Cuando supe que Thom Yorke iba a sacar un disco solista, casi me muero de la indignación. Él que vivía pregonando del trabajo en equipo, de cómo cada uno se complementaba como músico, etc, y ahora se hace el individualista. Pero estoy reconsiderando mi opinión...
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“La expresión de cintura para abajo señala la región “problemática e impura” del sexo. La cintura es la línea divisoria entre la peligrosa zona baja y la limpia parte superior. Esta divisoria se le ha subido al (…) al cuello, por que para él todo el cuerpo es zona peligrosa y sólo la cabeza es clara y limpia. Al igual que el propenso a las jaquecas, el (…) traslada su sexualidad a la cabeza, y se convulsiona tanto arriba como abajo. La persona no quiere soltarse, no quiere abrirse a las exigencias y los instintos cuya presión se hace más fuerte y más angustiosa cuanto más se reprime. Luego, a su vez, el síntoma se aduce como causa de dificultades de contacto y comunicación, y aquí se cierra el círculo vicioso.”
¿Cómo sanar la frustración sexual sin tener sexo? Eliminando el deseo, es la primera posibilidad que se me ocurre. Pero me pregunto si realmente se puede o si realmente es preferible. ¿Qué tan cierto es que todo gira alrededor del sexo y que al final de cuentas sólo somos animales que actuamos por instinto?
J. se enoja por que percibe de muchas mujeres la intención de seducirlo por puro disfrute personal. Temo decirlo, pero es la verdad: es adictivo, emocionante y hasta cierto punto inevitable querer sentirse deseado por alguien y en control del sentimiento, inmune a él.
Todos esos disfraces y todas esas máscaras. A veces me asusta pensar en todo lo que escondo yo o lo que tratan de disimular los demás. Respondiendo a un ejercicio en el que había que escribir 20 razones por las cuáles uno está aquí, en el mundo, una de ellas fue: “para experimentar tener un cuerpo físico y aprovechar su potencial”. Uno de los objetivos del ejercicio era hacerlo rápido y no pensar, similar a la escritura automática. Se me cruzó por la cabeza que debía de existir una razón por la que somos seres de carne y hueso con infinidad de sensaciones.
Pero Dios bendiga las reglas sociales y la convención colectiva del buen gusto. Esta última semana me ha confirmado que soy una puritana (por conveniencia y por voluntad propia). No tengo ninguna objeción con las decisiones de los demás; creo que sólo a mis padres no los puedo visualizar como seres sexuales pues es muy perturbador, pero no logro hacerlo conmigo tampoco. Eventualmente voy a tener que, pero por mientras “la ignorancia es una bendición”.
¿Cómo sanar la frustración sexual sin tener sexo? Eliminando el deseo, es la primera posibilidad que se me ocurre. Pero me pregunto si realmente se puede o si realmente es preferible. ¿Qué tan cierto es que todo gira alrededor del sexo y que al final de cuentas sólo somos animales que actuamos por instinto?
J. se enoja por que percibe de muchas mujeres la intención de seducirlo por puro disfrute personal. Temo decirlo, pero es la verdad: es adictivo, emocionante y hasta cierto punto inevitable querer sentirse deseado por alguien y en control del sentimiento, inmune a él.
Todos esos disfraces y todas esas máscaras. A veces me asusta pensar en todo lo que escondo yo o lo que tratan de disimular los demás. Respondiendo a un ejercicio en el que había que escribir 20 razones por las cuáles uno está aquí, en el mundo, una de ellas fue: “para experimentar tener un cuerpo físico y aprovechar su potencial”. Uno de los objetivos del ejercicio era hacerlo rápido y no pensar, similar a la escritura automática. Se me cruzó por la cabeza que debía de existir una razón por la que somos seres de carne y hueso con infinidad de sensaciones.
Pero Dios bendiga las reglas sociales y la convención colectiva del buen gusto. Esta última semana me ha confirmado que soy una puritana (por conveniencia y por voluntad propia). No tengo ninguna objeción con las decisiones de los demás; creo que sólo a mis padres no los puedo visualizar como seres sexuales pues es muy perturbador, pero no logro hacerlo conmigo tampoco. Eventualmente voy a tener que, pero por mientras “la ignorancia es una bendición”.
“El depresivo evita todo lo que no tiene el reconocimiento público y trata de disimular los impulsos agresivos y destructivos con una vida irreprochable.”
Esa misma impresión de “sin esfuerzo” la percibo de Björk y de Tori. Ambas son tan libres en su música, pero diferentes en sus enfoques. Para Tori la música es un medio de psicoanalizar su vida, sus experiencias, sufrimientos y trascenderlos. .
Es un experimento interesante el de buscar arquetipos. Se los recomiendo
De repente me di cuenta en qué me había convertido. Vi a la cara toda esa compulsión por salir con vida de mis clases, por no hacer nada que me valiera regaños o reclamos, por ser amable y educada, pero no sincera con la gente que no soporto.
No puedo decir que actué mal, pero no quiero vivir de esa forma todo el tiempo. Ahora que veo todo esto voy a hacer algo al respecto. Tal vez sea inducido por mi fobia a la inacción y al estancamiento, pero en este caso creo que va a ser más beneficioso que no asumir responsabilidad y tener lástima de mí misma.
Sigo leyendo el libro y he llegado a la parte en que tengo que hacer ejercicios. Uno de los primeros es buscar arquetipos, algo así como héroes que me inspiren y que reflejen los temas dominantes de mi vida. Hasta ahora he encontrado a Simone de Beauvoir, a Santiago Calatrava, Björk, Tori Amos y todavía me falta un pintor o algún líder espiritual o religioso, pero no puedo decidirme por uno a quien yo admire sobre a todos los demás.
Simone me encanta por que es una escritora nata. Su vida era 50% experiencias en las cuales basar sus escritos y 50% escribir sobre ellas. Siempre enfocó su existencia como una obra de arte en construcción y analizó a fondo el significado de ser mujer y qué iba a hacer ella al respecto. Me siento profundamente identificada con ella.
Chopra recomienda tener por lo menos un arquetipo masculino si se es mujer y uno femenino si se es hombre. Yo escogería a Santiago Calatrava como el mío. Pude haber preferido a Zaha Hadid, la arquitecta más famosa y más incomprensible de la actualidad. Es mujer, es exitosa y diseña en uno de los estilos más complicados y exquisitos de la historia de la arquitectura: el Deconstructivismo. Pero su genialidad es algo fría y distante, lo contrario a Calatrava. Él es escultor, arquitecto, estructuralista, y sus obras son muy elaboradas y orgánicas, pero al mismo tiempo dan una sensación de que se hicieron de forma fluida y natural: sin esfuerzo. Como que ya existieran en otro nivel, él abrió la puerta y fue el medio para que se realizaran en el plano físico. Me encanta por que está vivo, y tal vez por alguna casualidad algún día lo pueda conocer, pero por lo menos tengo garantizado no morir hasta ver en vivo sus construcciones.
La estación de TGV, en Lyon, Francia, terminado en 1994
Auditorio de Tenerife, España, inaugurado en Septiembre del 2003:
El museo de arte de Milkwaukee, E.U., completado en el 2001
Esa misma impresión de “sin esfuerzo” la percibo de Björk y de Tori. Ambas son tan libres en su música, pero diferentes en sus enfoques. Para Tori la música es un medio de psicoanalizar su vida, sus experiencias, sufrimientos y trascenderlos. .
Björk habla del lado luminoso del mundo, de ser tan feliz que no hay más remedio que cantarlo a todo pulmón.
Es un experimento interesante el de buscar arquetipos. Se los recomiendo
... al agredirme a mí misma, le estoy haciendo algún tipo de daño a todos los involucrados.
Hay momentos que por muy pequeños que parezcan te hacen cruzar los límites. Ayer tuve el mío. “Tengo un serio problema con la gente que dice que me quiere y me trata como mierda”. Me desquitaba con la persona equivocada, pero el sentimiento era igual de válido. Todo lo que nunca creí decir o hacer, en menos de dos horas.
Mis brazos y mis piernas arden, pero no puedo negar que se sintió bien, y que encuentro un placer morboso al ver esas marcas y al recordar cómo y por qué me las hice. No que esté orgullosa de eso, ni mucho menos que lo recomiende. Pero me da mucha vergüenza tratar de dar una imagen de algo que no soy, cuando tanta gente se acerca a mí con sus almas expuestas, buscando ser escuchados y no juzgados. A veces no soporto el peso de las cosas que no puedo decir, de todo lo que tengo que tolerar de los demás y de cómo debo complacerlos en contra de mi voluntad, con una sonrisa hipócrita en la cara. No puedo cambiarlos, pues todo eso se vuelve en mi contra.
Hoy amanecí y era una persona muy diferente.
Hay momentos que por muy pequeños que parezcan te hacen cruzar los límites. Ayer tuve el mío. “Tengo un serio problema con la gente que dice que me quiere y me trata como mierda”. Me desquitaba con la persona equivocada, pero el sentimiento era igual de válido. Todo lo que nunca creí decir o hacer, en menos de dos horas.
Mis brazos y mis piernas arden, pero no puedo negar que se sintió bien, y que encuentro un placer morboso al ver esas marcas y al recordar cómo y por qué me las hice. No que esté orgullosa de eso, ni mucho menos que lo recomiende. Pero me da mucha vergüenza tratar de dar una imagen de algo que no soy, cuando tanta gente se acerca a mí con sus almas expuestas, buscando ser escuchados y no juzgados. A veces no soporto el peso de las cosas que no puedo decir, de todo lo que tengo que tolerar de los demás y de cómo debo complacerlos en contra de mi voluntad, con una sonrisa hipócrita en la cara. No puedo cambiarlos, pues todo eso se vuelve en mi contra.
Hoy amanecí y era una persona muy diferente.
Hay cosas demasiado increíbles como para no ser contadas, y es el caso de mi último día de clases/recuperación de Estructuras. Como en todo cuento de terror, la protagonista es una pobre oveja inocente que se ve involuntariamente sumergida en una malévola red de eventos. Desde luego, en este relato, la oveja inocente soy yo. Como toda buena niña, vine a mi solitaria casa a hacerme almuerzo (¡insólito!), y a relajarme escuchando “Vespertine” de Björk, que es uno de los mejores discos pre-examenes que existen. Ya con la mente despejada me fui a la universidad a repasar con Ana Lucía todo el contenido de la clase. Para nuestra agradable sorpresa estábamos en excelente forma, según nosotras listas para matar, y casi nos caemos de la silla cuando nuestro adorable ingeniero nos pone las hojas en la mesa y declara solemnemente: “si no pasan con este examen, merecen quedarse”. Era el mismo de la semana pasada. El mismo, con sólo dos problemas, en que sólo dos personas supieron resolver uno de ellos, y en el que nadie quiso preguntar cómo se hacía para no seguir pensando en esa pesadilla. Nos quitó las fórmulas, y se dedicó por dos horas a pulular por el aula viendo nuestra cara de frustración. No me sirvió de nada la reclusión del fin de semana, la cancelación de planes, ni la estudiada crónica: estaba haciendo un incomprensible examen del tercer parcial al que en el mejor de los casos podía aspirar a sacar 50 de 100. Al final le reclamé del CD del proyecto que él nos perdió, hice que me explicara el ejercicio por cultura general y me fui a unir a la “chusma enardecida” de mis compañeros llorosos y enojados, resignados a repetir.
Regresé a mi casa a pelear por teléfono y a atender a unos amigos de mi hermano que venían a dejarme un mural que necesitan para una clase, cuando de repente recibo una llamada. Era Ana Lucía, diciéndome que corriera para la universidad, que el ingeniero dejó una tarea por 30 puntos. En una escena digna de “The fast and the furious” llegamos a la u en menos de 10 minutos, desafiando incluso las leyes por que nadie en mi casa encontró los papeles del carro. Llegamos y están mis compañeros con dos resoluciones: la primera resolver el ejercicio, más el examen, para mostrarle al ing. que en realidad sí nos importa la clase, y la segunda, hacerlo todos juntos en casa de una chava que vive en Santa Lucía. Volví a mi casa por documentos, por dinero y para tratar de consolar a mi padre que iba a dejar que su hija condujera por primera vez en carretera, en la noche, con dos vidas a su cargo (por que desde luego a Nancy no le dieron permiso y me tocó ir a secuestrarla de su casa) y en medio de la lluvia. Cené una mitad de sándwich en una gasolinera y después todos nos fuimos en “caravana” a Santa Lucía. Caravana para mis compañeros significa dejarnos atrás preguntándonos cómo llegar. Desde luego, mis increíbles habilidades de conductora nos salvaron la vida (pura suerte. Yo generalmente no sé cómo llegar a ningún lado. Curiosamente siempre lo logro.) Pues llegamos a una de esas intersecciones en la carretera que te llevan a colonias súper fresas, y nos instalamos todos en la casa de la chava. Resulta que ya está casada y vive sola con su esposo, en una casa preciosa, con cinco perros. Gracias a Dios mis delirios de “qué pinta estar casada” tuvieron corta vida cuando descubrí que no hay mucha diferencia entre tu papá y tu esposo. Igual tus amigos no pueden hacer relajo por que corren el riesgo de levantarlo y hacerlo enojar. Trabajamos hasta las cinco de la mañana, por que es ley de la jungla que entre más gente hay, más opiniones salen y menos formas de resolver problemas parecen lógicas. Vi el amanecer conduciendo de regreso.
Ahora el reto era llegar a las 8 de la mañana. El trato era que entregábamos todos o nadie. Y hoy justamente había huelga de buseros y taxistas. Qué raro. El ing. llegó 10 minutos antes, nuestras almas pendían de un hilo cuando faltaba una de nosotras, pero era la chava embarazada y agradecí tanto por que esa es la excusa a la que nadie puede objetar. Ni siquiera el omnipotente de Wong. Entregamos, tuve un colapso nervioso en el que me quería cambiar de carrera y ya dejar toda esta papada interminable y Yanis trató de convencerme que son los residuos de las toxinas de todo este semestre insoportable. Espero que sea cierto. No hubo muertos, no hubo sangre: sólo sudor, mala comida y 20 estudiantes de arquitectura con ojeras hasta la quijada. Así son los cuentos de terror en la vida real.
Leyendo el libro del “Sincrodestino” encontré un pasaje que me recordó a las típicas plegarias cristianas en las que uno encomienda su vida en manos del Señor. Se trataba sobre la rendición a la “inteligencia no circunscrita”, que es el alma universal de la que todos somos una expresión y que se encarga de todas las cosas que pasan en el mundo. El objetivo era dejar de encerrarnos en las limitantes del yo, del ego, y expandir nuestra visión para darnos cuenta de cómo cada pequeña acción es parte de un plan más allá de nuestros alcances para entenderlo. Pero la actitud es casi la misma de un religioso: “Pongo todo esto en tus manos. No voy a preocuparme por que tú, la inteligencia no circunscrita que reside en mí, te encargarás de ello.”
Pensé en lo fácil que es para un seguidor de un dogma rendirse ante un poder superior. Tiene como incentivos el miedo al infierno, la ilusión de un paraíso, o algunos, el genuino amor a una divinidad. Pero los que hemos rechazado esos caminos, nos quedamos solos ante nuestra condición humana y cargamos en nuestros hombros nuestras posibilidades, acciones y consecuencias. Sentimos que no hay nadie a quien pedirle o a quien agradecerle. Hemos sobrevalorado tanto nuestra soledad que, al encontrarnos insatisfechos y sin salida, cuando nos piden que recordemos una práctica de la que habíamos huido, no sabemos cómo reaccionar.
Antes pensaba que al desechar los cultos a dioses externos, el respeto a la divinidad dentro de cada ser era algo sencillísimo de practicar, pero a pesar de que creo en una inteligencia superior, me cuesta tanto sumergirme en un estado de confianza ciega en ella. Y cuando era católica sí la sentía. Ahora tengo que reaprender a dejarme llevar, a saber que hay un punto en el que no tengo el control, aunque es una parte de mí la que conoce el propósito detrás de todo.
Qué curioso como dos enfoques distintos te llevan a un mismo punto. Sólo que hay una diferencia crucial: si los religiosos creen en un poder superior, este es ajeno a ellos, mientras que la otra forma de verlo es que está dentro tuyo, pero que tienes que aprender a acceder a él.
"Gemini is the third sign of the zodiac and governs, among other things, all forms of communication, social interactions, and self-expression. It is ruled by Mercury, and its element is air, demonstrated through the Gemini's intellect and powers of reasoning. Its quality is mutable, which signifies those who are malleable, amenable, or adaptable; in the yearly cycle, it indicates the shift between two seasons. When the Sun is in Gemini, spring becomes summer. As the Sun moves through Gemini, the following energies predominate, affecting the way people relate to one another:
Notable positive qualities associated with Gemini:
- Versatile, curious
- Extremely clever, stimulating, inventive
- Articulate in both oral and written communication
- Dual personality
Notable not-so-positive qualities associated with Gemini
- Inconsistent
- Impatient
- All over the place, difficult to rein in
- Impractical
- Dual personality"
- veo "Closer" y creo que contiene las verdades más grandes que existen sobre las relaciones y la naturaleza humana
- me entra un intenso deseo de cortarme todo el pelo
- veo a Clive Owen actuar como un macho cavernícola y aún así me encanta
- vuelvo a desempolvar mi disco viejo de Damien Rice y no escucho nada más por semanas
- me entra un intenso deseo de cortarme todo el pelo
- veo a Clive Owen actuar como un macho cavernícola y aún así me encanta
- vuelvo a desempolvar mi disco viejo de Damien Rice y no escucho nada más por semanas
Mi amigo Andrés se iba hoy para Argentina a estudiar su maestría. Fuimos varios a despedirlo al aeropuerto. Por un segundo me sentí en un universo paralelo, en el Cementerio de las Amistades Perdidas. Demasiadas personas con lazos muy fuertes en el pasado, que dejamos enfriar sin ninguna gracia. Me sentí mal, por que me di cuenta de tantas cosas.
Yo he pasado estas últimas semanas muy preocupada por una de ellas, que está pasando por una etapa algo difícil, y fue completamente incapaz de venir a saludarme. Ahora es una persona completamente diferente -no quiero juzgar- , ni mejor, ni peor, pero diametralmente opuesta a cómo la conocí. Otras personas, aunque sean de esas que he saludado una única vez en la vida, tampoco tienen ese hábito de reconocer la existencia de aquellos que tienen enfrente. Pero que lo hagan amigos de hace tiempo, es el colmo. Aborrezco sentirme ignorada.
Y yo estaba allí, entre tanta hostilidad e indiferencia y me preguntaba por qué había ido. Mi mejor amiga tenía el corazón partido por que se iba su amigo. Me van a decir “estás celosa”, y detesto decirlo, es cierto. Yo sé que si yo me voy mañana, ella no se pondría ni la mitad de angustiada que estuvo hoy. No por el chavo, que es un ser adorable, inteligente y tan increíble, sino por ella. Por que reconozco cómo di por sentado que ella estaba allí, y he sido muy tonta al dejarla ir así nomás.
Hay ciertos momentos en los que quedo paralizada por el shock de lo que está pasando. No entro en pánico, no hago rabietas, ni siquiera recurro a salidas dramáticas como desmayos o cosas parecidas. Simplemente no hago nada. Una vez que un perro furioso se escapó de su casa y se nos abalanzó a mi hermano y a mí, como me quedé parada sin reaccionar y contuve a mi hermano, no nos hizo nada. Con toda esta gente me pasa algo similar. He llegado a un punto en el que no sé qué hacer; me parece tan impredecible la reacción de las otras personas que dejo todo como está.
Mi ex novio me reclamaba mucho que yo necesito demasiada atención de los demás. Cuando mis amigos no me invitaban a una salida, a él le tocaba consolarme por horas por que me habían ignorado, y se desvivía en racionalizaciones que lograban convencerme, pero no me hacían olvidar la sensación de que yo no tenía cabida en su mundo; ellos buscaban nuevas amistades, y yo no los tenía más que a ellos.
Siempre dije que no quería ser como mis papás, que no son muy sociables, pero temo que estoy convirtiéndome involuntariamente en una criatura que los demás encuentran demasiado bizarra para soportar. Hay gente a la que eso le encanta. Me recuerdan a Nietzsche, que incluso consideraba un requisito de la genialidad, ser rechazado por las masas. ¿Lo es? Si los demás son un espejo de mi relación conmigo misma, ni quiero empezar a pensar en lo que significa todo esto. Puede sonar idiota, pero yo no actúo de mala fe. Trato de ser lo más honesta posible, y sé que estoy lejos de ser perfecta, pero tal vez es mucho pedirles que pelearan un poco más por nuestra amistad.
Yo he pasado estas últimas semanas muy preocupada por una de ellas, que está pasando por una etapa algo difícil, y fue completamente incapaz de venir a saludarme. Ahora es una persona completamente diferente -no quiero juzgar- , ni mejor, ni peor, pero diametralmente opuesta a cómo la conocí. Otras personas, aunque sean de esas que he saludado una única vez en la vida, tampoco tienen ese hábito de reconocer la existencia de aquellos que tienen enfrente. Pero que lo hagan amigos de hace tiempo, es el colmo. Aborrezco sentirme ignorada.
Y yo estaba allí, entre tanta hostilidad e indiferencia y me preguntaba por qué había ido. Mi mejor amiga tenía el corazón partido por que se iba su amigo. Me van a decir “estás celosa”, y detesto decirlo, es cierto. Yo sé que si yo me voy mañana, ella no se pondría ni la mitad de angustiada que estuvo hoy. No por el chavo, que es un ser adorable, inteligente y tan increíble, sino por ella. Por que reconozco cómo di por sentado que ella estaba allí, y he sido muy tonta al dejarla ir así nomás.
Hay ciertos momentos en los que quedo paralizada por el shock de lo que está pasando. No entro en pánico, no hago rabietas, ni siquiera recurro a salidas dramáticas como desmayos o cosas parecidas. Simplemente no hago nada. Una vez que un perro furioso se escapó de su casa y se nos abalanzó a mi hermano y a mí, como me quedé parada sin reaccionar y contuve a mi hermano, no nos hizo nada. Con toda esta gente me pasa algo similar. He llegado a un punto en el que no sé qué hacer; me parece tan impredecible la reacción de las otras personas que dejo todo como está.
Mi ex novio me reclamaba mucho que yo necesito demasiada atención de los demás. Cuando mis amigos no me invitaban a una salida, a él le tocaba consolarme por horas por que me habían ignorado, y se desvivía en racionalizaciones que lograban convencerme, pero no me hacían olvidar la sensación de que yo no tenía cabida en su mundo; ellos buscaban nuevas amistades, y yo no los tenía más que a ellos.
Siempre dije que no quería ser como mis papás, que no son muy sociables, pero temo que estoy convirtiéndome involuntariamente en una criatura que los demás encuentran demasiado bizarra para soportar. Hay gente a la que eso le encanta. Me recuerdan a Nietzsche, que incluso consideraba un requisito de la genialidad, ser rechazado por las masas. ¿Lo es? Si los demás son un espejo de mi relación conmigo misma, ni quiero empezar a pensar en lo que significa todo esto. Puede sonar idiota, pero yo no actúo de mala fe. Trato de ser lo más honesta posible, y sé que estoy lejos de ser perfecta, pero tal vez es mucho pedirles que pelearan un poco más por nuestra amistad.
Voy a recuperación de Estructuras. Después de todo lo que trabajé, estudié y sangré por esa clase, el ingeniero perdió el cd del proyecto, nos dijo que no lo habíamos entregado y nos bajó 10 puntos con los que habría pasado limpia. Todavía no me explico las notas baja del tercer parcial: no devolvió exámenes, y yo manejaba muy bien los temas. Si tan sólo hubiera visto mis errores me habría convencido, resignado y no habría pasado todo el día de ayer en negación.
Ahora tengo que estudiar todo el contenido.
¿Por qué perdió el cd? Qué miserable casualidad. Qué casualidad que estoy leyendo un libro sobre casualidades. Necesito que me expliquen, pero claro, no hay autoridades competentes para semejantes exigencias.
No quiero empezar a culparme o a cuestionarme. Pero es tan tentador. Es una verdadera lucha la que se libra dentro de mí cuando una de estas cosas me pasa. Tampoco quiero tomarlo como algo personal. Aunque el ingeniero me quedó debiendo 20 puntos de un examen en Concreto, que él también la da.
Ni modo. A levantarme del suelo, quitarme el polvo y seguir estudiando. A descubrir la razón, la enseñanza o lo que sea que haya que descubrir detrás de cosas como esta.
Ahora tengo que estudiar todo el contenido.
¿Por qué perdió el cd? Qué miserable casualidad. Qué casualidad que estoy leyendo un libro sobre casualidades. Necesito que me expliquen, pero claro, no hay autoridades competentes para semejantes exigencias.
No quiero empezar a culparme o a cuestionarme. Pero es tan tentador. Es una verdadera lucha la que se libra dentro de mí cuando una de estas cosas me pasa. Tampoco quiero tomarlo como algo personal. Aunque el ingeniero me quedó debiendo 20 puntos de un examen en Concreto, que él también la da.
Ni modo. A levantarme del suelo, quitarme el polvo y seguir estudiando. A descubrir la razón, la enseñanza o lo que sea que haya que descubrir detrás de cosas como esta.
Él me hace sentir que podemos sentir grandes alegrías o profundas tristezas, y que no hay nada más que eso en la vida. No por que no haya querido buscar una divinidad, o un sentido, sino por que no hay comprobaciones tangibles, no se puede depender sólo de la fe. Todo es tan inútil, tan vacío, pero tan intenso y hermoso al mismo tiempo. Es exquisitamente deprimente, y me pone feliz por que es tan poético. Sí hay algo esperanzador en todo su mensaje: de lo contrario el tipo se habría pegado un tiro hace mucho tiempo y no seguiría haciendo películas. Pero está oculto, detrás del palabrerío y de su impecable gusto musical. Hay que indagar, que hacer un esfuerzo consciente por tratar de entenderlo. A veces es crudo y desgarrador, pero sólo por que los humanos somos así. Nuestra condición no puede ser de otra forma, y probablemente, si nos pusieran a escoger, no elegiríamos ser otra cosa.
Gracias a copiadores sin deseo de ocultarlo, mi examen de hoy fue pospuesto para el martes. Ni una manada de estudiantes corriendo detrás de él en las escaleras convencieron al ingeniero para que se compadeciera de nosotros. Mis vacaciones se retrasaron, pero la celebración no.
Ha empezado oficialmente la estación de lluvias en Honduras. Después de un verano lleno de incendios, demasiado caliente para usar zapatos y sin salidas a la playa, estoy más que feliz por ver agua caer del cielo. Dentro de poco voy a estar escribiendo sobre cómo me deprime el frío, pero así somos aquí. Nunca estamos contentos. Estoy segura que mañana van a publicar en los diarios como una lluviecita de cinco minutos inundó miles de calles, después de meses de quejarse que la sequía nos iba a dejar sin agua.
La paradoja Einstein-Podolsky-Rosen: Justo cuando salgo de vacaciones se acabaron todas las series en la tele y las películas nuevas no se ven nada atractivas. No me gustó el libro, pero siempre dije que iba a ser una mejor película. Resulta que no. Si sigo leyendo malas reseñas del “Código Da Vinci”, la otra opción que me queda es “Misión Imposible III”. Mejor me quedo poniéndome al día con otros libros.
Ha empezado oficialmente la estación de lluvias en Honduras. Después de un verano lleno de incendios, demasiado caliente para usar zapatos y sin salidas a la playa, estoy más que feliz por ver agua caer del cielo. Dentro de poco voy a estar escribiendo sobre cómo me deprime el frío, pero así somos aquí. Nunca estamos contentos. Estoy segura que mañana van a publicar en los diarios como una lluviecita de cinco minutos inundó miles de calles, después de meses de quejarse que la sequía nos iba a dejar sin agua.
La paradoja Einstein-Podolsky-Rosen: Justo cuando salgo de vacaciones se acabaron todas las series en la tele y las películas nuevas no se ven nada atractivas. No me gustó el libro, pero siempre dije que iba a ser una mejor película. Resulta que no. Si sigo leyendo malas reseñas del “Código Da Vinci”, la otra opción que me queda es “Misión Imposible III”. Mejor me quedo poniéndome al día con otros libros.
Y no puedo hacer que obedezca. Mañana tengo el último examen del semestre (si no tengo que ir a ninguna recuperación), y no he logrado estudiar exitosamente en todo el día. Tomé café, vitaminas, me encerré en el estudio, y me senté a hacer resúmenes, pero cualquier interrupción era bienvenida. Por una vez en la historia, las personas que llamaban a mi casa no se sintieron intimidadas por la voz al otro lado de la línea: fui tan amable como me lo permiten mis facultades. Me puse a hacer planes para una mini-celebración por fin de clases/despedida de un amigo, terminé viendo unos podcasts que descubrí que existían, hasta sucumbí a unos cuantos placeres carnales: me hice un facial, un manicure y me di un baño larguísimo antes de cenar. Paso estresando tanto a este pedacito de carne que me tocó, que definitivamente se lo merece.
Desde luego, siempre hay un pero. Las ocupaciones excesivas de estos días me han obligado a bloquearme emocionalmente, pero hoy que solté un poco el control vi cómo nada de lo acumulado se había ido: estaba esperándome, pacientemente, para que en un momento de descuido me cayera todo encima. Mi ex novio. Quiere volver, pero la verdad yo nunca estoy convencida, y cuando tanteo por señales positivas no aparece ninguna. Le digo que seamos amigos, y realmente esa es mi intención, pero por más que tratamos siempre terminamos enfrascándonos en las mismas conversaciones llenas de nostalgia, de espejismos en el desierto, y llego a un punto en el que no logro distinguir el psicoanálisis, del puro y descarado masoquismo. Seré realmente estúpida a veces. Ahora ni siquiera hablo de esto. Antes me desahogaba en mi diario, con mi mamá, con cualquier mortal que se cruzara en mi camino, pero he hartado a todo mundo, y con justa razón. Si yo menciono su nombre en mi casa corro el riesgo de ser decapitada; me di cuenta que mucha de mi tendencia de decir las cosas para quitarles el peso se malinterpretaban como chisme, como deseo de herir, y no medí muchas de mis palabras en el pasado, tengo que ser el doble de cautelosa ahora. Pero yo no puedo no hablar. Interpreto el silencio, en mi caso, como un intento de dejar pasar esto, de ignorarlo y no asumir responsabilidad, y no quiero ser así. Por eso no he querido dejar de estar en contacto. Quiero saldar esto de una vez por todas. Me encantaría una de esas soluciones fáciles que yo sé que jamás funcionan, como otro novio por ejemplo. Pero nunca voy a encontrar uno adecuado con semejante forma de pensar.
Dentro de poco voy a cumplir 21 años y estoy muy emocionada. Voy a oficialmente (mejor dicho, legalmente) ser una adulta, y me estoy preparando psicológicamente para la transición. Claro que tengo expectativas irreales de la nueva edad, como si un año más de vida fuera milagrosamente a arreglar todos estos dilemas infantiles que me persiguen. Mi consuelo es que he estado ahorrando por muchos meses para irme de compras por un día y felicitarme con ropa y libros por haber sobrevivido un semestre más en la u y un año más en mi casa.
Me voy a probar suerte una vez más con la estudiada.
Desde luego, siempre hay un pero. Las ocupaciones excesivas de estos días me han obligado a bloquearme emocionalmente, pero hoy que solté un poco el control vi cómo nada de lo acumulado se había ido: estaba esperándome, pacientemente, para que en un momento de descuido me cayera todo encima. Mi ex novio. Quiere volver, pero la verdad yo nunca estoy convencida, y cuando tanteo por señales positivas no aparece ninguna. Le digo que seamos amigos, y realmente esa es mi intención, pero por más que tratamos siempre terminamos enfrascándonos en las mismas conversaciones llenas de nostalgia, de espejismos en el desierto, y llego a un punto en el que no logro distinguir el psicoanálisis, del puro y descarado masoquismo. Seré realmente estúpida a veces. Ahora ni siquiera hablo de esto. Antes me desahogaba en mi diario, con mi mamá, con cualquier mortal que se cruzara en mi camino, pero he hartado a todo mundo, y con justa razón. Si yo menciono su nombre en mi casa corro el riesgo de ser decapitada; me di cuenta que mucha de mi tendencia de decir las cosas para quitarles el peso se malinterpretaban como chisme, como deseo de herir, y no medí muchas de mis palabras en el pasado, tengo que ser el doble de cautelosa ahora. Pero yo no puedo no hablar. Interpreto el silencio, en mi caso, como un intento de dejar pasar esto, de ignorarlo y no asumir responsabilidad, y no quiero ser así. Por eso no he querido dejar de estar en contacto. Quiero saldar esto de una vez por todas. Me encantaría una de esas soluciones fáciles que yo sé que jamás funcionan, como otro novio por ejemplo. Pero nunca voy a encontrar uno adecuado con semejante forma de pensar.
Dentro de poco voy a cumplir 21 años y estoy muy emocionada. Voy a oficialmente (mejor dicho, legalmente) ser una adulta, y me estoy preparando psicológicamente para la transición. Claro que tengo expectativas irreales de la nueva edad, como si un año más de vida fuera milagrosamente a arreglar todos estos dilemas infantiles que me persiguen. Mi consuelo es que he estado ahorrando por muchos meses para irme de compras por un día y felicitarme con ropa y libros por haber sobrevivido un semestre más en la u y un año más en mi casa.
Me voy a probar suerte una vez más con la estudiada.
“Un famoso experimento de pensamiento creado por el físico Edwin Shroedinger muestra los extraños acontecimientos que son posibles gracias a la física cuántica. Imagina que tienes una caja cerrada que contiene una onda-partícula, un gato, una palanca y un recipiente con la tapa suelta de comida para gato. Si la onda-partícula se convirtiera en partícula, podría en acción la palanca, ésta levantaría la tapa del recipiente de comida y el gato comería. Si la onda-partícula se convirtiera en onda, la tapa permanecería en el recipiente. Si abriéramos la caja y por tanto hiciéramos una observación), veríamos un recipiente vacío (y un gato feliz), o un recipiente lleno (y un gato hambriento). Todo depende del tipo de observación que hagamos. Pero ésta es la parte que deja a la mente atónita: antes de que veamos dentro de la caja y hagamos una observación, el recipiente está vacío y lleno, y el gato está simultáneamente satisfecho y hambriento. En ese momento, ambas posibilidades existen al mismo tiempo. La observación es la que convierte la posibilidad en realidad.”
Deepak Chopra, “Sincrodestino”
La maldita luna llena trae consigo un humor de los mil demonios. Hoy tuve que escapar del teléfono idiota que no deja de sonar, de los deberes del hogar y de la tentación del Internet a la biblioteca de la universidad para poder estudiar en paz. Pero todo mundo confunde la confunde con una sala de té. Menos mal que mis papás se iban de viaje a ver a mi abuela por el día de la madre. Por que debo limitar mi exposición a la raza humana lo más que se pueda.
Sigo enojada por que me enteré que un familiar, ya muerto, tuvo un hijo con alguien que no era su esposa, a la que quiero mucho. Todo aquel al que se lo cuento lo toma como si fuera lo más natural; quieren hacerme creer que soy una ilusa, ingenua, que no importa, y que todas las personas son así.
Estoy asqueada por que encontré fotos, en una memoria de la cámara digital de la familia, que no debí haber visto.
“Give it a hundred years
Sigo enojada por que me enteré que un familiar, ya muerto, tuvo un hijo con alguien que no era su esposa, a la que quiero mucho. Todo aquel al que se lo cuento lo toma como si fuera lo más natural; quieren hacerme creer que soy una ilusa, ingenua, que no importa, y que todas las personas son así.
Estoy asqueada por que encontré fotos, en una memoria de la cámara digital de la familia, que no debí haber visto.
“Give it a hundred years
It won't go away”
Es con mucho orgullo y placer que les muestro las fotos de nuestro proyecto final de Diseño III: una casa para discapacitados. Para que tengan una ligera de en lo que invierto mi tiempo.
Esta es la fachada principal. Todo el proyecto se concibió alrededor de esta fachada.
Esta perspectiva interior del dormitorio principal la hizo Nancy.
¿Adivinen quién hizo estas maravillosas perspectivas?
La maqueta. By Deysi.
Y los créditos.
So you don't get to call me a whore."
Una de las mejores frases que le he escuchado.
http://www.nytimes.com/2006/05/07/magazine/07contraception.html?pagewanted=1&_r=1&th&emc=th
En este artículo explican un poco sobre la creciente tendencia conservadora en los Estados Unidos, de oponerse no sólo al aborto, sino también a los métodos anticonceptivos. Según ellos, cualquier comportamiento sexual debe estar dirigido únicamente a tener un hijo, aún dentro de un matrimonio, y cualquier razón fuera de esa es inaceptable. Dicen que la educación sexual y la legalización de métodos como la “pastilla del día siguiente” fomentan la promiscuidad, y la excesiva preocupación de la sociedad hacia el sexo.
Pero esos conservadores no se limitan a dar declaraciones abstractas: su misión es apoderarse del planeta. Desde que empezó la administración de Bush, los Estado Unidos destinan 204 millones de dólares a programas que pretenden popularizar la abstinencia; doctores que no estén de acuerdo pueden negarse a prescribir anti-conceptivos; quieren legalizar que en hospitales cristiano/católicos no los suministren, etc.
Siempre me ha llamado la atención que la gente con semejantes opiniones no puede limitarse a pensar lo que les dé la gana y seguir adelante con sus vidas. Necesitan que todo el mundo piense como ellos. Es indispensable que la sociedad se rija bajo sus reglas, y sólo sus reglas. No hay perspectivas alternativas que consideren válidas; no piensan en que no se puede generalizar tan radicalmente comportamientos humanos; no se detienen a pensar que hay libertades que son un derecho que nadie debería de coartar. Qué impresionante que se crean con la autoridad de decir que el sexo tiene una sola función, y que en ninguna otra circunstancia debe ser tolerable. Gente frígida amargada.
Y me detengo a pensar en todos esos hombres y mujeres que quieren que uno tenga miles de hijos, como si fuera la cosa más sencilla del Universo. Como si no intervinieran factores importantísimos como los económicos, la calidad de vida y educación que van a recibir esos hijos, la forma en que van a alterar la vida de los padres. ¿Con semejante tasa de divorcios, se puede tener hijos tan a la ligera? Me encantaría ver si alguno de esos extremistas cuidaría personalmente a los niños no planeados de la gente que están tratando de convencer. No lo creo.
Me fascinó personalmente la organización para jóvenes “Girls gone mild”, que en unas vacaciones de verano en Ft. Lauderdale tenían una carpa donde instruían a la gente sobre esperar hasta casarse. Aquí se trata de cambiar la mentalidad de la gente. No de limitar su rango de posibilidades. Pero cuando veo cosas como que no quieren permitir la legalización de la píldora del día siguiente, no puedo menos que escandalizarme. Se tiene que tener derecho a elegir, incluso sobre aquellos temas en los que uno no esté de acuerdo, y nadie debería de creerse o tener el poder de imponer sobre los otros su forma de existir. Desde luego, en otros lugares, con estadísticas que demuestran menores porcentajes de abortos o de embarazos en adolescentes, este tipo de debates es una cuestión primitiva:
“Sarah Brown of the National Campaign to Prevent Teen Pregnancy, gets to the root of the problem and may explain the numbers. "One of the things I'm most often asked is why the abortion and unintended pregnancy rates are so much lower in Europe," she says. "People talk about the easy access to contraception there, but I think it's really a matter of the underlying social norms. In Europe, these things are in the open, and the only issue is to be careful. Here in the U.S., people are still arguing about whether it's O.K. to have sex."
En este artículo explican un poco sobre la creciente tendencia conservadora en los Estados Unidos, de oponerse no sólo al aborto, sino también a los métodos anticonceptivos. Según ellos, cualquier comportamiento sexual debe estar dirigido únicamente a tener un hijo, aún dentro de un matrimonio, y cualquier razón fuera de esa es inaceptable. Dicen que la educación sexual y la legalización de métodos como la “pastilla del día siguiente” fomentan la promiscuidad, y la excesiva preocupación de la sociedad hacia el sexo.
Pero esos conservadores no se limitan a dar declaraciones abstractas: su misión es apoderarse del planeta. Desde que empezó la administración de Bush, los Estado Unidos destinan 204 millones de dólares a programas que pretenden popularizar la abstinencia; doctores que no estén de acuerdo pueden negarse a prescribir anti-conceptivos; quieren legalizar que en hospitales cristiano/católicos no los suministren, etc.
Siempre me ha llamado la atención que la gente con semejantes opiniones no puede limitarse a pensar lo que les dé la gana y seguir adelante con sus vidas. Necesitan que todo el mundo piense como ellos. Es indispensable que la sociedad se rija bajo sus reglas, y sólo sus reglas. No hay perspectivas alternativas que consideren válidas; no piensan en que no se puede generalizar tan radicalmente comportamientos humanos; no se detienen a pensar que hay libertades que son un derecho que nadie debería de coartar. Qué impresionante que se crean con la autoridad de decir que el sexo tiene una sola función, y que en ninguna otra circunstancia debe ser tolerable. Gente frígida amargada.
Y me detengo a pensar en todos esos hombres y mujeres que quieren que uno tenga miles de hijos, como si fuera la cosa más sencilla del Universo. Como si no intervinieran factores importantísimos como los económicos, la calidad de vida y educación que van a recibir esos hijos, la forma en que van a alterar la vida de los padres. ¿Con semejante tasa de divorcios, se puede tener hijos tan a la ligera? Me encantaría ver si alguno de esos extremistas cuidaría personalmente a los niños no planeados de la gente que están tratando de convencer. No lo creo.
Me fascinó personalmente la organización para jóvenes “Girls gone mild”, que en unas vacaciones de verano en Ft. Lauderdale tenían una carpa donde instruían a la gente sobre esperar hasta casarse. Aquí se trata de cambiar la mentalidad de la gente. No de limitar su rango de posibilidades. Pero cuando veo cosas como que no quieren permitir la legalización de la píldora del día siguiente, no puedo menos que escandalizarme. Se tiene que tener derecho a elegir, incluso sobre aquellos temas en los que uno no esté de acuerdo, y nadie debería de creerse o tener el poder de imponer sobre los otros su forma de existir. Desde luego, en otros lugares, con estadísticas que demuestran menores porcentajes de abortos o de embarazos en adolescentes, este tipo de debates es una cuestión primitiva:
“Sarah Brown of the National Campaign to Prevent Teen Pregnancy, gets to the root of the problem and may explain the numbers. "One of the things I'm most often asked is why the abortion and unintended pregnancy rates are so much lower in Europe," she says. "People talk about the easy access to contraception there, but I think it's really a matter of the underlying social norms. In Europe, these things are in the open, and the only issue is to be careful. Here in the U.S., people are still arguing about whether it's O.K. to have sex."
De todas formas, los Estados Unidos sucks. Eliminaron a Chris Daughtry!! sniff.
Estoy preocupada. Llevo días haciendo el chiste, pero hoy empecé a tomármelo en serio. La cantidad de mujeres embarazadas que existen es sorprendente. Supuestamente es siempre así, pero desde hace varias semanas veo un promedio de cinco mujeres encinta, por día. ¿Qué significa eso? Si bien lo he tomado como un mal chiste del Universo, a cualquier lugar que voy veo un montón, o me entero de alguien que está así. Diablos, si hasta en la temporada de “Project Runway” que pasan en People and Arts, Heidy Klum sale embarazada!
No lo había tomado en serio, ni me había alarmado, hasta ayer. Eran las 10 de la noche y estábamos con mi súper grupo en el único lugar en Tegucigalpa en el que puedes fotocopiar o encuadernar trabajos tan tarde un domingo, y llegaron, una compañera mía, que también lleva la clase del proyecto y que está casi en su noveno mes, junto con su esposo, para perforar hojas. Mientras esperábamos a la familia de otra compañera para que nos llegaran a dejar los 13 lempiras que nos hacían falta para poder pagar nuestro encuadernado (la impresión de tres tomos de proyecto nos dejó en la lipidia), me quedé viendo a la pareja por un segundo mientras se abrazaban, y automáticamente pensé “se ven tan felices, ojala algún día esa sea yo. Casi me desmayo cuando mi mente consciente regresó a la vida y me di cuenta de lo que había dicho en mi cabeza.
Yo nunca he sido así. Esperaba nunca tener hijos, o tenerlos ya mayor para que no estorbaran en la realización de mis aspiraciones. Criticaba tanto a la gente que decidía tenerlos y era muy severa a la hora de juzgar a los que los tenían por accidente. Será que la edad me ha ablandado, pero he cambiado mucho. Mi teoría es que mis instintos finalmente me alcanzaron. Por mucho que traté de escapar de ellos, resulta que soy sólo una humana más y late en mí el odioso deseo de perpetuar la especie. Afortunadamente, no podría estar más lejos de encontrarme en semejante situación, y es un alivio. Lo que me hace regresar a mi problema inicial: ¿por qué me he estado fijando tanto en eso?
Tal vez sencillamente esté presenciando el nuevo renacer de la humanidad, una nueva generación que va a tener por mentores a la mía (los pobres) y que nosotros nos vamos a encargar de guiar. Tal vez, como me dijo alguien, es la época del año. Maldito sol y sus hormonas de felicidad. Pero muy en el fondo escucho la risa de la Madre Naturaleza que me ve debatiéndome entre sus designios y mi voluntad. Así como hay que parar el abuso a los caracoles (fuera Celltone y su crema de baba de caracol), es justo y necesario que se acaben de una vez por todas las órdenes subliminales que nos hacen actuar de formas primitivas y/o instintivas. O por lo menos de algunas. De las que no me gustan.
Son las 10 de la noche. Falta bastante de nuestro trabajo.
Una de nuestras compañeras se fue por que "su papá no la deja estar fuera de la casa en la noche". Es la misma que llega tarde por que da clases en la iglesia; que puede trabajar un día sí y un día no por que su papá le exige que se dedique a su familia en detrimento de su trabajo; que ha faltado a millones de reuniones, y cuando está no puede hacer las cosas sola, siempre tiene que estar preguntando y pidiendo ayuda. Yo sé que no es su culpa, PERO TAMPOCO ES MI RESPONSABILIDAD ESTAR CARGANDO CON ELLA!!!!!!!!
Otra compañera está dormida en el sofá.
La otra está trabajando en la otra computadora, después de haber estado quejándose toda la tarde por que tenía hambre pero no le gustaba la comida de mi casa; también, le dolía la cabeza, y tampoco entendía lo que tenía que hacer del trabajo.
Yo tengo que configurar página por página todo el trabajo en excel para que a la hora de imprimirlo no se vea tan desordenado. Pero hoy termino esto, a como dé lugar.
Si Björk y Tori Amos representan el lado etéreo de la música de mujeres con personalidad, Pj Harvey sería su contraparte entre los seres mortales. Ella tiene una agresividad y un dramatismo que no he visto en muchas buenas cantantes. Explora aspectos oscuros de su personalidad, sin recurrir a disonancias forzadas, y cuando es feliz, es ligera y divertida, pero siempre inteligente. Un balance exquisito y muy difícil de alcanzar.
Tengo esa fantasía de algún día caminar por las calles de Nueva York escuchando “stories from the city, stories from the sea”, y cantar como ella: “things I once thought unbelievable, in my life, have all taken place”.
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Tengo esa fantasía de algún día caminar por las calles de Nueva York escuchando “stories from the city, stories from the sea”, y cantar como ella: “things I once thought unbelievable, in my life, have all taken place”.
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Me encantó esa frase que leí hoy en la mañana. Tengo que elegir un estado de ánimo apropiado para los próximos días, pues hoy ha empezado oficialmente la semana de entrega. Qué buenísimo que hemos revisado como mil veces y que hasta hoy que empecé a entintar planos empiezan a aparecer errores espantosos. Aún así estoy emocionada. Al fin siento que estoy trabajando para algo con resultados que no voy a tener que esperar meses para disfrutar. Me muero de ganas por pintar el proyecto, tomarle fotos y postearlas aquí.
Desde luego, me encantaría retirarme a un universo paralelo para trabajar en paz, por que la gente tiene un radar para sentir cuando estoy en “work-mode”. Por más que quiero que me dejen sola, más se empeñan en estorbarme. Mi mamá está comprando un local para su clínica y necesita que se tomen medidas de los muebles, que se dibuje el plano, que se propongan distribuciones… Y es de esos trabajos del tipo voluntario/si-no-lo-haces-tu-vida-corre-peligro.
En fin, estos próximos días son de locura, pero son los últimos y mejor los aprovecho por que después cuando tenga tiempo libre me voy a sentir muy desorientada.
Desde luego, me encantaría retirarme a un universo paralelo para trabajar en paz, por que la gente tiene un radar para sentir cuando estoy en “work-mode”. Por más que quiero que me dejen sola, más se empeñan en estorbarme. Mi mamá está comprando un local para su clínica y necesita que se tomen medidas de los muebles, que se dibuje el plano, que se propongan distribuciones… Y es de esos trabajos del tipo voluntario/si-no-lo-haces-tu-vida-corre-peligro.
En fin, estos próximos días son de locura, pero son los últimos y mejor los aprovecho por que después cuando tenga tiempo libre me voy a sentir muy desorientada.
Siempre vuelvo a este mismo punto. No hay dios (como un padre bondadoso que me vigila desde las nubes), no hay paraíso, no hay ni siquiera reencarnación (sniff), no hay nada más que esta tierra, este país, estas personas y este ambiente lleno de humo que me hace pulular por los días con un ardor en los ojos que confundo con un permanente deseo de llorar. Mi vida es mi responsabilidad, y por ende todo lo que está mal en ella es por que yo lo he provocado o no he hecho algo por mejorarla. Arrastro todos los días las cadenas de mi libertad, buscando una creencia lógica o una persona decente con quien abandonarlas y desentenderme de ellas, por que este es el mundo, pero sigo sin saber cómo conseguir lo que quiero de él, y al parecer es mi culpa no saberlo.
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