Los resultados son los siguientes:
A simple vista se ha encontrado un principio que demuestra que hay un orden en la caótica y azarosa creación del Universo. De esta forma se puede encontrar incluso la órbita del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Pero justo cuando podía descansar en la comodidad de que hay una Fuerza Superior detrás de todos los procesos, aparece, cómo no, un Pero. Un error, un dato que no cuadra.
El cálculo que debería resultar en la órbita de Neptuno, nos da en su lugar un aproximado de la de Plutón, que según varios científicos ni siquiera debería ser considerado planeta (sino un asteroide del Cinturón de Kuiper. Hay discriminación hasta en un nivel galáctico). No hay forma de explicar por qué Neptuno no encaja.
Puede que este sea otro intento humano fallido de explicar fenómenos basados en probabilidades. O un chiste divino. Hacer todo siguiendo un patrón determinado, pero dejar un sencillo detalle que desmorone todo el razonamiento. Justo lo necesario para que crean, pero con espacio suficiente para que no sea una certeza. Una forma de probar su fe. Sería listo ese dios, muy listo.
PARA LAS MATEMÁTICAS Y LA QUÍMICA SOY NULO, POR ESO ME GUSTA TU EXPLICACIÓN, QUE TODO ESO DIFÍCIL PARA MÍ SE HACE MAS SIMPLE.
ReplyDeleteCARIÑOS, LALO CAVIERES.
Yo también me indigné con lo de Plutón! Pobrecito.... Y resulta que el intruso todo el tiempo era Neptuno. Es indispensable un Comité para la Defensa de los Derechos de Plutón. Un abrazo
ReplyDeletePues...
ReplyDeleteel problema es que el concepto de planeta en si es más que todo romántico, en vez de científico. Plutón es considerado planeta solo porque la tradición asi lo ha dicho, pero hasta La luna es más grande que plutón.
Ufff...Qué bien,no todo es comprobable matemáticamente en esta vida,se le escapan muchas cosas...La ciencia no es absoluta,qué alegría tener otra prueba de eso:)
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