Cuando los planetas se alinean correctamente, el internet de Claro funciona a la velocidad de la luz, Herminio tiene internet de Claro, y Herminio es tan amable en suplir mis necesidades de piratería. Estamos en temporada de discos nuevos, y ayer tuve la oportunidad de escuchar tres de ellos que ni siquiera han salido a la venta aún: los lanzamientos de Santa Tori Amos, Santa Bjork y, en proceso de canonización, Feist.
Por supuesto, mi primera prioridad fue Tori. Ella me ha hecho sobrevivir los últimos cinco años de vida, y creo que he expuesto lo suficiente sus maravillas a lo largo de este año y fracción del blog. Pero yo puedo ser increíblemente objetiva si me lo propongo, y estoy a punto de demostrarlo. En “American Doll Posse”, Tori encarna a cuatro diferentes personajes, cada una con su propia peluca y vestimenta, que ella explica, son cuatro diosas griegas en versión moderna, y en las que se apoya para poder expresar cosas que no necesariamente son fáciles de decir para ella, en su versión normal. Lo interesante de la carrera de esta pianista, es la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo. Ella toca desde pequeñita, estudió en conservatorio desde los 6 a los 13, y desde entonces trabajó como número musical en bares, mientras trataba de conseguir un contrato disquero. Pero le costó bastante, y sólo consiguió uno cuando se convirtió en una rockera de segunda categoría, tratando de emular a Pat Benatar. Cuando eso fracasó, no tuvo otra opción que ser honesta consigo misma, y el resto es historia. Sus discos son bastante conceptuales (aunque sea un concepto que sólo ella entienda); siempre tienen un hilo conductor que le da coherencia a la historia que quiere contar. Desde luego, hay que investigarla a parte, buena suerte al que la encuentre sólo con la música y las letras. Cuando Tori se casó y tuvo una hija, después de varias tormentosas eventualidades que narra en discos anteriores, su música dio un peligroso y extraño giro. El primero fue dejar de componer su propio material y hacer un disco de covers de canciones de hombres que hablan de mujeres, en el que cada canción era una mujer diferente, con su propia peluca y vestimenta. El segundo fue inventarse un alter ego que recorre Norteamérica después del 11 de Septiembre. Y el tercero resultó un producto ligeramente insípido y repetitivo, con unos cuantos momentos brillantes. Así que me crispé por que la idea de este nuevo material eran ahora cuatro alter egos, con disfraces distintos, hablando sobre la cultura norteamericana. Después de escucharlo, respiro algo tranquila. Tori contrató a una banda completa: no más cantante/compositor solitaria. Ahora a los cuarenta años, finalmente se cumple su sueño de ser una buena estrella de rock. Oscila entre la una ternura disimulada y una ferocidad extrema, como una leona indignada por el mundo desbaratado en el que tiene que criar a su cachorro.
El único reclamo que le hago es haberse dejado llevar por la auto indulgencia hasta un nivel que no le permite reconocer la necesidad imperativa de cambiar. Son ciertos detalles: por ejemplo, la forma en que termina sus canciones. En “Scarlet’s walk” todas las canciones finalizan con una nota prolongada de su voz, cuando se han apagado el resto de los instrumentos. Hizo lo mismo en “The Beekeeper” y aquí lo está repitiendo. Y tiene que editar sus discos, urgentemente. 23 canciones son demasiadas, sobre todo cuando hay tantas de ellas que son descartables, o que cumplirían mejor su propósito como lados B. Fuera de eso, me alegra ver a Tori en su cúspide, a gusto con la vida y con su arte.
yo tambien hice el, para algunos´'infiel' acto de descargar el cd de bjork antes que salga...y me parecio...mmm..mejor lo dejo para un post despues. el de tori me lo bajare para surtir mis necesidades de pirateria. me interesa simplemente escucharlo por su reputacion anterior. confieso no saber mucho de ella...pero estoy dispuesto a aprender.
ReplyDeleteDos de esos álbumnes me interesan: El de Tori Amos y el de Feist... El de Björk, no tanto... No soy tan fan de ella. No me gustó mucho "Earth Intruders". El que más quiero es el de Feist... Decime dónde lo encontraste! Yo lo ando buscando por todos lados! :(
ReplyDeletevieras que todavia estoy indeciso de comprar el disco de tori... siento que escuche su musica en una epoca muy tormentosa de mi vida y siempre que escucho alguno de sus discos anteriores me remonto a epocas mas dificilaes. sin embargo, este parece muy diferente... me llama mucho la atencion la fotografia y las fichitas de cada personaje, segun entiendo vienen con datos de los mismos. suena mucho como a los libritos de mortal kombat (que narraban el background de cada jugador) y yo los amaba mas que el videojuego per se. en fin, cuando te vea en el msn me contas mas del disco para ver si me decido. luv ya marcelita!
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