Es una lástima que no haya ido al Museo de Cluny, también llamado de la Edad Media, después de las clases de iconografía medieval que recibí este semestre. Las dos clases me las dio la maestra más joven que he tenido hasta ahora y sus cuatro horas eran de puro disfrute, especialmente porque es capaz de transmitir el evidente entusiasmo y la pasión que siente por todo lo que está enseñando. En la primera clase analizábamos cómo se expresaba el poder de la Iglesia a través de la construcción de las imágenes y de su ubicación en las iglesias, y en la segunda clase nos mostraba la aplicación de conceptos antropológicos en Historia del arte, explicando la noción de parentesco en grabados, esculturas y pinturas medievales.
Las obras de esa época son tan ricas en contenido, en significados que uno no se imagina sólo al verlas, y al ser expresiones devocionales, tributos religiosos o hasta códigos morales, me hicieron sentir algo triste por la superficialidad y estupidez de nuestra época, que obviamente el arte no puede dejar de reflejar. Además, los estudiosos de esta época, los “medievistas” son como un clan, con sus propios sitios de internet, su círculo de eruditos y sus especializaciones esotéricas, y me imagino que sería un gusto ser parte de esta especie de sociedad de iniciados.
El edificio original del Museo de Cluny era el hospicio de los abades de dicha orden religiosa y data del siglo XIII. Fue remodelado dos siglos después por el abad Jacques d’Ambroise. El museo fue inaugurado en 1833, con las obras del coleccionista Alexandre du Sommerard y piezas de varios edificios parisinos. El recorrido empieza con el Hotel gótico, del siglo XV. Piezas del corredor de los alabastros: La sala de los vitrales, con obras de los siglos XII y XIII.El pasaje de las losas funerarias: La sala Notre-Dame, con piezas de la catedral de París. Las cabezas de la fotografía son las originales de la galería de reyes de Judea que fueron decapitadas durante la Revolución Francesa. Durante nuestra visita había una exposición temporal en el frigidarium de las termas, llamada “De oro y de fuego: el arte en Eslovaquia a finales de la Edad Media”. La colección permanente continúa con la sala románica: Maqueta del Hotel de Cluny: La sala Gótica: Esta fue una de mis partes favoritas: la rotonda de la Dama del unicornio. Son seis tejidos que representan los cinco sentidos y uno adicional: el entendimiento. Sala de pinturas y esculturas de finales de la Edad Media: Sala de orfebrería, con algunas piezas del Tesoro de Guarrazar, coronas y joyas que fueron ofrecidas por los reyes visigodos a la Iglesia Católica como símbolo de su alianza. Galería del Hotel de Cluny:La Capilla: Y las últimas tres salas están dedicadas a la vida en la Edad Media, comenzando con la sala de la Devoción, luego la de la vida doméstica y terminando con la de la guerra, la caza y los torneos.
De las mejores visitas que hicimos. Edad Media FTW!
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