A medida que voy creciendo aprendo a cerrar los ciclos de una manera más pacífica, alegre, casi madura. Veo hacia atrás y sólo a un año de distancia toda aquella turbulencia me parece casi extraña, como si no hubiera sido nunca parte de mí. Yo soy una fiel creyente de que el secreto de la felicidad es la mala memoria y así excuso mi pobre retentiva, pero tengo ejemplos para respaldarlo. En mi primera actividad como voluntaria per se yo era la encargada de recibir a los invitados al lanzamiento de la página diversidadahora.com y uno de ellos me parecía extrañamente familiar. Sé que lo había visto antes y no sólo eso, sabía que me caía mal. Lo asocio con mis primeros años de la universidad y con gente muy desagradable, pero no recuerdo exactamente por qué terminamos en malos términos. Mi amnesia me dio la habilidad de sonreírle y de seguir mi vida con naturalidad: si no lo recuerdo no lo conozco, y si no lo conozco no tengo problema con él. Y no es la única persona que se ha aprovechado de mi alzheimer prematuro; me he estado reconciliando con personas con quien he tenido muchos conflictos antes, algunas muy cercanas y otras con quienes había perdido el contacto por completo. He tenido la oportunidad de hablar con personas a quienes no conocía pero que ya habían sido estigmatizadas bajo mis delirios de superioridad y resulta que no sólo son tranquilas, son potenciales amigos. Hoy que terminaba la práctica estaba lamentando no haber podido conectarme mejor con mis compañeros de trabajo al punto de que ese día final iba a pasar desapercibido por todo mundo… hasta que me llamaron a una oficina donde me tenían preparada una fiesta sorpresa y clandestina, con pastel de chocolate. Me fui a despedir de todos y estaba contenta por haber estado allí aunque estaba consciente de que ahora es momento de empezar otra cosa. No siento que dejo cabos sueltos, ni deudas kármicas ni nada, cumplí con lo que tenía que hacer y si tuviera la oportunidad de repetir todo lo haría exactamente igual; hice lo mejor que pude. Mi consciencia tranquila es la mejor recompensa que puedo tener.
¿Quién iba a decir que yo iba a terminar creciendo?
Awwwwwwwww, como crecen y dejan el nido...
ReplyDeleteAdelante, que esto apenas va comenzando y cosas mejores sin duda llegarán.
Como deja el nido usted que va a empezar a trabajar más bien! :'( No más cafés a las 8 de la mañana...
ReplyDeletePresiento que en un futuro, tendrás muchas más satisfacciones de sentir que cumpliste con lo que tenías que cumplir y vas a ver cómo estas dejando mas huella, y marcando gente, sin habertelo propuesto.
ReplyDeleteProud o U. Congrats!
Ay, que bonito post.
ReplyDeleteQue pinta eso de la satisfacción :D