorancia que la manteca de cacao y un bloqueador de sol sirven para que no nos tostemos, hizo que los brazos y cara se me quemaran barbaro.
-y de las entrañas del centro comercial surgieron miles de hembras a invadir la tienda; parecía día de matrícula presencial en la UNAH. -JAJAJAJAJAJA SENCILLAMENTE BUENISIMO, si me hubiera gustado ver ese tipo de eventos que por lo leido, me recuerda a las migraciones de Ñú en el Serengeti.
-y otra de Snoopy son producto de mi flaqueza de espíritu. -siii, te endiento perfeeectameeeenteeee. :)
Bueno muy interesante el post. Saludos y un fuerte abrazo Marcela. :)
Aqui en San Pedro creo que no pasan esas cosas, ni siquiera hay una tienda llamada Zara para poder ir a comprar ropa barata... no se como las mujeres aguantan todo ese tiempo de tienda en tienda, yo voy a una, casi nunca encuentro algo que me guste y cuando voy entrando a la segunda ya estoy cansada, me rindo y me da hambre.
ReplyDeleteJajajajaja, qué post! Estuve entretenida leyéndolo :P
ReplyDeleteYo soy de las que nunca encuentra nada en una tienda... y días después de gastar el dinero en otra cosa (tonteras la verdad), encuentro algo encantador :(
1. Di NO a los leggins!!! solo se aceptan si tenes menos de 21 años o un IQ < 90, lo que aplique primero.
ReplyDelete2.Camisas Blancas en todos lo estilos, tamaños y formas... Santa Carolina Herrera lo predica y yo siempre sigo el ejemplo de los santos.
3. Zara para basicos , MNG para "specials"
4. Inverti en accesorios, son mucho mas baratos y pueden convertir algo Basico en algo de salir y algo de oficina en algo especial.
5. Ley de la vida = los tacones entre mas baratos mas te lastiman los pies y algo que te lastima los pies , nunca lo usas, por ende es dinero desperdiciado. Inverti en zpatos negros COMODOS; para sandalias y zaptos de verano, de fiesta (2 puestas) y FUN, para eso esta MD similares.
6. NO COMPRES NADA QUE NO TE ENAMORE!! ... mi Mama me dijo... solo compralo si te dan ganas de bailar en el vestidor.... trata de usar todos los dias algo que te de ganas de bailarlo de lo bien que te sentis en el. (aunque sean unos aritos o un reloj)
Inspiraciones Diarias;
http://www.thesartorialist.blogspot.com/
http://www.chicintuition.com/
http://www.whowhatwear.com/website/home.php
http://fashionista.com/
http://cheapchicas.com/
http://manilafashionobserver.blogspot.com/
http://www.garancedore.fr/en/
http://www.fashionunder100.net/
y la mas importante.... sos una persona artistica, una persona con ojo para el diseño , con ojo para lineas, con estetica y con gusto...USALO y vestite de acorde a TU gusto. Solo necesitas pulir el ojo y no tenerle miedo a tu propia vanidad (sin dejar que corra demasiado)
***** Una camiseta de diseño, siempre se ve bien con un saco y un pantalon negro... http://www.fashionunder100.net/2008/11/reader-request-liv-tylers-look-for-9747.html
Nincy! Qué buenos consejos! Tenemos que ir juntas algún día a ver ropa, en serio.
ReplyDeleteLos links están geniales /drool...
ReplyDeleteGracias!