En un mundo en el que tenemos que resignarnos a la idea de que ya no tendremos una mujer presidente de los Estados Unidos, la venganza se presenta de la única forma que queda: el arte, o su moderno equivalente, el entretenimiento. Actualmente la meca del escapismo femenino es esta serie de Showtime en la que las contadas veces en la que aparecen hombres, lo hacen como las víctimas ingenuas e inocentes del submundo de las lesbianas poderosas de Los Angeles. Pero perfectamente podrían alegar discriminación, porque pasan temporadas enteras en las que no se menciona uno tan solo de ellos, no digamos ver uno en pantalla.
Esta serie confirma mi teoría que sí hay un lugar para todo en el mundo. Todos aquellos hábitos, manías y paranoias de las mujeres que se ven como negativos en la sociedad patriarcal reinante ni siquiera tienen un lugar protagónico en la trama, ya están supuestos, son intrínsecos a cada personaje y no se cuestionan porque no tienen nada de malo. Estamos en un universo paralelo donde el enamoramiento es profundo, tormentoso, dramático pero comprendido; se pueden tener amigas y obtener muchos beneficios por esa amistad (ropa, sexo…); el nivel de intimidad de las relaciones es casi inmediato e incondicional: he encontrado mi hogar.
Somos libres! Tan libres como para reírnos de los estereotipos. Hubo una escena genial en el episodio de esta semana en el que en un bar exclusivo para lesbianas tenían un espectáculo de lucha libre con chavas embarradas en aceite turco. Fue genial, absolutamente brillante. Se conjugaron todos los elementos de lo que los machos cavernícolas podrían encontrar atractivo, pero si ellos no están, realmente lo es.
Si queremos pensar en una dimensión más realista, lo admito: no todas las lesbianas son tan bonitas, tienen tanto dinero, se visten tan bien o tienen esos senos increíbles. Pero no me importa, por una vez quiero ver una historia en la que una mujer pueda ser directora de una galería de arte, o periodista de una columna de chismes, una soltera promiscua reticente al compromiso o hasta la más divertida y caprichosa de las directoras de cine existentes y lograr salirse con la suya.
Cuando vemos esta realidad alterna y reflexionamos sobre el mundo real, ¿cómo hemos de enfocar entonces las relaciones heterosexuales? Una parte de mí se siente tentada a decir que son irremediables… con toda honestidad, quitando mi situación actual, son completamente irremediables.
ADORO ESTA SERİE!!!!!!! Realmente es genial! Incrible que hayas hablado de ella! jjajajaj Ni yo lo he hecho! jajaja Besos
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