18 July 2006

He decidido solemnemente no hacer un reality show cuando esté casada

En vista de la preocupante alza en la tasa de divorcios, que se ha reportado en los últimos meses, por parte de gente que ha incursionado en los reality shows basados en su matrimonio, mi futuro y desconocido esposo puede descansar tranquilo: las cámaras no nos seguirán.

Un día bromeábamos con Yanis sobre cómo sería nuestra vida televisada: la suya consistiría en él sentado frente a la compu todo el tiempo y el mío sería un reality show de mí sentada frente a la tele viendo reality shows. No espero un crew de MTV tocando mi timbre en ningún futuro cercano.

Es una lástima que ya se me haya pasado la edad de “Quiero mis quince”, y que no existiera cuando fue mi turno de cumplirlos. Siempre he odiado esas cursiladas de niñas que ya pueden vestirse solas, pero que no ponen objeciones a la hora de parecer un gran pompón rosadito en su fiesta. Sí, estoy consciente que hasta el rosado tiene un límite. Yo no quise nada de trajes inflados, vals con mi padre que debería tener prohibido bailar en público, champagne a menores de edad que nunca han probado una cerveza. Ni quería hacer fiesta, pero me gustaba el hermano de mi vecino y necesitaba una excusa para conocerlo.

Si tuviera que recordar enamoramientos trágicos e infantiles, él descansaría tranquilo en el primer lugar. (Ruego por dios que ni él, ni su hermano lean esto, nunca, nunca, por favor.) Mi hermano, yo, su hermano mayor y él, esperábamos el bus a la escuela en la misma parada, pero nunca tuve el coraje de presentarme. Mi colonia es una montaña, yo vivo en el pico, en aquella época sin vecinos con quien jugar cerca. Ellos vivían más abajo, en la sección de varones: son como 3 o 4 casas con niños que sí se reunían a hacer relajo.

Él me gustaba desde que estaba en primer grado. Con mi mejor amiga de aquel tiempo, una noche que se quedó a dormir, le escribimos una carta con un marcador rosado fosforescente, de esos que daban en los menús infantiles de Wendy’s. “Hola niños del San Miguel, somos Marcela y Cinthya… queremos conocerlos mejor… dejen una carta de respuesta en la casa tal…”. Ellos claro que respondieron. Pero ni así empezamos a llevarnos. No tengo muy claro qué diablos pasó cuando nos volvimos a ver. De seguro nos continuamos ignorando mutuamente. Mi pobre hermano tuvo que soportar un porrazo que le di un día que por molestarme gritó “Niño del San Miguel, vos le gustás a mi hermana!”, al bus en el que se acababan de subir.

Muchos años después, conocí al hermano mayor del sujeto, por pura casualidad, un día que saqué a pasear a la fallecida Laika. Yo ni lo había visto y me gritó “Vos sos Melissa García, verdad?” Mi mirada perdida lo hizo seguir explicándose: “Me escribiste una carta hace muchos años”. Y la tierra no se abrió para albergar a mi vergüenza y a mí. Nos hicimos amigos. Pero yo quería conocer a su hermano. Y fue de esas cosas que esperas mucho tiempo por que lleguen, pasan y no resultaron la gran cosa. Pero mi fiesta estuvo pinta.

Llegó el día y no tenía vestido. Ninguno me gustaba, mi mamá estaba histérica. Salimos a cazarlo por varios centros comerciales, y al final valió la pena. Llegaron mis amigos, amigos de mis papás, familia, los típicos colados… Era mejor anfitriona en aquella época, sobretodo en comparación con este año. Estuve bastante entretenida, no sabía bailar en aquel tiempo, pero si recuerdo con exactitud, no había alguien que sí pudiera. Fui una niña normal por una noche. ¿Ven? MTV tenía que haber registrado ese evento.

7 comments

  1. ¿En serio se confundió de nombre? Hahahahaha ¡qué buenísimo! Pero, lo hubieras corregido. ;) Hey, además, mi vida no sería sólo estar sentado frente a la computadora; yo haría otras cosas...

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  2. Anonymous8:22 AM

    eso se llama: un momento Kodak.

    podria ser tambien:hacer una cartita de amor para un vecino del san miguel que confunde tu nombre, no tiene precio, para todo lo demás master card.

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  3. Que romántica tu infancia.
    La mía consistió en tener crushes con los personajes de Disney y convencer a mis papás que me compraran Barbies.
    Anyways, Melissa, los reality shows no tienen pq ser trágicos. Decime que estás viendo "The Comeback" en HBO. Decime que sí...
    *Sighs* ¿Fijo que no verdad? Pues no se que esperas ¡Apurate anda busca la programación!

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  4. No he visto "the comeback", es demasiado tarde!! Y debería hacer algo por ese insomnio que tengo...

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  5. que ternura
    yo no tuve fiesta de 15
    es que aca no es tan importante
    como en otros lados parece

    Yo veo el programa
    y me alteran las niñitas!!!
    como tan exigentes !

    Besos"

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  6. mi infancia en parte la conté en INFANCIA SIN LIBROS, por otro lado, fue bastante solitaria, hijo único por 8 años en casa grande, bastante tímido y soñador eso sí, demasiado. De los que se enamoraban rápido, desde los 4 años.

    un beso

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  7. ya sé de quien se trata, ya sé quein era ese niño del San Miguel y si no me equivoco estaba en mi clase

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