Probablemente todo mundo en los periódicos lea sobre las huelgas de los maestros y los feriados de octubre, pero yo tengo muchos días de no tener un tan sólo minuto libre, y no recuerdo el último fin de semana que pude dormir en paz por más de 6 horas y no tener que levantarme a las 7 para empezar a trabajar a las 8. Es cansado y me arrastro todos los días con aspecto de muerto viviente a todos los lugares adonde tenemos que buscar información, medir edificios y entrevistar a personas. Sin embargo, es muy satisfactorio. La clase del Seminario de Investigación, en la que investigamos un tema y redactamos una tesis sobre ella, comenzó siendo sobre el tema de la vulnerabilidad en Tegucigalpa, lo que probablemente hubiera sido ideal en estos tiempos de lluvias y derrumbes, pero por órdenes de las autoridades de la escuela, terminó enfocándose en el reglamento de construcción actual, vigente desde abril de este año y que se piensa reemplazar con otro que se encuentra en proceso de elaboración. Cada grupo iba a enfocarse en un aspecto que no se estuviera respetando (casi todos) y que pudiera ser verificable en el campo. Con mis amigas decidimos tratar el tema de la accesibilidad o diseño universal a favor de las personas con discapacidad.
El reglamento tiene algunos artículos en los que se exige a los edificios de uso público unas cuantas pautas que eliminen barreras arquitectónicas, pero esas normas no se habían verificado seriamente a la hora de tramitar un permiso de construcción hasta que entró en vigencia el reglamento temporal. Hemos recopilado mucha información y hemos ido a un montón de lugares a investigar sobre la legislación existente y sobre normas de accesibilidad. Desde el año 2005 existe en Honduras la Ley de Equidad y Desarrollo Integral para las personas con discapacidad, en la que se estipulan los derechos que tiene este sector de la población, que según datos del 2002 del Instituto Nacional de la Estadística INE son apenas el 2.7% de los hondureños aunque según la Organización Panamericana de la Salud son el 10% (esta discrepancia tan grande se explica con el hecho que el INE tomó una muestra probablemente no representativa de la población hondureña, y también por su definición de discapacidad en las que se excluyen a todas las personas con problemas de salud, físicos o mentales con duración menor a 6 meses). Esta ley establece igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad (término que reemplaza la palabra “minusválidos” o incluso “discapacitados”) de acceder a la educación, salud, trabajo y dictamina que la ciudad y las edificaciones deben ser amigables y accesibles para personas con cualquier problema de movilidad o sensorial. A partir de que entró en vigencia la ley todos los edificios que ofrecieran servicios al público debían adecuarse para cumplir normas de accesibilidad (rampas bien construidas, ascensores, baños con el tamaño adecuado, etc) y tenían un plazo de tres años (que se vencen en diciembre de este año) para lograrlo, sin embargo, no existe un reglamento que sea el instrumento para evaluar esos criterios y no hay entes que sancionen su no aplicación. Se creó la Dirección General de Desarrollo para las personas con discapacidad, que sería la encargada de todo eso, pero empezó a funcionar hasta junio de este año y todavía trabaja en la elaboración del reglamento.
Nuestras visitas, todavía inconclusas, han sido al ministerio del Trabajo, donde supimos sobre la obligación de las empresas de contratar, según su número de empleados, a determinado porcentaje de personas con discapacidad; fuimos al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, donde por pura casualidad descubrimos que la hija de una señora que trabaja allí se graduó el año pasado de nuestra facultad y había realizado un estudio de accesibilidad de la universidad; fuimos a Metroplan donde nos dijeron que en cuanto salga el reglamento de accesibilidad será verificado en los nuevos proyectos de edificación y fuimos al Congreso Nacional, donde hay una diputada no vidente que se ha encargado de concientizar a diversos sectores sobre la problemática que enfrentan estas personas. Hace unos años invitó al arquitecto peruano Jaime Huerta Peralta -que después de un accidente automovilístico en el que perdió a su esposa e hijos y quedó paralítico lo que lo impulsó a dedicarse a la elaboración de manuales de accesibilidad y a fomentar su aplicación-, a que diera una charla en el Colegio de Arquitectos de Honduras. (A este evento llegaron solamente dos de los cinco estudiantes de la facultad que habían sido invitados.) Tuvimos la oportunidad de ir a las instalaciones del programa de Servicios para Estudiantes con Discapacidad SED de nuestra universidad, que se encarga de brindar apoyo a sus miembros. Este programa tiene propósitos puramente académicos, no cobra por sus servicios pero tampoco extiende ayudas financieras. Sus funciones varían desde matricular a sus alumnos el primer día que empiezan las inscripciones, organizando sus horarios para que sus clases sean corridas, en edificios cercanos y en la medida de lo posible en los primeros niveles de los mismos, ya que ningún edificio de la universidad tiene ascensores. Ofrecen tutorías y reforzamientos para el examen de admisión y para distintas clases, tienen voluntarios que trabajan como intérpretes de lenguaje de señas y que acompañan a clases a estudiantes que lo requieran, se encargan de grabar en cassettes libros para alumnos no videntes, asisten como transcriptores a exámenes, han logrado la construcción de varias rampas en la universidad e incluso han conseguido procesadores de palabras para que alumnos naveguen en internet sin necesidad de ver la pantalla de la computadora. Su objetivo es brindar ayuda, pero fomentar que el estudiante sea independiente. Quedé absolutamente impresionada por su trabajo, especialmente porque hace unos días leí que el 53% de las personas con discapacidad no han recibido ningún tipo de educación, y de las que sí lo hacen sólo el 1% de ellas se gradúa de la universidad.
En la edición de la Ley de Equidad que nos regalaron en el Comisionado de Derechos Humanos intercalan los artículos con testimonios de muchas personas que cuentan sobre los obstáculos con los que se enfrentan todos los días, para conseguir trabajo, para recibir asistencia médica, para educarse, y peor aún, para circular en las calles o moverse dentro de un edificio. Estos días han sido exhaustivos pero siento que estamos haciendo un trabajo importante, que todo esto vale la pena. Espero que cualquier cosa a la que me dedique después de estudiar me haga sentir tan bien y tenga tantas repercusiones sobre el entorno en el que vivimos.
Dejo la versión digital del libro “Discapacidad y diseño accesible”, del arquitecto Huerta Peralta.
Un tema muy interesante, y la verdad es que me alegro tanto que uds. hayan escogido algo tan importante y necesario de prestar atención. Animo con esta investigación y sepa que esto va más allá que un mero trabajo en papel para pasar una clase, realmente están dándole algo más para la gente, para los constructores y al público en general
ReplyDeleteHola!
ReplyDeletesoy una arquitecta española y estoy intentando saber si existe en Honduras una normativa de accesibilidad a los edificios obligado cumplimiento ¿Puedes ayudarme? Gracias,
Marta
Hola, en Honduras, específicamente para la ciudad de Tegucigalpa, la normativa para construcción es la publicada por la gerencia de Metroplan, una dependencia de la Alcaldía Central. Dentro de este reglamento existen algunos artículos que promueven la accesibilidad, pero que no son suficientes y tampoco los aplican en la práctica. Sin embargo muchas instituciones que luchan por los derechos de las personas con discapacidad están presionando por que se complemente el reglamento de Metroplan. Para la clase de Seminario de Investigación de mi facultad presentamos un informe sobre la situación actual del reglamento de construcción y si se están aplicando los artículos de accesibilidad; este es el link del informe: http://darkgirlrhyme.blogspot.com/
ReplyDelete2008/12/verificacin-de
-accesibilidad.html
Si tiene más dudas con mucho gusto le puedo ayudar. Cualquier cosa escríbame a rasp_marcela@msn.com