El racionalismo tiene sus bases en la filosofía clásica con Pitágoras, Sócrates (que afirmó que antes de entender al mundo es necesario entenderse uno mismo, y que la única forma de lograrlo era con el pensamiento racional), Platón y los neoplatónicos. En la Ilustración sobresalen Descartes, Leibniz y Spinoza, al introducir métodos matemáticos a la filosofía. Descartes consideraba que el conocimiento de las verdades eternas –las matemáticas, las ciencias- se alcanza por medio de la razón, pero que el conocimiento de la física se logra a través de la experiencia, si está respaldada por el método científico, y que cualquier búsqueda racional de la verdad debería de dudar de las creencias o suposiciones sobre la realidad. En resumen, Descartes fue capaz de crear un método en el que nada que no sea reconocido por el intelecto puede ser clasificado como conocimiento.
Aplicado a la arquitectura, el neo-racionalismo es una corriente que pertenece al Modernismo, aunque difiere de él en algunos postulados teóricos. Tuvo mucho auge en Italia, con arquitectos importantes como Mario Botta y Aldo Rossi. Se caracteriza principalmente por el uso de formas geométricas simples, enfatizando el volumen que es transformado por medio de adiciones y sustracciones.
Mario Botta, Casa Rotonda.
El ritmo de las edificaciones es severo, clásico, pero el lenguaje es el de su tiempo.
Aldo Rossi, Hotel II.
Uno de sus más importantes radios de acción fue la planificación urbana: para Rossi particularmente, la ciudad debe ser estudiada y valorada, como algo construido a lo largo del tiempo, es una memoria colectiva. Para él tiene interés aquello que ha sobrevivido el paso de los años. Como tendencia, nace después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se trata de reconstruir las ciudades, conservando sus características típicas, de manera que se preserve la identidad, las costumbres de la gente que las habitaba. La normativa de construcción de la ciudad de Berlín, por parte de los hermanos Krier, data de esta época. Sin embargo, no se trataba de reconstruir la ciudad exactamente cómo era. Se utilizaron los materiales actuales, y no se copiaban los edificios antiguos, se extraían las características que podían considerarse arquetípicas y se reinterpretaban. Por ejemplo, Aldo Rossi construye un bloque de viviendas en Berlín, que para dejar claro que no se trata de un edificio de uso gubernamental, utiliza el símbolo casi universal de la casa de habitación: el techo a dos aguas. En este edificio además, cobra importancia su emplazamiento de esquina, con una columna (un símbolo arquitectónico muy significativo, desde el tiempo de los griegos y los romanos) de proporciones monumentales, en el giro.
Aunque se critique a la arquitectura racionalista de llevar al extremo la abstracción, hasta el punto de ser fría y hostil, es importante tomar en cuenta que el significado de las construcciones no se pierde. Muestra de ello es la Catedral de Evry, de Botta, en la que separa cada función de la iglesia con un volumen distinto, pero que en el principal se representa una corona de espinas.
Como se mencionó anteriormente, el racionalismo se separa del modernismo al no tomar la tecnología como lo esencial de su propuesta: de igual relevancia son los aspectos sociales y culturales del lugar en el que se está diseñando. Mario Botta es un arquitecto que trabaja en varios países, y si bien su estilo es inconfundible, su propósito es siempre rendir homenaje al lugar en el que se encuentra adoptando una sensibilidad regional,
Museo de arte de San Francisco
y respetando la topografía.
Casa en Riva San Vitale. Ticino.
Para él la arquitectura es la “vía de resistencia a la pérdida de identidad, una manera de resistir la banalidad, el aplanamiento de la cultura debido al consumismo tan típico de la sociedad moderna”.
Esa separación tan drástica y opuesta entre racionalismo y empirismo responde a nuestro modelo cultural heredado, es una lástima que se contrapongan como aspectos irreconciliables.
ReplyDeleteYo personalmente considero a la razón como una gran cualidad humana, pero la hemos convertido en un dios.
Se puede analizar un edificio (o una obra de arte) racionalmente, objetivamente, y por supuesto que el diseño arquitectónico conlleva muchísima lógica y ciencia.
Pero acaso las ideas surgen de la razón? Acaso podriamos explicar un chiste racionalmente?
Reza un principio publicitario:"Las razones llevan a las conclusones, las emociones llevan a las acciones"
Por eso la publicidad emotiva gana cada vez más terreno con respecto a la publicidad racional.
Es bien conocido el hecho de que la razón tiene menos peso en nuestra vida de lo que podríamos pensar, somos una especie sumamente emocional.
En fin, estoy impresionado con esas imágenes,por lo visto me gusta mucho esa corriente, o por lo menos escogiste excelentes ejemplos.
Está genial el ensayo. Creo que debería ser algo que tengo que estudiar un poco más.
ReplyDeletePapada... cada vez más voy viendo mi tendencia ecléctica.