21 November 2011

El día del Hombre

Cierta campaña publicitaria de una cerveza proclama que el 19 de noviembre debería de celebrarse el día oficial del Hombre. Cuando leí esto me dije que sería interesante dedicarles un post, para equilibrar mi intento de celebración del día de la mujer. Es por eso que he pasado varios días pensando en qué es lo que me gusta de los hombres, qué los hace tan especiales y por qué son un mal necesario en este planeta. Rápidamente me di cuenta que soy una ardiente defensora de las mujeres –con una enfermiza adicción a las cosas de color rosado, lo reconozco-, pero cuando lo pienso bien creo que mi feminismo funciona sólo en teoría. En la vida real me relaciono mejor con los hombres, cuantitativamente tengo más amigos masculinos que mujeres y me siento más cómoda con ellos hasta para trabajar. Creo que nada puede superar la manera en que son directos, fáciles de entender y explícitos en sus intenciones.

Los hombres no tienen problemas para relacionarse con el mundo así como tampoco lo tienen con su cuerpo, no encuentran dificultades para estar en sintonía con él. Y no es de extrañarse: el cuerpo de una mujer es tan doloroso, sangriento, difícil de mantener y de satisfacer que es normal que queramos refugiarnos en las emociones, pensamientos, sentimientos y en toda esa plétora de basura abstracta que no existe y no sirve para nada pero por lo menos nos aleja de la dimensión física, del reino del sufrimiento y de la eterna tortura.

Todo es tan fácil con ellos. Según cierto libro que enseña a las mujeres a ser “brillantes”, la forma para seducir a un hombre se resume en enseñarle algo de piel, tocarlo y prestarle atención. ¿Alguien más se da cuenta de lo maravilloso que es este fenómeno? Para que yo siquiera considere entablar una conversación de más de media hora con un tipo tiene que tener buen gusto en música, haber leído más de tres libros en su vida, conocer los límites geográficos de América Central... son tantas exigencias que sólo pueden ser olvidadas si el tipo en cuestión es exageradamente atractivo, al punto de no necesitar pensar en lo absoluto, algo que ocurre con menos frecuencia de lo que uno podría desear.

Pues, me he dado cuenta que mi relación con los hombres ha cambiado con el tiempo. He aprendido a no tenerles miedo, no necesito que me protejan, no les tengo asco y tampoco necesito que me traten con guantes de seda. Finalmente puedo disfrutarlos por lo que son, sin querer cambiarlos. Son unas bestias, brutos, salvajes, neandertales, sólo quieren una cosa de las mujeres, en fin, son unos animales y que Dios los bendiga por eso. Son unas vacaciones del intelecto, de las complicaciones de haber nacido socialmente inferior y hay que reconocerlo, huelen muy bien. A pesar de todo debo confesar que no me gustaría ser uno. Yo asumo con orgullo y hasta con algo de felicidad las cargas que son mi cuerpo, mi sensibilidad y hasta mi sangre, pero me alegra saber que existe un refugio donde puedo olvidarme de todo eso. Así que, feliz día hombres, merecen no sólo oficializar un feriado en su honor, sino también dirigir una civilización, imponer las reglas que van a regir nuestra existencia en este planeta. Como si acaso ese no fuera el mundo en el que vivimos. Malditos bastardos.

A certain advertising campaign from a beer brand wants to promote November 19th as the day we should celebrate Men’s official holiday. When I read this I said to myself that it would be interesting to dedicate to them a post, so as to balance my attempt at celebrating Women’s day. That is why I have spent many days thinking about what I like about men, what makes them so special and why they are a necessary evil in this planet. I quickly realized I am an ardent defender of women –with an exaggerate addiction to all things pink, I’m aware-, but when I think about it thoroughly I think my feminism works only in theory. In real life I relate better to men, I have more male friends than women and I feel more comfortable around them even for work matters. I think nothing can overcome how upfront they are, easy to understand and explicit in their intentions.

Men have no difficulty relating to the world as well as relating to their body, they find no difficulty in getting in tune with it. It’s no wonder: a woman’s body is so painful, bloody, difficult to maintain and to satisfy, it’s only normal we’d rather turn to emotions, thoughts, feelings and all of that plethora of abstract crap that does not exist and is completely useless but at least keeps us away from the physical dimension, the reign of suffering and eternal torture.

Everything is so easy with them. According to a certain book that teaches women to be “brilliant”, they way to seduce a man can be summed up in showing a little skin, touching him and pay attention to him. Does anyone else realize how wonderful this is? For me to even consider engaging in a conversation of more than half an hour with a guy he has to have good taste in music, have read more than three books in his lifetime and he has to know the geographical limits of Central America… so many requirements that can only be tossed aside if the guy in question is incredibly handsome, to the point of not even having to think at all, something that occurs less frequently that I could hope for.

Well, I have realized that my relationship with men has changed with time. I have learned to not be afraid of them, I don’t need them to protect me, I am not grossed out by them and I don’t need them to treat me with silk gloves. I can finally enjoy them for what they are, without wanting them to change. They are beasts, brutes, savages, Neanderthals, they only want one thing from women; anyway, they are animals and God bless them for that. They are a vacation from the intellect, from all of the complications of having been born socially inferior and I have to admit, they smell really good. But, in spite of everything, I wouldn’t want to be one. I assume with pride and a certain joy the burden my body, my sensitivity and even my blood represent, but I’m happy to know there is a sanctuary where I can forget about all of it. So, have a nice day men, you deserve not only to have your own holiday, but also to run a civilization, to impose the rules that dictate our existence in this planet. As if this wasn’t the world we live in. Damn you bastards.

5 comments

  1. De nada!! (Después de levantar las piezas de mi cara, ego y esperanzas del suelo) :P

    Por cierto, se vuelve más fácil con nosotros cuando vamos a la barbería a pedir un corte "normal" y nos entienden, y tardamos menos de 10 minutos en salir y nos cobran menos de L.100.00.

    Pero gracias por decir que olemos rico :P

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  2. Oh snap! Buena respuesta!!!

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  3. Tenés razón! Feliz día malditos!

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  4. No se que me inquieta más: si la vergüenza como hombre de que se tenga tan poco concepto sobre nuestra capacidad de pensar, o el hecho de que no tengo mucho de mi lado para rebatirlo. Pero te queremos mucho :)

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  5. Jajajajajajajajaja!!! Pero sé que son inteligentes! No hace falta decirlo :P

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