29 December 2010

La Navidad parisina

Desde hace varios meses me hablaban de lo maravillosa que es la Navidad en París, sus decoraciones, su ambiente, su majestuosa nieve… Y pues aprovechando la coyuntura de múltiples factores me di a la tarea de investigar si las festividades en la capital son más intensas que en cualquier otro lado.

Las vitrinas de las tiendas son espléndidas, es cierto, pero no hace falta mucho para convencerme. Con matrioskas y macarons soy feliz.DSC02981DSC03098Plazas y monumentos muestran sus mejores galas; se instalan pistas de patinaje sobre hielo…DSC03094DSC03406Pero a veces se da la impresión que los árboles de Navidad son todos escuálidos con respecto a lo que quieren decorar. Es probable que sus aspiraciones sean demasiado altas. DSC03492 DSC03876DSC03879Voy a tener que aceptar que la nieve es preciosa… para estar en casa, con un chocolate caliente y comida de la temporada. Para hacer turismo es una experiencia de riesgo extremo digna de Bear Gryll.DSC03078DSC03272 DSC03280DSC03283DSC03289 Tal vez este año no me picó el bicho de la Navidad. Es la única explicación que encuentro para no haberme maravillado ante el despliegue ornamental de los Champs-Elysées. Y sin embargo reconozco que todo estaba muy bonito; el vino caliente y las salchichas alemanas estaban geniales, la compañía encantadora… DSC03305DSC03293DSC03294DSC03303DSC03308DSC03312DSC03314DSC03317DSC03319DSC03322La Torre y sus alrededores también estaban de fiesta y no aspiraban a menos que a tener su propio mercado navideño y pista de patinaje. DSC03703DSC03705DSC03710DSC03717 Pero la Navidad es una fiesta hogareña, y los nómadas somos impermeables a ella.


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