30 June 2007

The Secret

La semana pasada hubo una conferencia sobre fortalezas coloniales en Honduras, en el centro para la mujer Ilama, un lugar que funciona como residencia para estudiantes universitarias, pero que también tiene aulas para cursos y capacitaciones, además de una capilla, porque está dirigido por el Opus Dei. Una de mis maestras de la universidad dio la charla, y al terminar, se quedó conmigo y con otra chava más, platicando. Nos mostró el edificio, y en medio del tour, nos hizo La Pregunta: ¿Ustedes son católicas?

La otra chava respondió que sí, lo mismo que yo hubiera dicho si estuviera en mi modalidad “Diles-lo-que-quieren-escuchar”, pero algo en mí decidió ser honesta y decir que no. Expliqué que estoy en una etapa de cuestionamiento y que no asisto a ningún tipo de orientación religiosa. Mi maestra se sintió intrigada por mi respuesta. Ella también pasó por una época similar antes de volver a practicar el catolicismo, y quería indagar más sobre mis creencias o falta de las mismas. Pero no teníamos más tiempo para seguir platicando en ese momento, y me invitó a las clases de doctrina católica que ella imparte los viernes en la tarde.

Salí mortificada de ese lugar. No quiero sentirme comprometida con una profesora, mucho menos por algo tan personal como mis decisiones espirituales, y me sentiría muy mal si ella decidiera tratar de reconvertirme, especialmente porque lo veo como algo difícil, imposible. Pero estuve los días siguientes preguntándome por qué sencillamente no mentí para salir del paso. Tal vez en un nivel inconsciente sí busco alguna guía, una creencia, y esta invitación abriría nuevas e inexploradas posibilidades, como la de volver a tener un sistema de valores, algún tipo de fe, algo que me haga sentir menos desamparada en el mundo. Pensé que yo había atraído esta situación.

Toda la semana me revolvía por dentro la angustia de imaginarme siendo católica otra vez. Sería tan irónico después de todo lo que he tenido que pasar y la gente que me ha hecho sentir mal por no serlo. Puse en tela de juicio todo mi cinismo, mi orgullo por no tener que aferrarme de ninguna divinidad ni de algún profeta para darle propósito a mis actos y mi aparente libertad filosófica pero consecuente vacío existencial. Al final decidí ir y escuchar con una mentalidad abierta, pero con una estricta política de “voy a seguir siendo sincera, a pesar de todo”.

Llegué, justo a la hora, y me entero que no ha llegado nadie, ni la maestra ni ninguna otra alumna. Perfecto, tengo un libro, puedo esperar. A los veinte minutos entra una chava de mi facultad que conoce mi nombre, pero que no tengo idea de cómo se llama porque nunca nos hemos relacionado (me pasa muy seguido). Ella es muy amable y nos quedamos platicando. Veinte minutos más tarde, nos avisan que la maestra sufrió un retraso, que la esperemos. Se supone que la clase dura cuarenta y cinco minutos, pero tenemos una hora de estar allí cuando la maestra llega. Es una señora que yo nunca he visto en mi vida, la otra persona que se turna con mi profesora para dar la clase. A mí me están esperando para llegar a recogerme, e independientemente de eso, no tolero la impuntualidad, y esta la interpreto como la señal más clara de que me encuentro en el lugar equivocado. Por suerte la otra chava tiene que irse también, y yo no puedo/quiero ir mañana a una charla con un sacerdote. La profesora se disculpa, e insiste en que nos quedemos aunque sea para una sesión ultra rápida mientras nos llegan a recoger. Pero hasta de esa me salvo, porque llegan por mí.

Miles de veces ocurre que me suceden eventos extraños que podrían tener mucho potencial y al final terminan esfumándose como tiempo perdido. ¿Por qué los atraje en primer lugar? Esa ley de la atracción es toda bizarra.

7 comments

  1. Ese sentimiento de alivio es tan increíble, eso de que unno no encuentra cómo salirse de algo, pero lo llegan a recoger, o cae una llamada y uno hace gran drama como "me acaban de llamar y tengo que irme".

    Considero que la impuntualidad fue una forma del universo para decir eso no era el lugar o situación adecuada. ¿Deberíamos celebrar porque los eventos se dieron así?

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  2. i agree, these things are so bizarre indeed... i'm through with trying to understand them i just let go.

    i had a skeptic period, when i rejected any idea of divinity, even if sometimes i felt plagued by such concepts. one certain night a friend was on trouble and asked me to pray with her. that shocked me; i hadn't prayed for ages, but there i was breaking my pattern for someone else's sake. i saw that as my sign that i could have a g-d reference inside me.

    later i realized that my idea of spirituality was mistakenly connected to my mom's, which in that time i rejected vehemently. then i learned that the g-d experience is utter and utmostly personal. when someone asks me which's my religion i say "none", which doesn't mean i don't believe in g-d. i guess i just freed myself from dogmas.

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  3. Marcelita talvez lo q ocupabas no era la doctrina católica en si, si no el spark que te hiciera preguntarte todas esas cosas.
    Acordate que the universe works in mysterious ways.

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  4. Antes era algo temeroso al enfrentar a alguien cuando me preguntaban mis creencias, porqeu decir que uno es budista en nuestro contexto es casi causa de risa o de falta de cordura de parte de los interrogadores y recibes una mirada de excomulgación y lastima porque creo en eso, pero ahora me gusta que me la hagan y contesto con mi verdad, con mi percepcion del universo a traves de mi, y me ha llevado a discusiones interesantes, primero, cuando me hacen la pregunta, lo tomo con la sensación de que diga lo que diga, estoy tan claro y nada me va a hacer cambiar, pero luego me abro a escuchar sus puntos y opiniones, y veo a la persona mas alla de lo que ella cree o me esta tratando de meter, antes que creciera el concepto de religion y Dios en el, el ya era un ser humano, y punto, entonces me pongo a imaginar en que ese humano por experiencias, enseñanza de pequeño, fue formando su camino, y es valido para la persona aunque esa incluya convertir a fuerza a las demas personas para que crean en su camino como el unico camino.

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  5. Yo vi esa película "The Secret" dónde hablan de la ley de la atracción. Deberiamos comentarla.

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  6. Anonymous8:56 PM

    Y para rematar, me adelanté. (risa malvada)

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  7. Las únicas veces en las que he ocultado mi ateismo es cuando estoy con alguien del OPUS, y eso es porque se que hacen del convertirte al catolicismo una cruzada personal. Despues de tres años en Antares, en los que vi evangelicos que fueron manipulados hasta el punto de hacer la primera comunion y confirmarse, solo te puedo dar un consejo. "Si estas frente alguien del OPUS decile lo que quiere oir"
    Those people are anoying.

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