“Los estilos arquitectónicos sólo existen para los que no saben. Para nosotros sólo existe lo que le gusta al cliente.” Todavía no logro entender cómo es que los arquitectos tengan fama de egocéntricos, cuando esta es la carrera en la que tu orgullo es lo que menos debe aparecer. Por una parte, debes trabajar en equipo. El refrán “ningún hombre es una isla” en realidad significa “ningún hombre tiene tiempo de estudiar arquitectura, ingeniería civil, ingeniería eléctrica e ingeniería mecánica al mismo tiempo”. Dependes de miles de pelados que creen que su área de maestría es lo más importante del mundo, y la protegen celosamente, sin embargo, debes lograr una armonía perfecta entre ellos, por que de eso depende tu pellejo.
Pero lo más importante aquí es que el que tiene el dinero tiene la última palabra. Veámoslo en una escala estudiantil: olvídense de la teoría o filosofía arquitectónica, cuando vas a clase de Diseño vas a promocionar un producto. Los primeros años vas con tu ingenua fiereza a demostrar que tienes la razón, y después de unos cuantos tropezones terminas entendiendo que tu profesor es tu cliente, y que si él prefiere las cosas de cierta manera, te conviene hacerlas de esa forma. No hay perspectiva de que las cosas mejoren en el futuro: en el “medio” es aún peor. Allí es donde todo deja de ser marketing para ser únicamente prostitución artística.
El proyecto en San Juancito requiere resaltar su historia y legado arquitectónico. En este lugar hay una fusión de influencias coloniales y norteamericanas, pero yo decidí obviar por completo la segunda y concentrarme en la colonial. Las empresas estadounidenses (con la ayuda de nuestro súper prócer Marco Aurelio Soto) llegaron, vaciaron las minas, deforestaron el bosque, y cuando ya no había más por robar, se fueron, dejando un pueblo que nunca más se recuperó, ni siquiera como destino turístico. No quería rendirle tributo a esa gente y preferí resaltar que a pesar de todo, tienen influencia de otros invasores, esta vez europeos, que también vinieron, saquearon y se fueron. Yo estaba en la cúspide de la emoción: estudié arquitectura islámica para incorporar elementos que dieran mayor riqueza formal (y por que estoy obsesionada con la música y la danza árabe ahorita), pero los disimulé para que no pareciera que me salía del tema. Pero mi arquitecto no pudo ser más claro: quiere algo gringo. No sólo eso, quiere que saquemos detalles de las construcciones que están en el sitio y los incorporemos a nuestra propuesta. Si todo sale bien, este es mi último diseño individual. Diseño 6 y 7 son en parejas, y Diseño 8 toda la clase hace un único proyecto. Si todo sale más que bien nunca más volveré a diseñar sola en mi vida y me dedicaré a escribir. Pero si me terminara dedicando a esto estaré sujeta a clientes, e ingenieros, a socios de empresas…
Así que el último diseño de mi vida va a ser una serie de copias sinvergüenzas de cosas ya hechas. Voy a tratar de parir algún tipo de justificación filosófica para esa cultura, para poder convencerme que tan siquiera en lo moral conservo algo de identidad. Y trataré de creer que esto es versatilidad, flexibilidad y no la venta descarada de mis habilidades.
Marcela,
ReplyDeleteHe leído su artículo y estoy de acuerdo con usted de que su vocación es la escritura. También comparto la idea de que Umberto Eco es un escritor fenomenal. Sin embargo, me motiva decirle, por este medio, porqué no ha mencionado todos sus puntos de vista en la clase?, solamente un compañero de ustedes se atreve a participar, a veces dando su opinión, pero la mayoría de las ocasiones es para dar un ejemplo o ilustrar el tema que estamos tratando.
Sinceramente creo que ha malinterpretado mis comentarios y se está apegando al pie de la letra de lo que expresamos. Mi punto de vista no es hacerle cambiar de opinión, al contrario, es que la defienda!!! Tiene mucho conocimiento, la lectura le ha dado herramientas para expresarse muy claramente, porqué no utiliza eso en el momento adecuado?
Por otro lado, la enseñanza es directamente proporcional a la voluntad de aprender. Le sugiero que tomé lo que es importante y deseche lo que no le sirve. Para que cultive su conocimiento tiene que alimentarlo y la única manera es interactuando con los demás.
Nuevamente, felicitaciones por su blog, espero que me pueda impresionar y de verdad sea una buena alumna, la que supera al maestro.
Arq. Luis Estrada
Estoy de acuerdo con lo que dice tu arquitecto.
ReplyDeletep.d: que bocho.
Pero la palabra más sutil es la que no se pronuncia.
ReplyDelete"la palabra más sutil es la que no se pronuncia" jajajaja, y qué con eso ?
ReplyDeleteGracias por hacerme reir un rato, yo te tengo otra frase: La velocidad más lenta es la reversa.
oh gawd!! what a situation!!! we must talk!!
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