Tengo frente a mí a esta gran masa de enojo. Yo mido 1.60, así que no le cuesta nada ser más grande que yo. Generalmente logro domesticarla, o mantenerla entretenida con trabajo, algunas compañías placenteras, películas o clases de baile, pero sólo requiere de pequeños pinchazos para que las cadenas se liberen y me maneje a su antojo. Yo, la niñita obsesionada por mantener orden y control en su vida, súbitamente ve expuestas las fallas en su sistema de una manera tan obvia y vergonzosa.
No es por que no trate, lo juro. Repaso mentalmente todos mis tecnicismos aprendidos en libros pseudo espirituales, pero nada logra desahogarme. Busco una explicación, un propósito, pero todo suena tan inútil, tan superficial, consuelo barato. Si doy rienda suelta a la furia, dentro de límites que no incluyan maltrato psicológico a terceros, o dolor físico auto infligido, no quedo satisfecha. La bestia se alimenta aún más a causa de esas privaciones.
Lo más irónico de todo esto, es que no tengo escape posible. Tengo que enfrentar esta situación bien alerta y consciente: optar por alguna distracción decadente sólo implicaría soportar por más tiempo esta dependencia que aborrezco. Así que estoy atada de manos y pies, condenada por dos años más.
yo te calculo menos de 1.60 mts
ReplyDeleteAsi chiquita sos bonita.
ReplyDeletepd.: no les molesta la gente anónima ? que cobardes jaja.
Ay Marce! Vos no sos tan pequeña físicamente... Pero sobre todo, no sos para NADA pequeña espiritualmente. Vos tenés tanto mundo dentro de vos que me sorprende. Y pues, en cuanto al físico, hay más pequeñas que vos... :D AQUÍ ESTOY YO PARA SALVAR EL DÍA! JAJAJA
ReplyDeleteQue esa gente deje de buscar las modelos de aquel fotógrafo que sólo le gustaban rubias, altas y con piernas largas!