07 January 2010

I am because we are

“I am because we are” es el documental escrito y producido por Madonna que trata sobre las condiciones de vida del millón de niños huérfanos a causa del SIDA en Malawi. La artista explica en él las razones que la llevaron a interesarse por ese país en particular: primero, recibió una llamada de una señora que le pidió que usara su fama e influencias para llamar la atención sobre lo que se estaba viviendo en la región. Madonna decide informarse al respecto, viaja al lugar y se siente conmovida al saber de la enorme cantidad de niños huérfanos que viven allí. Madonna perdió a su madre cuando sólo tenía seis años y eso aumenta su afinidad hacia esos pequeños. Durante una de sus visitas conoce un orfanato donde se interesa por la historia de una niña de 9 años infectada con SIDA. A pesar de su corta edad, esta niña es responsable de varios bebés, uno de ellos muy enfermo, que más tarde Madonna decidiría adoptar. Sin embargo, estas intervenciones son muy pocas y muy cortas, el documental no gira alrededor de ella. Es a través de las historias de unos cuantos niños que se va conociendo la realidad de este país.

La mayor parte de los infantes que no tienen a sus padres no tienen la oportunidad de estar en un orfanato y se ven en la terrible situación de velar por sus hermanitos mucho antes de que lleguen a la pubertad. A veces no tienen casa, y aunque la tengan, viven en zonas insalubres, verdaderos basureros. Frecuentemente no tienen que comer, es casi utópico pensar en que van a la escuela. Se mira la forma en que viven los muchachos que están en la cárcel, de la cual probablemente nunca vayan a salir. Y una de las peores historias es la de un jovencito, víctima de mutilación genital a causa de las supersticiones de la población.

Madonna decide colaborar con las organizaciones "Raising Malawi" que trata de mejorar sus condiciones de vida y con “Spirituality for kids” que trata de orientar a los niños en temas de espiritualidad que los hagan sentirse más seguros sobre sí mismos y les den herramientas para enfrentar y cambiar su realidad. Individualmente ayuda a los protagonistas del documental, adoptando a David, consigue la operación del niño que fue mutilado y le compra una casa y patrocina los estudios de otro de ellos.

La cinta es bastante fuerte y en los momentos en que se sentía bien pesada no podía dejar de cuestionar esta tendencia a ver documentales que me ha pegado recientemente, asociándola con un extraño masoquismo. El mundo es tan horrible, ¿por qué verlos? Conocer todas esas cosas no va a cambiar nada, con cada nuevo programa de esos se amplían aún más los límites de mi impotencia, de mi tristeza por pertenecer a una especie tan cruel y perversa que permite que sucedan todas esas cosas en el planeta. Sin embargo quiero pensar que aprender sobre la vida de las personas fuera de mi burbuja y sobre todos los mecanismos que nos mantienen en funcionamiento crea aunque sea un poquito de conciencia en mí, me hace cambiar, si es posible hasta mejorar. Tal vez por ahora esos cambios son graduales y por ende mi impacto sea mínimo, pero va a llegar el momento en que voy a ser parte de decisiones que podrían alterar el curso de mi ciudad, de mi país, tal vez hasta del planeta entero. A todos nos llegan esos momentos. Y es sólo a través de la conciencia que voy a ser capaz de tomar mejores decisiones, aquellas que sean éticas, responsables y en beneficio de mis semejantes y de todas las otras especies que viven con nosotros. Los documentales no son un incentivo para el optimismo: por cada hora de desgracias que presentan tal vez cinco minutos traten sobre los esfuerzos que se hacen para contrarrestarlas, pero aunque todo sea una causa perdida no es excusa para no tratar de cambiar las cosas, no puede quedar en nuestra conciencia nuestra falta de acción y querer ignorar lo que ocurre no elimina nuestra responsabilidad en ello. Y lo que ocurra con una tan sola persona afecta a todos los que habitamos la Tierra; no digamos un millón de niños huérfanos.

3 comments

  1. Uffa, no he visto ese documental, pero también entiendo ese sentimiento de masoquismo cada vez que veo cosas así... realmente me da tanta tristeza y ese sentido de impotencia al ver esas cosas. Pero yo también he creído, que en algún momento, cuando pueda, quiero ser un agente de cambio, en algún sentido u otro.

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  2. No lo he visto y sinceramente puede sonar muy egoista pero normalmente no me gusta ver esas cosas, salvo que cuenten historias bonitas, siempre se pueden ver historias bonitas en africa o en otros sitios con pobreza porque siempre mostramos lo malo???

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  3. Te puedo decir que entiendo tu incomodidad al ver este tipo de programas, especialmente porque como ciudadanos comunes y corrientes de un país lejano no hay mucho que podamos hacer directamente. El problema que yo veo es que esas cosas no dejan de pasar porque uno no quiera enfrentarlas y a veces uno puede ver su vida de una manera diferente cuando la compara con la de los demás. Suena horrible, pero no deja de ser cierto. Igual, como mencioné, yo soy una masoquista.

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