29 May 2009

“Un día una adolescente, otra yo misma, mojaría con sus lágrimas una novela en la que yo habría contado mi propia historia”

La historia es cíclica, todos dicen, y el que no aprende de ella está condenado a repetirla. Así que heme de vuelta a junio del 2002. He trabajado durante muchos años para estar finalmente libre; he logrado los máximos reconocimientos: medallas de oro que se roban de mi casa, promedios mayores a 80 en estudios universitarios públicos; me consumen las mismas intenciones de conocer otros lugares y expandir mis conocimientos en áreas que Honduras no puede ofrecer y sé que este no es mi hogar y sin embargo no puedo salir de él todavía. Sigo teniendo 17 años. Mi labio hinchado con dolencias infantiles me lo recuerda. Toda esta parafernalia, esos desvelos, esa dedicación y esfuerzos sobrehumanos sólo estaban postergando el momento inevitable de verme a mí misma y tener que decidir quién quiero ser. Me siento extraviada, pequeña, inútil; todas esas opciones que se abren frente a mí y yo sin ningún criterio para saber cuál es mi camino y por dónde tengo que ir. No he aprendido nada y me parece increíble, vergonzoso. Igual que hace 7 años leo “Memorias de una joven formal” que me hubiera hecho creer en la reencarnación si Simone de Beauvoir no hubiera muerto en 1986. Esa fue mi infancia, con un escenario tercermundista, pero lo esencial se conserva: la devoción religiosa y su consecuente ruptura, la avidez por los libros, la clandestinidad y la doble vida interior atormentada pero imagen prístina exterior, la mejor amiga en un altar que eventualmente me abandonaría, literal y simbólicamente.

¿Qué necesito para salir de aquí, para trascender este estado finalmente y no seguir cayendo en él cada 7 años? No tengo la paciencia para meditar hasta llegar al punto de corregir mis errores, no hay suficientes años en una vida humana para eso; podría pagar mis deudas, pero ¿qué otra cosa he estado haciendo entonces? La UNAH ya debería haber sido castigo suficiente y no deja de serlo hasta el final. Sus huelgas y vacaciones están frustrando lo que debería haber sido un período feliz de cumpleaños y graduación y estoy tan enojada porque así como el Universo supuestamente conspira para que todo lo que yo deseo se realice, resulta más efectivo para que mis peores pesadillas se manifiesten.

Me siento como un animal salvaje en cautiverio, un encarcelamiento autoimpuesto que podría aprovechar para dormir, descansar, evaluar mis opciones, pero estoy tan acostumbrada a levantarme a las 6 y 40 de la mañana y regresar a mi casa a las 8 de la noche que me parece que estoy perdiendo el tiempo y desperdicio mi potencial encerrándome todo el día aquí. Soy consciente de mi condicionamiento, no me enorgullezco de él, pero no sé cómo dejar de obedecer sus órdenes. Tengo 17 años pero ahora puedo diseñar edificios, esto debería de ser una ventaja, debería de marcar una diferencia, ¿cuándo van a hacerse las cosas reales y tangibles en lugar de ser sólo posibilidades?

Hace algún tiempo aprendí que los mejores resultados ocurrían cuando dejaba de pelear y me rendía ante las circunstancias, cuando aprovechaba lo poco que tenía en mis manos en ese momento y trataba de hacer con él lo mejor que pudiera. Y ahora es perfecto, no tengo nada, lo tengo todo, “¿qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Por qué está sucediendo esto y cuál es el mensaje que el universo me está dando? ¿Cómo puedo hacer esta experiencia útil para mi prójimo?”

4 comments

  1. Las superheroínas a veces también "necesitamos" estos periodos de lasitud (hablo por mí porque siempre estoy en constante lucha con las vacaciones). Pensá que al menos ya cruzaste al otro lado mientras otros aún estamos en la acera. Tratá de disfrutar estos momentos añadiendo un dolce fare niente a tu pizarra ;)

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  2. por cierto, se me olvidó preguntarte cómo terminó lo del curso; ya no soportaba el hambre y le dije a Manolo que nos fuéramos para cenar, aparte que me estaba aburriendo ese debate innecesario que se tenían,
    al menos dieron chute al final?

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  3. Pues mira que no pude quedarme hasta el final porque el transporte de los voluntarios se tuvo que ir antes de que terminara el curso. Me dio tanta risa el debate del pobre perro, si tan sólo él supiera lo cotizado que es, si se puede comprar ha de ser muy caro.

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  4. http://farroutlinks.fliggo.com/video/zh4alD0x

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