Nadie nos puede culpar por no intentarlo. El Muelle de las marcas es esta extensión de la ciudad, a orillas de la Garonne, que está formada por los outlets de las tiendas de lujo, que normalmente venden el exceso del inventario a precios más baratos de lo normal. Como estamos en temporadas de descuentos esos productos estarían en rebaja con respecto a las rebajas habituales. Teníamos que ver qué podíamos encontrar. La misión del día: un abrigo para Jorge (que lo vemos todo pelado y hay que recordar que el sol es puramente decorativo: estábamos a 6 grados de temperatura) y una capa para mí.El recorrido es un paseo precioso, porque desde luego está pensado para gente de mucho dinero. Hasta el edificio en sí rompe con cualquier visión tradicional que se tenga de un outlet. Nosotros empezamos a caminar desde la sección con cafés y restaurantes a orillas del río.Luego empiezan las tiendas, que enorme decepción, están lejos de nuestro poder adquisitivo. Claro, si un abrigo normalmente cuesta 800 euros, en el muelle se encuentra a 600; en descuentos lo podríamos comprar a 300, tal vez a 200. Como una broma cruel del destino, el único abrigo que a Jorge le gustó y que estaba a un precio razonable no estaba de su talla. Y yo, encontré una capa, Hugo Boss, así que sigo buscando una. Y casi en el último tramo, cuando nuestros espíritus vencidos iban a seguir probando suerte en la calle Sainte Catherine, encontramos una tienda exclusivamente dedicada a chocolates Lindt, con descuentos del 50 al 70%, dejando enormes cajas de chocolates de lujo a 3 o 5 euros. Sólo digamos que tengo suficiente material para sufrir sobredosis de cacao hasta para los descuentos, ni siquiera de junio, sino de enero del año próximo.
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