En el primer día de las “Jornadas del Patrimonio Europeo”, tomamos un ticket gratuito para un viaje interurbano ida y regreso que se nos regaló por la “Semana de la Mobilidad”, con destino a Saint-Émilion. Este es un pueblo a una hora y media de viaje desde Bordeaux que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, tanto por su reconocida producción vinícola como por sus construcciones históricas. Gracias a la celebración tuvimos la oportunidad de conocer la Iglesia monolítica, una iglesia hecha a partir de una sola piedra de origen calcáreo. En realidad la ciudad entera está sobre un yacimiento de estas rocas que favorecieron la construcción de pasadizos subterráneos en varias propiedades.
Nos dieron una visita guiada por las catacumbas donde la gente de mucho dinero se hacía enterrar porque se tenía la creencia que los restos de San Emilión –el monje de donde toma su nombre el pueblo- estaban en alguna parte por allí y visitamos también la cueva donde él vivió. Ese sábado habían múltiples actividades, desde las visitas guiadas por los monumentos, degustaciones de los vinos locales, exposiciones artísticas al aire libre, conciertos y al final la noche iba a terminar con un espectáculo de fuegos artificiales. Hay muchas tiendas de vino que pertenecen a los mismos dueños de los viñedos locales:Nos dieron una visita guiada en el Museo de la Cerámica. Por fuera se ve como un edificio normal, pero la exposición es subterránea y hace un frío terrible allí!! La exposición comienza con unos artículos de cocina y cerámicas de los siglos XVI en adelante, divididos también por procedencia. Cuenta con unas réplicas de hornos antiguos y unas cerámicas de artistas contemporáneos. Saint-Émilion es famoso también por ser el lugar de origen de los “macarons”, una especie de galletitas dulces de almendra, súper famosos en Francia y súper caros también. En las ciudades uno los encuentra de varios colores, con una pastita enmedio de dos galletitas, pero los originales del pueblo sólo son una galleta sencilla sin color y sin relleno. Conocimos la Iglesia Colegial donde en su jardín había un espectáculo de danza contemporánea. En la bodega Le Manoir nos dieron una visita a sus bodegas de vino y una degustación gratuita de dos tipos de vinos. Nos explicaron que las cuevas del pueblo son ideales para la conservación de las barricas porque mantienen la misma temperatura todo el año. En la “Casa del Vino” tenían una mini exposición fotográfica sobre el proceso de elaboración del mismo y tenían un juego muy simpático de adivinar olores que estaban impregnados en un corcho en un cilindro metálico. En fin, el pueblo es precioso y un excelente paseo.
Bellas fotos Marcela, muy bello lugar. Me encanto las fotos del museo, de la casa del vino y las panorámicas que pusiste en el post.
ReplyDeleteQue bello lugar Marcela.
Un fuerte abrazo y éxitos.