“(…) cada vez que proyecto, advierto la tragedia de las condiciones en que me hallo, sin poder escapar a ellas; pero, no obstante, proyecto precisamente porque a dicha tragedia opongo la posibilidad de un algo positivo, que consiste en la mutación de aquello que es, y que yo acciono en el proyectarme hacia el futuro. Proyecto, libertad y condiciones se articulan entre sí, mientras yo advierto esta conexión de estructuras de mi actuar según una dimensión de responsabilidad.”
Ayer me di cuenta que en cualquier momento podría sufrir de amnesia psicogénica. Perder por completo la noción de quién soy, dónde vivo, a quién conozco y qué he hecho de mi vida, sin ningún factor físico causante, sino por causas psicológicas, que una vez que haya olvidado todo, no voy a ser capaz de descifrar. El tipo del documental que usaron para ejemplificar este fenómeno, trabajó muchos años como corredor de bolsa, y luego se dedicó a ser fotógrafo, antes de perder su memoria. Me dormí antes de que contaran qué pasó con él, si pudo reestablecer relaciones con su familia, o si había alguna causa para lo sucedido, así que estoy sola con mis paranoias. Corredor de bolsa. Estudiante de arquitectura. Tienen más cosas en común de lo que desearía.
Me alarmé, por que si se pudiera borrar el pasado como en la película de Michel Gondry, yo sí sería una voluntaria, pero nunca me imaginé que fuera algo que yo podría provocar inconscientemente, o que me puede suceder, en cualquier lugar o cualquier momento. Pensé en posibles soluciones: llevar permanentemente en mi billetera una tarjeta con mi nombre, dirección y teléfono en el cuello, con específicas instrucciones de dónde encontrar mi diario, en el que va a estar escrita “La historia de mi vida hasta ahora y lo que hay que saber sobre la gente que conozco, en caso de pérdida de la memoria”. Allí encontraría fotos de mi infancia, ilustrando únicamente lo que quiero recordar de ella, y descripciones lacónicas de mi familia y de mis amigos, para dejar espacio a nuevas opiniones sobre ellos. No puedo olvidar una sección de “gente a evitar a toda costa”. Estaba pensando incluir una lista de “libros ya leídos”, para no repetir.
Es que el verdadero enemigo de la realización plena es la memoria episódica. Si tan solo pudiera lograr que las lecciones aprendidas fueran almacenadas, pero no la forma en que se obtuvieron. La “tragedia de las condiciones en que me hallo”, son todas esas ataduras del pasado que no se logran aflojar. He aprendido a que hay que aceptar los aspectos luminosos y los oscuros de uno mismo, para que en algún momento dejes de identificarte con ambos y te liberes, y llegues a la iluminación, blah, blah, blah. Me frustra que no hay forma práctica de que eso pase. No puedo confiar en ninguna teoría, en ningún maestro, en ninguna práctica. Sólo puedo seguir haciendo lo que hago todos los días, rogando por que en algún momento yo sea diferente, y vea las cosas diferentes, pero si no he hecho nada por lograrlo más que observarme a mí misma, no entiendo cómo se supone que voy a cambiar. Claro, todas esas son palabrerías muy inteligentes, pero que no muchos van a corroborar mientras estén vivos. He caído en la trampa de la espiritualidad: si sigues el camino hasta el final, sólo hay un agujero negro esperándote. Pero la vida considerada pragmáticamente, sin creer en nada, es un vacío las 24 horas del día.
También estoy harta de leer que el amor es lo que te hace trascender. El amor de pareja, el amor de los padres, el amor a la humanidad. Después hay que empezar a desentrañar el origen del amor: el amor hacia uno mismo. ¿El amor hacia uno mismo basándose en qué? “En nada, en sólo el hecho de ser”. ¡Eso no es suficiente! Y trato de hacer cosas, y de decir cosas, de ser cosas sólo para que creer que eso va a significar algo, pero resulta que no.
“Hay una antinomia propia al presente: por una parte se le define por el ser: es presente lo que es por oposición al futuro, que no es todavía y al pasado que ya no es. Pero, por otra parte, un análisis riguroso que pretendería despojar al presente de todo lo que no es, es decir del pasado y del futuro inmediato, encontraría nada más un instante infinitesimal, es decir (…) el término ideal de una división llevada al infinito: un vacío.”
Este momento preciso no es nada, el momento siguiente cuando sea el presente va a seguir siendo nada, y este momento, cuando esté en el momento siguiente va a ser un recuerdo de la nada. Sí, si pudiera mandar todo mi pasado al carajo lo haría. Y el futuro. Y el presente.
Ayer me di cuenta que en cualquier momento podría sufrir de amnesia psicogénica. Perder por completo la noción de quién soy, dónde vivo, a quién conozco y qué he hecho de mi vida, sin ningún factor físico causante, sino por causas psicológicas, que una vez que haya olvidado todo, no voy a ser capaz de descifrar. El tipo del documental que usaron para ejemplificar este fenómeno, trabajó muchos años como corredor de bolsa, y luego se dedicó a ser fotógrafo, antes de perder su memoria. Me dormí antes de que contaran qué pasó con él, si pudo reestablecer relaciones con su familia, o si había alguna causa para lo sucedido, así que estoy sola con mis paranoias. Corredor de bolsa. Estudiante de arquitectura. Tienen más cosas en común de lo que desearía.
Me alarmé, por que si se pudiera borrar el pasado como en la película de Michel Gondry, yo sí sería una voluntaria, pero nunca me imaginé que fuera algo que yo podría provocar inconscientemente, o que me puede suceder, en cualquier lugar o cualquier momento. Pensé en posibles soluciones: llevar permanentemente en mi billetera una tarjeta con mi nombre, dirección y teléfono en el cuello, con específicas instrucciones de dónde encontrar mi diario, en el que va a estar escrita “La historia de mi vida hasta ahora y lo que hay que saber sobre la gente que conozco, en caso de pérdida de la memoria”. Allí encontraría fotos de mi infancia, ilustrando únicamente lo que quiero recordar de ella, y descripciones lacónicas de mi familia y de mis amigos, para dejar espacio a nuevas opiniones sobre ellos. No puedo olvidar una sección de “gente a evitar a toda costa”. Estaba pensando incluir una lista de “libros ya leídos”, para no repetir.
Es que el verdadero enemigo de la realización plena es la memoria episódica. Si tan solo pudiera lograr que las lecciones aprendidas fueran almacenadas, pero no la forma en que se obtuvieron. La “tragedia de las condiciones en que me hallo”, son todas esas ataduras del pasado que no se logran aflojar. He aprendido a que hay que aceptar los aspectos luminosos y los oscuros de uno mismo, para que en algún momento dejes de identificarte con ambos y te liberes, y llegues a la iluminación, blah, blah, blah. Me frustra que no hay forma práctica de que eso pase. No puedo confiar en ninguna teoría, en ningún maestro, en ninguna práctica. Sólo puedo seguir haciendo lo que hago todos los días, rogando por que en algún momento yo sea diferente, y vea las cosas diferentes, pero si no he hecho nada por lograrlo más que observarme a mí misma, no entiendo cómo se supone que voy a cambiar. Claro, todas esas son palabrerías muy inteligentes, pero que no muchos van a corroborar mientras estén vivos. He caído en la trampa de la espiritualidad: si sigues el camino hasta el final, sólo hay un agujero negro esperándote. Pero la vida considerada pragmáticamente, sin creer en nada, es un vacío las 24 horas del día.
También estoy harta de leer que el amor es lo que te hace trascender. El amor de pareja, el amor de los padres, el amor a la humanidad. Después hay que empezar a desentrañar el origen del amor: el amor hacia uno mismo. ¿El amor hacia uno mismo basándose en qué? “En nada, en sólo el hecho de ser”. ¡Eso no es suficiente! Y trato de hacer cosas, y de decir cosas, de ser cosas sólo para que creer que eso va a significar algo, pero resulta que no.
“Hay una antinomia propia al presente: por una parte se le define por el ser: es presente lo que es por oposición al futuro, que no es todavía y al pasado que ya no es. Pero, por otra parte, un análisis riguroso que pretendería despojar al presente de todo lo que no es, es decir del pasado y del futuro inmediato, encontraría nada más un instante infinitesimal, es decir (…) el término ideal de una división llevada al infinito: un vacío.”
Este momento preciso no es nada, el momento siguiente cuando sea el presente va a seguir siendo nada, y este momento, cuando esté en el momento siguiente va a ser un recuerdo de la nada. Sí, si pudiera mandar todo mi pasado al carajo lo haría. Y el futuro. Y el presente.
"La palabra mas sutil es la que no se dice, la acción mas sutil es la que no se hace y el cambio mas sutil es el que no se busca". Tony
ReplyDelete"El amor es claridad de visión y exactitud de respuesta" J. Krishnamurti
Se dice que el deseo de alcanzar la iluminación es el último obstáculo para alcanzarla.
el pasado marca nuestro presente y futuro... si no recordamos nuestro pasado da igual que nos traumatice nuestro presente ya que desaparece por si solo, y con el también nuestros buenos momentos... y para que sirven si no estos ... para recordarlos
ReplyDeleteUgh yo vi ese docu también, me encantó, yo hubiera tratado de convencer al inglés ese que era mi novio antes de perder la memoria. He was hot!
ReplyDeletePero si verdad, super existencial todo, cada día se me complica más mi percepción de quien soy o no.
Antes creía que lo determinaba el entorno, pero lo dejé atrás. Ahora que pensaba que yo mismo podía determinar eso, me salen con que puedo perder la memoria y ya no soy yo!
Marce...yo creo q aveces es necesario recordar qué fue lo que nos hizo aprender una lección(la memoria episoidal) para recordar bien qué es lo que nos llevo a eso.Es necesario estar bien conciente del pasado para vivir bien el presente a concho y forjar un buen futuro..Sin la memoria tampoco podrias recordar los momentos buenos..1 beso
ReplyDeleteEs muy interesante el escrito. Motiva muchas reflexiones porque es el resumen del camino de la vida. Mi impresión es que el presente no es un momento ínfimo, insustancial, sino el tiempo real de la conciencia en todo momento. Es presente está, día tras día, aunque miremos hacia atrás o intentemos percibir lo que sucederá mañana. Y sobre los cambios, mi impresión es que no son conceptuales, aunque al final puedan serlo. Los cambios son el resultado de la experiencia. Tiempo, disciplina y paciencia. Como los del aprendiz que a los años llega a ser un excelente carpintero. Un saludo.
ReplyDeleteSi me facilitaras algún correo electrónico te podría hacer llegar varios Libros de Bolaño.
ReplyDeleteUn abrazo
PD: luis.herrera@gmail.com
TENES que verla! Vos sabes que yo siempre me emociono por todo, pero esta es una de las películas que definieron los 90. Cual "Schindler's List" ni nada, al "Piano" le robaron el Oscar!
ReplyDeletehttp://www.youtube.com/watch?v=OTohhIHzcRM
Oooh además que tiene quizás una de las partituras más memorables y evocadoras (te lo juro que te lleva de regreso a la película)que he escuchado en mi vida.
ReplyDeletehttp://www.youtube.com/watch?v=S-I6FKa1W9U
tenia que comentar acerca de la pelicula:
ReplyDeleteEs muy buena, que bueno que a alguien le guste.
la marihuana es buena para recordar los buenos momentos y olvidarse de los otros. nunca había leído algo así, es similar a cosas que pienso, solo que para la palabra es ni un brillo, si lo pienso más aún es fácil de decir, que todo es bastante aburrido, predecible, anacrónico pero ahi estamos, quemando la pipa para parecer huevones.
ReplyDeletesaludos.
Pero la música se escucha riquísimo.
ReplyDeleteLuego de ver el documental, del tipo que perdio la memoria de la nada, comencé a investigar en internet acerca de el, del documental, de lo que habia pasado con el , y me encontré con sitios y foros en los que se plantean la posibilidad de que el tipo lo esté fingiendo que perdió la memoria, para que? para huir, para tener otra oportunidad, para escapar de alguien, escapar de una realidad y darse la oportunidad de comenzar otra. A mi me gustó el documental , realmente tengo la duda si finje o realmente pérdió la memoria asi de un solo y finje todo.
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