Es comparable al sentimiento de los dos hermanos que se detestan y que viven insultándose, pero que no toleran que nadie más hable mal de ellos: me cae tan mal que extranjeros que vivan en mi país tengan el descaro, la ingratitud y la mala educación de hablar mal de él, aún peor: hablar mal de él frente a mí. Vivir en Honduras es como ser el hijo de una mujer que está enamorada de un hombre que la maltrata constantemente: no se puede evitar quererla porque es tu madre, pero la lógica y el sentido común te hacen detestar su masoquismo. De allí el deseo de huir de su lado lo más pronto posible. Pero nadie más tiene el derecho de expresarse así de ella; yo nací con él y me lo he ganado viviendo 23 años aquí, siendo testigo de todo lo que pasa, siendo afectada directa o indirectamente por las decisiones de la gente dañina y sinvergüenza que ha dirigido y dirige actualmente este lugar. Que vengan personas de otro lugar con delirios de grandeza y superioridad porque vienen de cualquier lado que ellos juran que es mejor que este y que por ello se sientan con la potestad de pasar por encima de nuestras leyes porque les parecen absurdas: me consumen las ganas de decirles que se regresen al agujero del cual salieron y que vivan en su eterna ignorancia y estupidez. Yo estudié en un colegio donde la mayoría de los maestros eran extranjeros, donde todo el enfoque de la educación era para salir de aquí y para glorificar Europa, y nunca en esos 14 años escuché a ninguno de esos profesores hablar mal de Honduras, ya sea por educación o porque realmente se sentían bien. Muchos de ellos se casaron con hondureñas, se quedaron viviendo aquí o tenían mucho pesar de irse cuando sus obligaciones laborales así lo exigían. La verdad es que no entiendo de qué podría quejarse un extranjero en este país si nuestra autoestima es tan baja que todo lo que no sea nacional lo consideramos automáticamente mejor y ellos nos parecen tan exóticos que nos enamoramos sin problemas de cualquier ojo azul, piel ligeramente más clara o acento incomprensible. Aquí nadie va a sufrir de ese enfermizo racismo, discriminación o repudio a los inmigrantes que yo nunca he podido concebir realmente porque he estado tan acostumbrada a que se tiene tanto que aprender del que viene de afuera.
Que tenga bien claro todo aquel que se atreva a quejarse de mi país cuando disfruta de los beneficios que él le da, o que está viviendo gracias al trabajo que aquí se le provee, que su ignorancia es realmente lastimera, y que dependiendo de la región de la que venga lo más seguro es que tenga deudas históricas con Honduras porque su país le robó algo al nuestro o se mantiene en su lugar gracias a nuestro servilismo. Si encima de eso es además un centroamericano que sepa que hay numerosas empresas de transporte terrestre que podrían terminar con su tortura y que con mucho gusto lo veríamos partir para nunca regresar, y que nos despediríamos de la mejor manera que sabemos hacerlo: con baches en la carretera.
Fijate que iba a hacer un post, pero en el sentido inverso al tuyo.
ReplyDeleteNo puedo soportar que alguien me diga que todo esto es bello (la frase común "si Honduras es bella"); pero sólo cuando me lo dice un nacional, esa persona es para mí un conformista sin remedio y acepatará nuestra realidad sin tener la mínima intención de cambiarla. Esta opinión ha hecho que me tilden de apatrida, antipatriota, etc...
Yo creo, cómo me dijo un profesor de linguística, que la belleza de Honduras esta en lo que puede ser y no en lo que es.
Me parece tan divertido y hasta cierto punot irónico, que los comentarios más ofensivos que he escuchado por parte de extranjeros vienen de personas de habla hispana, en especial de latinoamericanos. Al menos las personas que yo he tenido la oportunidad de hablar, alemanes, asiáticos, rusos, nórdicos, etc., y hasta estadounidenses, por lo general mencionan lo mucho que les agrada aquí. Claro, no es como que dejan de lado el decir que es peligroso pasar por ciertas zonas, o que la gente algunas veces es impuntual, pero ellos mencionan que lo bueno que han encontrado aquí sobrepasa a esas cosas malas. Al menos eso lo hacen frente a mí.
ReplyDeleteSerá algo latinoamericano? Lo cual sería el colmo basándonos en la historia compartida que todos estos países poseen.
puchica si "HONDURAS ES BELLA" lo digo de corazon y no soy un conformista...
ReplyDeleteaun con todo lo que pueda perfeccionarse, solo es cuestion de salir de la ciudad ver los paisajes, ir a un pueblo y ver la humildad, lo servicial de la gente, y lo luchadora que es...
es cierto nos debatimos entre el conformismo y el pesimismo... creo que lo que nos hace falta es competir contra nosotros mismos... valorar lo nuestro y forjar desde nuestras vidas un lugar mejor...
que no venga ningun extranjero hijo de p... a hablar de mi tierra
No quiero predicar superioridad de país, pero te cuento que aquí en C.R. podríamos eventualmente ganarte con el tema de los huecos en las calles; ciertamente no he ido a Honduras, pero dudo que haya un país con más porquería de carreteras que esta.
ReplyDeleteYa sabés lo que pienso sobre el nacionalismo. Andamos parecidos de hecho...
Un abrazo
dz