Por muy hermosa que sea Barcelona teníamos que dedicarle un día a Tarragona. Para empezar, teníamos que visitar a Estéfano y tenía que darle un buen uso a mis recientes clases de arquitectura visigoda.
Después de tomar un tren equivocado (cosa que ni siquiera nos ha pasado en lugares donde no hablamos el idioma!!), regresar a la estación, esperar una hora por el tren correcto y una hora de trayecto, llegamos a esta hermosa ciudad que nos recibió con un excelente clima, otra razón más para enamorarme de ella.Tarragona era una ciudad muy importante, capital de la provincia cuando los visigodas se integran al imperio romano, y cuando este cae, se reivindican como sus sucesores. Es abandonada en el siglo VIII cuando los visigodas son invadidos por los árabes y se reconstruye nuevamente en el siglo XII. De la antigua ciudad sólo queda el circo, alrededor del cual se organizó la nueva urbanización.
La iglesia visigoda construida en el siglo VI sobre el anfiteatro era para venerar a los mártires Fructuoso, Augurio y Eulogio. Esta fue una ocasión excelente para apreciar lo que nos enseñaron en clase: la técnica constructiva visigoda parece muy rústica en comparación a la romana. Su principal preocupación era la unificación del imperio por lo que era más frecuente la reutilización de edificios romanos existentes que la construcción de nuevas estructuras. Sin embargo, la decoración interna de sus iglesias es espléndida. Los capiteles de San Pedro de la Nave son suficiente razón para ir algún día a conocer la provincia de Zamora. Habiendo cumplido mi tarea de guía histórica por el día fuimos a comer a la plaza central, un almuerzo riquísimo, prueba de que no hay nada que mejor que visitar una ciudad con alguien que ya la conoce porque definitivamente, no tuvimos suerte, gastronómicamente hablando, en Barcelona. Nuestro segundo destino fue el Circo romano en cuestión, que se puede ver fácilmente que era una construcción gigantesca. De hecho, la plaza está construida sobre el circo y los restaurantes que la rodean todavía tienen las antiguas bóvedas. (Me acabo de dar cuenta que tomé las mismas fotos que el profesor mostró en clases…) La Catedral, que estaba en reparaciones por lo que no pudimos conocer en su interior.Caminamos por las antiguas murallas de la ciudad: Pues en Tarragona sí toman la siesta, así que quedaron truncados nuestros planes de irnos a tomar una cerveza, pero eso nos dio la oportunidad de conocer más. Como la rambla…(Veo a los aleros en todas partes :P ) El Foro de la Colonia ha de haber sido una construcción hermosa, por suerte lo que queda es capaz de transmitir aunque sea una idea de su estado original. Luego nos dirigimos al muelle, a ver el sol caer, el día se fue tan rápido! En Tarragona es posible comprar un único boleto para visitar 6 monumentos históricos y no se vence en ningún momento, así que estoy conservando el mío, me quedan tres más por ver. He de regresar.
Roocket!!!! que bonito recorrido Marce, lo disfruté!!!
ReplyDeleteMe alegro que te haya gustado Juank ^^
ReplyDelete