Cada profesión tiene una temporada en el año en el que se proyecta hacia el público en general, mostrando lo mejor y lo más novedoso que tiene que ofrecer. En el mundo de la moda son todas las Fashion Weeks en las ciudades más importantes de Estados Unidos y Europa; en el panorama arquitectónico de Honduras es la Expo Construye.
Mi adicción a las Expo Construyes es lo único que resultó provechoso de una clase de otra forma inservible del plan de estudios en la universidad. Estaba apenas en segundo año de carrera y se nos asignó ir a recopilar la mayor cantidad posible de brochures. Sin entender muy bien el propósito de la tarea nos dedicamos a recorrer los numerosos stands pidiendo publicidades, muestras, catálogos, libretas y lápices regalados. Con los años he acumulado una buena cantidad de folletos, pero es hasta ahora que entiendo que todos esos productos podrían ser usados en proyectos reales y que la verdadera utilidad de ir todos los años a platicar con todos esos proveedores es obtener ideas sobre la variedad existentes de sistemas constructivos, apreciar alternativas en acabados y aprender de una vez por todas a poner especificaciones de manera extensa y correcta en los planos. Eso y que me regalen bolsas de cemento en miniatura, pequeños ladrillitos y latas de pintura que uso como decoraciones en mi cuarto.
Este año la Expo Construye se realizó en un hotel de la capital, que dedicó dos niveles enteros a promocionar empresas que iban desde las tradicionales de pintura, tuberías, cerámicas, hasta equipo de seguridad, diversas empresas inmobiliarias, e incluso los colegios profesionales (!??).
En el ingreso había una columna de columna de PVC, muy apropiada como decoración.













Uno de nuestros modelos de este año, Herminio, no muestra este magnífico vidrio templado curvo que resiste el peso de una persona.









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