John Pawson
Para oponerse al colorismo, al auge de los medios de comunicación de masas, lo comercial y la predominancia de la apariencia por sobre el espíritu, aparece el minimalismo. Tiene sus orígenes en el arte visual americano de los años 50s y se traslada a otros oficios, como la música con Philip Glass y Steve Reich; en la literatura está Samuel Beckett; en el cine sobresale Robert Bresson y en la arquitectura se destacan Mies van der Rohe y su famosa cita “Menos es más”, John Pawson, Álvaro Siza, Tadao Ando y el mexicano Luis Barragán. Este movimiento tiene como propósito llegar a la esencia misma de la representación artística, desnudándola por completo del detalle innecesario, para promover la individualidad de la obra de arte, dándole importancia al entorno en el que se encuentra.
Arquitectónicamente, sus principales influencias son el diseño tradicional japonés y la escuela De Stijl, que tomaba como elementos básicos de la expresión la línea y los planos. Esto último se puede ver reflejado en la nitidez de las uniones piso-pared en las casas minimalistas: no hay molduras, ni guardapolvos.
Casa Gaspar, Alberto Campo Baeza
En los edificios se enfatiza su marco, reduciendo su estructura y dejando como fachada una piel transparente.
Dominique Perrault (es hombre, no se emocionen), Biblioteca Nacional de París
Se eliminan paredes interiores para dejar una planta abierta.
Las construcciones son monocromáticas, o usan hasta tres colores como máximo.
La obra del arquitecto japonés Tadao Ando muestra a la perfección los principales postulados minimalistas. Para él lo más importante es el espacio interior. Para no perder la identidad, o si el exterior no es digno de verse, se crea entonces una barrera en contra de él. Recordemos que se quiere favorecer la privacidad en lugar del exhibicionismo.
Casa Nakayama
Se obtiene el máximo significado con la mínima expresión posible: un óvalo y una línea forman la abstracción de una flor de loto para un templo budista.
Templo de Agua
La luz es un material más de la obra.
Iglesia de la Luz
En una gran ironía del destino, el minimalismo ha tenido su mayor auge en la arquitectura de interiores, particularmente en las tiendas, ya que la arquitectura no opaca los productos, por lo contrario, los realza; es decir, cumple la función opuesta al propósito con el que nació.
Boutique de Issey Miyake, Shiro Kuramata
Ando también encarna esta contradicción: diseñó el Teatro Armani, un estudio para Karl Lagerfeld en Biarritz, y renovó una villa del siglo XVII para Benetton.
Y mira el éxito comercial el ipod. Es el vivo ejemplo del minimalismo aplicado al diseño de producto.
ReplyDeleteHmm....
ReplyDeleteHas considerado la posibilidad de compilar tus escritos sobre arquitectura en un solo punto? O tal vez etiquetarlos para que todos se lean bajo el enunciado 'arquitectura'. Son muy buenos, de veras, y ameritan una compilación a lo 'marcela: greatest hits', o bien 'architecture 101/4 dummies'.
Te lo digo sin exagerar y sin ironías, creo que son más que simples posts, y encuentro gran valor didáctico aquí.
Y aunque decirlo (de nuevo) ya probablemente suene demasiado monotemático y reiterativo, no lo he dicho concretamente sobre este post. Esta genial. Congrats!
dz
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ReplyDeleteGenial el post. Siempre me he preguntado cómo diablos le hacen los japoneses para ser tan increíbles. El minimalismo no es mi máximo estilo ni un dios, pero es estupendo. Me fascina esa capacidad de realmente lograr el "menos es más".
ReplyDeleteMarce, será posible un minimalismo-deconstructivista? Caos en planta e imagen, pero pureza en volumen y color? O estoy obviando otras cosas?