Yo tengo una amiga, otra buena alumna, que es probablemente el sueño de toda madre, pero que tiene como madre al sueño de toda hija. Son amigas, por decirlo así: su mamá sabe absolutamente todo lo que pasa en su vida porque ella se lo cuenta, no porque esté obligada ni mucho menos, sino porque le tiene mucha confianza. Si ella le narra algún episodio del día que tuvo su madre sabe con exactitud de quiénes está hablando, no tiene necesidad de hacer simplificaciones porque presta suficiente atención como para recordar el nombre de los amigos de su hija; si es algo relativo a estudios sabe de qué clase se trata y sobre qué es el trabajo. Cuando tenemos mandados que hacer, de esos que te absorben todo el día y te hacen ausentarte por periodos sospechosos de tiempo, nunca hay reclamos ni regaños, sólo una llamada sencilla de cómo están las cosas por allí. Cuando sale por las noches a fiestas o a discotecas puede llegar a las cuatro de la mañana sin temor al sermón del día siguiente, de todas formas le va a narrar las aventuras de la noche, así que no hay nada que esconder por muy tortuoso que haya sido. Ella a veces no puede salir con nosotros porque su madre la ha invitado al cine, a comer, a bailar, a quedarse en casa viendo televisión, a pasar tiempo juntas sólo porque sí. Cuando platicamos de nuestros planes a futuro me sorprende que ella también tenga urgencia por terminar las clases y graduarse ya que tiene pensado quedarse por lo menos un año en la ciudad trabajando, antes de aplicar para maestrías. ¿Por qué entonces la prisa si no es para irse lo más pronto posible de su casa? Eso da la idea de lo torcida que tengo la cabeza.
Ella es una buena muchacha y hace las cosas como se deben porque es lo que le parece mejor. Que eso esté alineado con los deseos maternos es producto de su relación, no de estructuras rígidas o amenazas inconcebibles para la gente que se supone que uno más quiere.
Me levanté a las 3 de la mañana pensando en eso; saquen sus propias conclusiones.
tuve rollos similares con papi... y no se me ocurría alguna serie en la que pudiera bautizar un post, tan bonito como sale decir gilmore girls...
ReplyDeletemuy feo?
un abrazo.
dz
Ay no Marce, estas crisis existenciales en altas horas de la madrugada son la mayor epidemia de nuestra generación. Yo tengo una relación excelente con mi papa y a veces también me siento como Gilmore Boy, pero estamos lejos de estar de acuerdo en todo y más bien lo que pasamos discutiendo es lo que enriquece nuestra relación. Talvez vos lo podes ver así y el hecho que no seas Gilmore te hace la persona que sos. Jajaja que raro redacté eso pero creo que vos me entendés.
ReplyDeleteEl trato padre/hijo en mi caso no fueron dignos de una serie de relaciones entre tales, mas bién casi nunca tuve relación con mi padre, muchos rollos sip, pero la ausencia era la mejor relación que podía apremiarse.
ReplyDeleteCon mi madre..hmm no es mucho, su eterna tortura mental o su frustración de no terminar su carrera por mi causa (no lo dice pero lo da a entender), pues sabré decirte que con la que mas llevo una relación es con mi hermana, entre ambos nos hemos apoyado el uno en el otro en nuestras vidas, siempre apegados y complices en infantiles fechorías y serios problemas.
Como el primer comentario, no tengo una serie definición para la relación con mi hermana...a menos que sea Hansel y Gretel xD
Bueno.... pucha al suave saque mis trapitos al sol... jejejeje aaah que chulada.
Vale no te preocupes, que te pudo ir peor....vaya consuelo el que te doy, pero, es cierto. ;)
Un fuerte abrazo y mis mejores deseos para tu vida.
Mi caso es muy particular: igual me quiero largar de mi casa, aunque:
ReplyDelete1) Nadie pasa allí como para incomodarme o estresarme;
2) No tengo ninguna relación: ni rencor ni aquel gran apego como la protagonista del post, simplemente me quiero ir... lejos!!;
3) Mi casa es el sueño de todo bachellor... cualquiera en mi posición estaría aquí contento... pero yo me quiero ir!... lejos!!