A partir de hoy en Bordeaux se está llevando a cabo “Youth on the move”, un evento que es una iniciativa de la Unión Europea para incentivar a los europeos a que estudien y trabajen en otros países de su continente. Me enteré de este evento y me ofrecí para dar mi testimonio sobre mi experiencia como estudiante hondureña aquí en Francia. Me toca hablar este sábado y como tengo que hablar 10 minutos decidí preparar algo para que no me agarre el pánico. Publico el discurso traducido y para que los francófonos lo despedacen, el francés también.
Me llamo Marcela, tengo 25 años y vengo de Honduras, un pequeño país en Centroamérica.
Estoy en Francia desde hace un mes y medio para estudiar una maestría en Historia del arte y arqueología en la universidad de Bordeaux 3. Vengo como parte del programa Erasmus External Cooperation Window, un programa que forma parte del Erasmus europeo pero dirigido a los estudiantes de América latina.
Hace tiempo que tengo un nexo con Francia porque hice todos mis estudios preescolares, primarios y secundarios en un liceo francés, el único que existe en mi país. Hablo el idioma desde que tenía 3 años y vine aquí por primera vez en un viaje escolar cuando tenía 13 años. Después del colegio soñaba con regresar a Francia para estudiar mi licenciatura pero desgraciadamente la oportunidad no se presentó en el momento. Tuve que esperar 8 años para tentar al destino nuevamente e intentar venir y aún si durante todo ese tiempo no practiqué mi francés estaba demasiado ocupada estudiando Arquitectura y luego trabajando.
Quería estudiar algo relativo a las artes desde que tenía 15 años. Pero en Honduras no hay una formación en Historia del arte así que decidí estudiar Arquitectura y luego retomar mi camino con la maestría. Hay que tener en cuenta que las ofertas de maestría en Honduras son muy limitadas. Aquellos que están interesados en algo de administración de empresas están salvados pero aparte de eso no queda gran cosa. Siempre supe que después de la licenciatura quería estudiar en el extranjero así que cuando tuve mi diploma comencé a buscar becas y trabajo al mismo tiempo.
Para las becas me puse a estudiar para el TOEFL y el GRE, los dos exámenes que certifican que manejo suficiente el inglés y que tengo el nivel de conocimientos para estudiar una maestría en los Estados Unidos que era mi primera opción para irme. Con respecto al trabajo no fue tan fácil: en junio del año pasado mi país atravesó una serie de trastornos políticos muy graves que tuvieron consecuencias nefastas para la economía pero sobretodo en la población que se dividió enormemente. Encontrar un trabajo en esa época era muy difícil pero conseguí trabajar un poco de manera temporal. Finalmente, a principios de este año conseguí ser contratada por una empresa y de hecho estaba en la oficina cuando recibí la noticia que había obtenido una beca para venir estudiar a Francia.
Había hecho una solicitud unos meses antes en la página de Erasmus pero no pensaba realmente que la iba a conseguir. Había dejado de hablar francés hace casi 8 años y me concentraba más en ir a otros países donde pudiera ir con mi novio que no habla este idioma. Pero cuando se presentó la oportunidad de venir aquí no podía rechazarla. Dejé mi trabajo porque continuar a estudiar me abriría aún más posibilidades que sólo con una licenciatura. Sueño con algún día trabajar en un museo y poder hacer crítica de arquitectura contemporánea. Además me gustaría descansar un poco de los problemas de mi país, aún si continúan atormentándome porque mi familia y mis amigos están allá así que todo lo que pase allá me concierne y será así por siempre.
Vine aquí y podría describir la experiencia como impresionante y abrumadora. Es la primera vez que vivo sola, o por lo menos sin mis padres. Estoy viviendo en una colocación con otras 3 chavas que nunca antes había conocido y por suerte son muy simpáticas pero sé que eso no siempre es el caso. Tenemos que hacer todo: cocinar, limpiar, lavar ropa, todas esas cosas que yo no estaba acostumbrada a hacer en mi casa. En Honduras hasta almorzaba todos los días la comida que mi madre preparaba para toda la familia. Y jamás me tenía que preocupar sobre cuánto gastaba para comida en el supermercado, ese no era mi problema. Cuando lo pienso era muy consentida en realidad…
Bordeaux es una ciudad maravillosa, absolutamente hermosa. Es increíble vivir en un lugar con tantos edificios históricos y tan bien conservados. No puedo describirlo realmente, no creo que algún día me acostumbre, es como estar en un sueño. Pero con las personas es un poco difícil. Los primeros amigos que hice aquí son los otros becarios que también vienen de Latinoamérica. Son las primeras personas con las que entré en contacto cuando llegué pero creo que es más fácil que nos entendamos porque estamos en la misma situación, lejos de nuestras familias, en un país con un idioma distinto al nuestro y al final nuestra cultura es muy similar aunque vengamos de países distintos. Además, no es muy fácil conocer franceses, lo que es irónico en este contexto, yo sé. Pero muchas personas no tienen paciencia con los acentos diferentes o con los errores gramaticales. La mayoría del tiempo no siento que las personas sean muy acogedoras o que tengan algún interés en conocerte aunque sea evidente que venís de otro país y que entonces podría discutir sobre muchas cosas. Es un gran contraste porque cuando un extranjero llega a mi país es tratado como un invitado de honor, todo el mundo le habla y trata de todas las maneras posibles de que se sienta contento y bienvenido. Aún así he logrado conocer algunos franceses que me devuelven la esperanza y que me dan ganas de seguir intentando hacer otros amigos que sean como ellos.
También me tengo que acostumbrar a la universidad que tiene un sistema completamente distinto del de mi país. Mis cursos son muy interesantes pero debo estudiar mucho sobre historia de Francia, algo que estudié en el colegio hace casi 10 años pero que no recuerdo realmente. Y luego tengo que hacer exámenes orales por primera vez en mi vida. Pero creo que todas las dificultades se compensan cuando pienso en las oportunidades que se abren al estudiar en un lugar como este. Estudiar una disciplina artística en este país, donde puedo estar en contacto directo con las obras es algo increíble. Aquí todo el mundo está acostumbrado a irse de vacaciones en todas partes de Europa y para ellos ir a los grandes museos no tiene nada de especial pero para mí, viajar y conocer los museos, aunque sean pequeñitos, es una experiencia que no hubiera imaginado hace un año.
Sé que todo este evento está concebido para inspirarlos a viajar al extranjero pero quisiera aprovechar para inspirarlos a ser un poco más pacientes con los que somos extranjeros. Estamos aquí para convertirnos en mejores profesionales y mejores personas, capaces de contribuir con nuestros países con todo lo que podemos aprender afuera. Sé que tenemos algunas diferencias pero la gentileza y los buenos modales son valores universales. Tenemos mucho que aprender los unos de los otros y estoy segura que mejorando nuestras relaciones interpersonales podemos algún día mejorar las relaciones entre nuestros países.
Je m’appelle Marcela, j’ai 25 ans et je viens du Honduras, un tout petit pays en Amérique Centrale.
Je suis ici en France depuis un mois et demi pour étudier un Master en Histoire de l’art et archéologie, à l’université Bordeaux 3. Je viens dans le cadre d’échange Erasmus External Cooperation Window, un programme qui fait partie du réseau Erasmus européen mais dirigé pour les étudiants des pays d’Amérique latine.
Il y a longtemps que j’ai un lien avec la France parce que tous mes études préscolaires, primaires et secondaires je les ai fait dans un lycée français, le seul qui existe dans mon pays. Je parle la langue depuis que j’ai 3 ans, et je suis venue ici pour la première fois lors d’un voyage scolaire quand j’avais 13 ans. Après l’école je rêvais de revenir en France pour étudier ma licence mais malheureusement l’opportunité ne s’est pas présentée en ce moment. J’ai dû attendre 8 ans pour tenter ma chance à nouveau et essayer de venir ici, et même si pendant tout ce temps j’ai complètement arrêté de parler en français j’ai resté très occupée avec ma licence en Architecture et puis en travaillant.
Je voulais étudier quelque chose relative aux arts depuis que j’avais 15 ans. Mais en Honduras il n’y a pas de formations en Histoire de l’art, donc j’ai décidé d’étudier Architecture et puis retrouver mon chemin avec le Master. Il faut tenir en compte qu’au Honduras les offres pour Master sont très limitées. Ceux qui sont intéressés en quelque chose de gestion d’entreprises sont sauvés, mais à part ça, il ne reste pas grand chose. J’ai toujours su qu’après la licence je voulais partir pour étudier à l’étranger et quand j’ai eu mon diplôme j’ai commencé à chercher des bourses et du travail en même temps.
Pour les bourses, je me suis mis à étudier pour le TOEFL et le GRE qui sont tous les deux les examens qui certifient que je parle assez bien l’anglais et que j’ai le niveau de connaissances pour étudier un Master aux États-Unis, mon premier choix pour partir. Pour le travail ce n’a pas été si facile : en juin de l’année dernière mon pays a traversé une série de bouleversements politiques très graves qui ont eu des conséquences néfastes pour l’économie mais surtout avec la population qui s’est divisé énormément. Trouver un boulot à cette période était très difficile mais j’ai réussi à travailler un peu de manière temporelle. Finalement, au début de cette année j’ai réussi à me faire embaucher par une entreprise et en fait, j’étais au bureau quand j’ai reçu la nouvelle que j’avais une bourse pour venir étudier en France.
J’avais fait une demande quelques mois avant sur le site d’Erasmus mais je ne pensais vraiment pas que j’allais l’avoir. J’avais arrêté de parler français pendant presque 8 ans et je me concentrais plutôt d’essayer dans d’autres pays où mon petit ami pourrai venir avec moi, parce qu’il ne parle pas la langue. Mais quand l’opportunité de venir ici se présenta je ne pouvais pas la refuser. J’ai quitté mon travail parce que continuer à étudier m’ouvrirai encore d’autres possibilités qu’en ayant seulement ma licence. Je rêve d’un jour travailler dans un musée et pouvoir faire de la critique d’architecture contemporaine. En plus je voulais me reposer un peu des problèmes de mon pays, même qu’ils continuent à me hanter parce que ma famille et mes amis sont restés donc tout ce qui arrive là-bas me concerne encore et me concernera toujours.
Je suis venue ici et je pourrai décrire l’expérience comme impressionnante. C’est la première fois que j’habite toute seule, ou au moins pas avec mes parents. J’habite dans une collocation avec trois autres filles que je n’avais jamais connues avant et heureusement elles sont très sympas, mais je sais que ce n’est pas toujours le cas. On doit faire tout : cuisiner, nettoyer, faire la lessive, toutes ces choses que je n’avais vraiment pas l’habitude de faire chez moi. Au Honduras je déjeunais toujours les repas que ma mère préparait pour toute la famille. Et jamais je ne devais m’inquiéter sur combien on dépensait pour la nourriture au supermarché, ce n’était pas mon problème. J’étais vraiment gâtée quand je réfléchis…
Bordeaux est une ville merveilleuse, absolument belle. C’est incroyable de vivre dans un endroit avec tant de bâtiments historiques et si bien conservés. Je ne peux vraiment pas le décrire, je ne pense pas que je m’habituerais un jour, c’est comme si je rêvais tout le temps. Mais avec les gens, des fois c’est un peu difficile. Les premiers amis que j’ai fait ici ce sont les autres boursiers qui viennent aussi d’Amérique latine. Ce sont les premières personnes avec qui j’ai entré en contact quand je suis arrivée, mais je pense que c’est plus facile de nous comprendre parce qu’on est dans la même situation, éloignés de notre famille, dans un pays avec une langue différente à la nôtre et à la fin, notre culture est très similaire même si on vient de pays différents. En plus, connaître des français n’est pas très facile, ce qui est ironique dans ce contexte, je sais. Mais beaucoup de gens n’ont pas de patience avec les accents différents ou avec les fautes grammaticales. La plupart du temps je ne sens pas que les gens soient très accueillants ou qu’ils aient aucun intérêt à te connaître même si c’est évident que tu viens d’un autre pays et qu’on pourrait discuter de beaucoup de choses. C’est un grand contraste parce que quand un étranger arrive à mon pays il est traité comme un invité d’honneur, tout le monde lui parle et on essaye de toutes les manières possibles qu’il soit content et qu’il se sente accueilli. Quand même j’ai réussi à connaître des français qui me redonnent l’espoir et me donnent envie de continuer d’essayer de faire d’autres amis comme eux.
En plus, je dois encore m’habituer à l’université, qui a un système complètement différent de celui de mon pays. Mes cours sont très intéressants mais je dois étudier beaucoup sur l’histoire de la France, que j’ai étudié au lycée il y a presque dix ans, mais que je ne me rappelle pas vraiment. Et après je dois faire des examens oraux pour la première fois dans ma vie. Mais je crois que tous les difficultés se compensent quand je réfléchis aux immenses opportunités qui s’ouvrent pour étudier dans un endroit comme celui-ci. Étudier une discipline artistique dans ce pays, où je peux être en présences des œuvres est quelque chose d’incroyable. Ici tout le monde est habitué à partir en vacances partout en Europe, et pour eux aller aux grands musées est quelque chose qui n’a rien de remarquable, mais pour moi voyager, connaître des musées, même s’ils sont tout petits, c’est une expérience que je n’aurais pas imaginé il y a un an.
Je sais que tout cet événement a été conçu pour vous inspirer à partir à l’étranger, mais je voudrais profiter aussi pour vous inspirer à être un peu patients avec nous qui sommes étrangers. On est ici pour devenir des meilleurs professionnels et meilleures personnes, capables de contribuer à nos pays avec tout ce qu’on peut apprendre ailleurs. Et je sais qu’on a quelques différences, mais la gentillesse et la politesse sont des valeurs universelles. On a tous beaucoup à apprendre et je suis sure qu’améliorer nos relations interpersonnelles peut un jour améliorer les relations entre nos pays.
Excelente! Mi francés no es tan bueno, pero la parte en español la entendí a la perfección. :P Me encantó Marce... me gustó mucho que haya escrito todo lo que sentía, y me parece muy bueno que lo vaya a mencionar en su exposición. Besos!
ReplyDelete¡Me gustó mucho, Marce! Y estoy 100% de acuerdo con lo de los franceses. :D Pero bueno, como bien dijiste en tu discurso, hay dos o tres que no son tan tontos. A esos hay que hablarles, no a los demás. Ellos siempre van a seguir cerrados.
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