25 June 2009

Living History

Hoy es un día de post, desde que me levanté y el calentador de agua no funcionaba y eran las 6 de la mañana en un día nublado; era un día de post. Fui a la universidad, a ese lugar horrendo que espero que se queme en su totalidad una vez que tenga cierto cartón en las manos. Desde que me firmaron una constancia de que terminé la práctica y las arpías de secretarias no se dignaron en explicarme cuáles son los siguientes pasos para conseguir el título, he truncado el proceso. He estado muy ocupada y el enojo que me dan los trabajadores que manejan esa universidad se transmite, por mi bien es mejor alejarme de ellos temporalmente. Pero hoy volví y me enteré que existe un manual que explica los trámites de graduación; un manual del que desconocía su existencia, que nadie había tenido la cortesía de avisarme que existía y que, como es habitual en el sistema educativo público, sólo se distribuye en una fotocopiadora que hoy estaba cerrada. Pasé por Tesorería preguntando cuánto cuesta liberarme de las cadenas del pre grado y me enteré que a los 2000 lempiras en auténticas del Colegio de Abogados, los 4000 del trámite en sí, los 2500 por hacerlo por ventanilla, los 100 lempiras de un timbre, el costo de las fotos que no recuerdo y los 30 lempiras de un carnet que nunca se emitió en toda mi vida estudiantil porque la máquina siempre estuvo mala, encima tengo que donar un libro a la biblioteca de la facultad. Qué descaro francamente.

Me fui al taller de curaduría en el que he estado toda la semana, y a la hora del almuerzo todo empezó. El país entero ha estado anticipando desastres para el fin de semana, pero no imaginé que todo se iba a adelantar al día de hoy. Los rumores entre mis compañeros eran que las Fuerzas Armadas y la policía se habían unido para decomisar el material electoral del domingo y que por su lado el presidente se había subido a un bus acompañado de sus secuaces a recuperarlo. Andaban diciendo que habían entrado al país aviones procedentes de Cuba y Venezuela con urnas o con soldados para apoyar a Mel y que la empresa privada había liberado a sus empleados para que huyeran de los posibles disturbios en las calles. Recibí una llamada de mi madre ordenándome que me fuera a la casa, pero yo había acordado esperar a alguien para regresar juntos, y sinceramente, prefería quedarme en el taller que salir a la ciudad. Tratamos de tener clase lo más que pudimos pero llegaron a decirnos que por órdenes de la embajada de España (estábamos en el CCET), el centro se tenía que cerrar. De remate empezó a llover. Así que salí a la calle, con un tráfico tremendo y sin un bus a la vista, a refugiarme a los Castaños. Tenía dos horas que matar pero por suerte no estaba desamparada: finalmente tenía un rato libre para leer. Afuera se escuchaban los estruendos de la tormenta y en un instante me afligí porque se oyeron unos ruidos que asocié directamente con disparos. Un vigilante salió corriendo en dirección a uno de los accesos, pero a los minutos regresó caminando normal. Poco a poco el centro comercial iba cerrando operaciones pero curiosamente había tanta gente adentro como en un día cualquiera. El libro estaba increíble pero la silla era muy incómoda, ya me quería ir, a pesar de toda la debacle que pudiera haber afuera.

De repente Mafer me envía un mensaje. Presentí lo peor -golpe de estado-, tomando en cuenta la última vez que se había puesto en contacto conmigo. Pensé en cómo a veces uno termina siendo testigo o partícipe de la Historia de manera involuntaria. Todo es tan difícil y tan complejo en circunstancias normales que me parece abrumador que se le agreguen preocupaciones sociales a las torturas individuales. Recordé a varios autores que han llegado a ser grandes a pesar o tal vez a causa de haber narrado los conflictos de sus países. Para ser una absoluta indiferente con respecto al nacionalismo todo indica que tendré demasiado que ver.

Así que respiré profundo y leí el mensaje: “¿Es cierto que se murió Michael Jackson? Acabo de revisar una página de CNN y confirman su muerte. Fue un ataque al corazón.”

Michael Jackson fue el artista de mi primera rebeldía. En mi casa de música toda snob, pseudo intelectual, hippie, progresiva, lo que sea, yo estaba pequeñita y decía que él era lo mejor del mundo. Era inconcebible: trabajaban tanto para resguardarme de todo peligro o amenaza externa que nadie entendía de dónde me había salido esa afición, pero yo recuerdo que con todo el orgullo de alguien de 4 años yo decía que era mi cantante favorito. Y así estuve por muchos años más.

Los conflictos de países al final sólo son manifestaciones a gran escala del tormento interno de sus habitantes. Este día trágico e histórico lo vivimos ambos, pero Mel podrá invadir el país todo lo que quiera; yo recordaré este día como aquel en que murió uno de los ídolos de mi infancia.

4 comments

  1. Anonymous11:57 PM

    Día muy interesante por cierto, todo lleno de emociones y sentimientos, yo hasta hace poco, que vine de correr... 915pm... me di cuenta que se murio Miguelito.
    Sip, crecí con el, tarareando y cantando, tratando de bailar como él, mas solo pude hacer el gritillo que siempre hacía.. JIJIII!!! JEEEUUOOMMM, COME ON GIRL!!... Bueno, que ya descanze de tanto problema, mientras nosotros, tenemos a Mel. GENIAAAL!

    Saludos y un fuerte abrazo Marcela.

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  2. jaja qué buen post Marcela, yo nunca fui fanática de Michael Jackson pero siempre era motivo de conversación, ahora ya no se podrá...

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  3. Me dio mucho pesar la noticia de M.J. :(

    Una leyenda...

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  4. Yo tengo tanto que decir, que ayer, redactando el post, se me hicieron 3 páginas. Espero sintetizar mas ideas sobre MJ. Espero que no tengan que pasar nada malo con esta situacion tan conflictiva en HN. Sorry.

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