Hasta hoy pude conseguir las fotos de las celebraciones de la semana pasada por haber terminado Diseño 8. Comenzamos el sábado en la noche cenando en el Gordo. Les presento a mis amigos: el primero de la izquierda es Mario U. que al día siguiente nos invitó a su casa-finca de Tatumbla, Armando, Isac, Cynthia Z., y Deysi, una habitual artista invitada en este blog.
Ese día estábamos muy contentos por finalmente terminar Diseño, aunque ninguno de nosotros ganó el concurso ;'(
Luis es el de camisa negra y algunos recordarán a Scarlett con quien trabajamos junto a Deysi en Diseño, Planificación y Seminario, sin pelear ni una sola vez! La verdad es que es imposible pelear con ellas, son muy buena gente.
Para la ocasión invitamos a Yanis
Y Herminio, que es el que está devorando. Ana Belly está sentada junto a Mario U.
Los novios a escondidas! Resulta que Mario, Ana Belly e Isac trabajaron en Diseño y Seminario, pero Mario y Ana Belly empezaron a andar, a escondidas de toda la clase, para no hacer sentir mal a Isac por andar de mal tercio. Lo más divertido es que a mi ni se me ocurría que ellos se gustaban, aunque me parecían todos dulces cuando los miraba juntos.
Como Mario es un salsero empedernido (y casi profesional, sobretodo en comparación al resto de nosotros), fuimos a Sabor Cubano, un lugar famoso por la gente que baila salsa y sus mojitos. A pesar que los mojitos no tenían alcohol la bailada estuvo buena. Pero no se engañen: casi nadie bebió porque el mesero era de tan mala calidad. Aunque la falta de cervezas no impidió que se produjera el milagro: Isac bailó!!! Por dos canciones... Pero bailó!

Y ya como a las 11 y media, todos nos moríamos del sueño. El lugar estaba repleto, la pista inundada, y nosotros quedándonos dormidos en la mesa del patio, qué horror!!
Y pensar que sólo hace una semana estábamos trabajando como locos para la entrega...
Los aleros celebramos nuestra tradicional cena Navideña, después de muchos contratiempos y sucesos inesperados.
Este año regresamos a nuestro cuartel general en lugar de a un restaurante, y por primera vez pudimos "decorar" con un árbol de los que ya traen las luces incorporadas.

Generalmente yo de perezosa sólo llegaba en la noche a comer, pero las últimas veces que hemos cocinado me he incorporado más al proceso de preparación y debo decir que me perdía lo más divertido de estos eventos.
La idea original era hacer una combinación de comida rusa, carne asada, comida navideña y de postre cheesecake, pero por cuestiones de presupuesto tuvimos que eliminar la carne asada. Menos mal porque aún así nos sobró tanta comida...
Comenzamos muy temprano haciendo compras de último minuto para los cheesecakes. Esta foto es legendaria porque marca el primer uso de una mesa de comedor de casi veinte años de edad.
Juank se encargó de las tortitas de carne:

Los pasteles a punto de meterse en el horno:

Me alegra saber que no he perdido mi toque.

Este año contamos con la presencia de un invitado muy especial: Luke de Gilmore Girls.

Aparte de los postres, tuve como responsabilidad la preparación de los pilmienys.

Y ya que estaba a la mano el "alinea-maridos", como le dice Juank...

Herminio se encargó de los pollos, que preparó con su receta para pavo navideño. Como eran las 3 de la tarde y los pollos seguían congelados fue todo un show para poder cocinarlos. Mientras uno de los cuatro se descongelaba en el micro, los restantes estaban sumergidos en una paila con agua en el patio, cubiertos con una caja de pizza para que algún gato de la calle no los sacara de allí. Cuando finalmente estaban listos se les inyectaba cerveza.
Herminio preparó además una mezcla para la piel del pollo a base de margarina y especias, y un relleno de muchas carnes y verduras.
Aquí están listos para el horno, que se me olvidó mencionar, tampoco había sido usado antes ¬¬

Se preparó también pan de ajo, o "bruschettas" según nuestro anfitrión ;)

Ya cercanos a la hora de comer, se cocinaron las tortitas:

Las hermanas Ochoa llegaron justo a tiempo.

Aquí vemos a parte del grupo jugando el artefacto ideal para aquellos que quieran un buen dolor de músculos que dure hasta cuatro días después de haberlo usado (caso de la vida real): Wii.

Y la comida lista!! Qué espectáculo!

Los deliciosos pollos...

Y la mara comiendo:
He estado muy perturbada por la reciente ola de matrimonios y/o embarazos no deseados de varias personas con edades cercanas a la mía, relacionadas con mi entorno más o menos inmediato. Parece algún tipo de inquietud o virus generacional que se ha ido propagando, en muchos a la fuerza, en otros -aún peor- por voluntad propia. Al ser estos escritos, y todos los sucesos que los respaldan, monumentales odas al ego la pregunta inevitable se presenta: qué significa esto. Debería estar considerándolo como una opción para mi propia vida, un atisbo a mi futuro, algún tipo de deseo reprimido que veo manifestarse en los demás, o por el contrario, algún tipo de advertencia o amenaza de parte del universo. Con la excepción de muy pocos niños (5 en total), esas criaturas me inspiran de todo, menos ternura. No puedo ni siento interés en aprender a cargarlos, alimentarlos, vestirlos y enseñarles todo lo que sé sobre música, libros, arquitectura o televisión. Siento una lástima políticamente incorrecta por todas las personas que deben ver truncados sus sueños o postergadas sus satisfacciones inmediatas por tener responsabilidades de ese tipo. Llego al extremo de explicar las neurosis de las mujeres más desequilibradas de “Rock of love” al hecho de tener hijos y tener el descaro de andar en esos pasos.

La sensación de que mi existencia apenas comienza no me es muy usual, aunque esté fundamentada en la realidad, pero al imaginarme el futuro e idealizar lo que podría ser mi vida, criar a otro ser aparece como la última cosa en una lista exagerada de metas que me gustaría cumplir para sentirme realizada. Desde el fondo de mi alma me gustaría creer que lo peor ya pasó y que cosas buenas están por llegar, que la etapa fácil es la que está empezando y sólo puedo visualizar un hijo como el peor de los inconvenientes. Me angustio por cosas tan mínimas que una persona normal enfrentaría con el mejor de los ánimos que no quiero ni pensar en preocuparme por estabilidad económica y psicológica para alguien más, que de por sí va a representar mi legado a la humanidad. Se suman las consecuencias de no lograr proveer ese ambiente ideal. O peor, proveerlo pero que igual mi engendro sea una criatura sin dirección, disciplina o responsabilidad. Que no estudie, no trabaje y no sienta la necesidad tampoco; que ande vagando sin ley con quien sabe qué compañías, sin pensar por un instante en lo que va a dedicarse después cuando yo no esté en la capacidad de mantenerlo. Me tomo de una manera demasiado personal las decisiones innegablemente equivocadas de mis amigos, sería aún peor si ellos fueran mis hijos. (Eso plantea otra cuestión: si a sus propios padres no les importa que ellos sean unos irresponsables, ¿por qué me tiene que interesar a mí? ¿Por qué insisto en desperdiciar mis energías en gente que no se lo merece?)

Con respecto a la gente joven que decide casarse “por amor”, aparecen otros factores. Por ellos me corroe la envidia. Me gustaría ser tan optimista, ilusa, espontánea y tener tanta fe como para tener el valor de casarme a los 23 años. No voy a decir tan enamorada porque no creo que eso sea lo más importante, pero no hay forma de callar las voces de mis amigas con quienes nos reímos de gente así, de mi madre que dice que no hay que casarse antes de conocer el mundo, la voz de mi conciencia desde los 10 años que no me perdonaría jamás caer en la misma trampa que todas las mujeres que me rodean y que han desperdiciado el potencial tan grande que tenían por hombres e hijos, ninguno de ellos que haya probado que valía la pena. Quisiera desear tan poco, exorcizarme de tanta ambición para conformarme con algo tan sencillo como ser una ama de casa, aprender a ser feliz con las “cosas de mujeres” que siempre me han querido enseñar y que justamente por ser sólo de mujeres he repudiado tanto. Quisiera estar en un lugar donde no me atormenten las expectativas ni los juicios de los demás para ver si realmente quien soy es lo que me gusta y no es que me he moldeado justamente para contradecir a todo mundo. Quisiera, con todo el corazón quisiera, pero no puedo. Soy la bastarda más egoísta de este planeta y no tengo otro remedio más que alegrarme por ello. Levantarme todas las mañanas con la tranquilidad de no tener a nadie que dependa de mí, que se vea afectado por mis decisiones, o a quien tenga que cuidar por algún tipo de deber o cariño. Soy libre, tan libre como la misantropía y la decepción me lo permiten, pero puedo darme ese lujo y no sentirme culpable al respecto.
No tengo idea si es una práctica común, pero desde hace mucho tiempo tengo preparados mi discurso de aceptación del Pulitzer por mis artículos de crítica de arte en el New York Times, el de agradecimiento por el Oscar al Mejor Guión, el del Emmy por la serie de televisión basada en mi vida y mi post como egresada de estudiante de arquitectura de la Autónoma de Honduras. Pero hoy no puedo escribir ese último porque a pesar que la universidad clausura oficialmente en dos días el tercer periodo de este año sólo he terminado 66 de las 67 clases de la carrera: un maestro decidió aplazar un proyecto y un examen para el 19 de enero. Así que las celebraciones en el Gordo, en Sabor Cubano y hoy en casa de un compañero son simbólicas y anticipadas.
Presento la versión final de nuestro trabajo sobre la Verificación de accesibilidad arquitectónica en edificios públicos según el reglamento de construcción vigente en Tegucigalpa. La importancia de este trabajo radica en que representa el nexo que uniría a la gerencia de Metroplan (encargada del reglamento de construcción) y las asociaciones para personas con discapacidad, en especial la Dirección General de Desarrollo para las Personas con Discapacidad DIGEDEPDI que tiene a cargo la elaboración de un reglamento sobre accesibilidad que esté basado en la Ley de Equidad. Hasta que no esté terminado ese reglamento (que debió haberse realizado y puesto en vigencia hace 3 años) no se puede obligar a Metroplan a verificar la accesibilidad de los edificios, excepto por estos artículos que nosotras utilizamos como base para nuestra tesis. Los artículos son insuficientes y aún así las nuevas construcciones no los respetan y las antiguas no los incorporan. ¿Qué se necesita para concientizar a las personas sobre la importancia de hacer los edificios accesibles? En nuestra opinión, se ocupa información condensada y comprensible al respecto, y por eso creemos en el valor de este trabajo.

Con cada día que pasa se van terminando cada vez más clases y lentamente me voy despidiendo de la vida –que supuestamente era sin preocupaciones- como estudiante de la universidad. Hoy le digo adiós a Italiano, a Planificación y Urbanismo 2, a la segunda temporada de Californication, a la tercera de Dexter y me preparo para la entrega del Seminario, el examen de Obras, el proyecto de Obras y el final de la cuarta temporada de The Hills.

Por primera vez en mucho tiempo tengo unas cuantas horas para retomar lo que considero la normalidad, así que voy a obviar Planificación, ayer hablé de Italiano y por ende me queda todo el panorama libre para explicar la raíz de la empatía que sentimos hacia un personaje tan tenebroso como Dexter Morgan. Hablo desde la perspectiva de una novata puesto que no he visto las primeras dos temporadas de la serie y probablemente la única razón por la que empecé a verla es porque estuve enterada de la increíble cantidad de publicidad que le hicieron antes de estrenar esta temporada y porque habían repeticiones los viernes en la noche, cuando no hay otra cosa que ver. Desde el primer episodio uno se pregunta qué es lo que tiene esta serie que la hace tan adictiva si el protagonista no es tan guapo (si nos guiamos por la primera impresión; después de “conocerlo” todo cambia), no hay escenas que requieran supervisión adulta aparte de las sangrientas, y su trama corre el riesgo de encasillarla en otro drama más al estilo CSI, NCIS, NYPD Blue donde un equipo policial investiga crímenes, con la salvedad de que en este equipo trabaja uno de los asesinos de la ciudad, probablemente uno de los mejores. Pero este pequeño detalle cambia toda la perspectiva de la historia. Como espectadores se nos presenta el dilema: ¿por qué estar del lado de Dexter? ¿Por qué quererlo y apreciarlo y empezar a torcer nuestra visión del bien y el mal al punto de simpatizar con un asesino en serie? Resulta que el programa tiene demasiado a su favor y que todos en el fondo, somos como el personaje principal.

A falta de la posibilidad de viajar, algunos obtenemos nuestro conocimiento del mundo a través de la televisión por cable y al analizar a Dexter es casi obligado compararla también con otra serie que se desarrolla en Miami: Nip/Tuck. La razón porque Nip/Tuck haya comenzado en esta ciudad suena casi obvia: es un lugar de sol, playas, ropas muy cortas y por lo tanto tiene una necesidad urgente de cirugías plásticas. Pero también se volvió un personaje más de la trama ya que la actitud relajada y decadente que los anuncios de Viva Florida y las canciones de Will Smith quieren transmitir sobre ella hacía resaltar aún más la actitud conservadora de Sean McNamara, que vimos en el primer episodio, ni siquiera podía hablar español en el enclave cubano por excelencia. Christian es el producto de un excesivo asoleamiento e intoxicación por bloqueador: un hombre/zorro seductor, atractivo y demasiado preocupado por su apariencia; un personaje que no tendría sentido en otro lugar que no fuera Miami, a tal grado que ahora que los doctores se trasladaron a Los Angeles el pobre tiene problemas para adaptarse. En general, se queda grabada la imagen de una ciudad tan bonita que no posee otro mérito más que su apariencia, al igual que su gente. Dexter agrega un componente más: es mejor no saber qué hay debajo de toda esa fachada porque tu vida puede correr peligro. Otra vez por comparación, si la trama de Dexter se desarrollara en un lugar como Nueva York no tendría nada de especial que el protagonista fuera tan minucioso, obsesivo y previsor; se acoplaría como un psicótico más en la nave nodriza de las enfermedades mentales. Pero en Miami él brilla por su peculiaridad; hasta su hermana, también policía y también correcta a primera vista, sucumbe a la tentación enamorándose de un cantante latino que creía que era un informante. Es un ambiente perfecto para él: en el día es un policía forense que analiza las manchas de sangre en las escenas de los crímenes, a punto de casarse con una mujer que espera su hijo y que ya es madre de otros dos niños, un hombre tan previsible que hasta los meseros en los restaurantes saben qué va a ordenar. Pero por las noches se dedica a matar a criminales de los que ha obtenido los datos gracias a su trabajo.

Atormentado por las visiones de su padre ya fallecido que se aparece para recordarle sus lecciones, Dexter va por la vida haciendo lo que debe y también lo que le gusta, aunque lo segundo a escondidas. Él ya superó esa etapa de sentirse culpable porque no cumplió con las expectativas de papá o porque no es una persona normal que puede tener conexiones honestas con otros seres humanos. Lo evidencia en esta temporada en la que el hilo conductor entre los episodios es su nuevo amigo, el fiscal Miguel Prado, la planificación de su boda y las expectativas de ser padre. Miguel es lo más cercano que pudo haber tenido a un amigo íntimo, al punto que lo inició en su hábito sangriento. Sin embargo, cuando este se muestra indigno de esa confianza no se detuvo en miramientos para deshacerse de él, y es en este punto en que nuestro personaje deja de ser un simple peón en una historia para convertirse en un modelo a seguir. Qué daría yo por poder aceptarme de esa manera, por tener la conciencia tan tranquila que ni siquiera las cosas que pienso o hago que no pueden saber los demás porque no las entenderían o aprobarían no empañen mi vida diaria ni la forma en que me veo a mí misma. Él es un ejemplo de auto referencia, en el mejor sentido que pudo haberlo expresado Deepak Chopra y todos aquellos que debemos fingir -por propósitos de convivencia con terceros- que somos correctos y morales pero que por dentro nos carcome la perversidad y el libertinaje hemos encontrado a alguien a quien admirar.

No pude evitar pensar, cuando vi los dos finales felices tanto de Dexter como de Californication, que esa es la estrategia de Hollywood para hacernos olvidar cómo el mundo se desmorona financieramente mientras los mortales nos consolamos con televisión. Ahora que ya no tenemos mafiosos a quienes apoyar, Showtime nos presenta a asesinos justicieros y a escritores promiscuos; el concepto del héroe à la Superman, tipo boy scout como me dijeron hace unos días, ya es historia. Hank Moody y sus peripecias son más ligeras que el personaje que analizamos previamente pero no por eso es menos adorable. Voy a confesar que estoy parcializada desde los tiempos gloriosos de the X files, donde Mulder era el prototipo del hombre con el que quería tener hijos, y probablemente continúe con esa nostalgia cuando lo veo con esta nueva personalidad. La cuestión es que si a Hank se le quita el hecho que mujer que mira es mujer con que se acuesta, es sencillamente un hombre que se desvive por su hija –el tipo de niña que me gustaría tener, así como Nemi es la mujer que me gustaría ser- y por la madre de su hija, que resulta la villana porque no le perdona sus infidelidades. Pero hasta Hank, que tendría toda la razón en ser infeliz porque dejó ir a la mujer que adora al otro lado del país para no separar a su hija de su novio, termina diciendo después de 12 turbulentas semanas que la vida es buena.

Sin embargo la vida sigue adelante y es tiempo de que nos preparemos para lo que ha de venir. Mañana regreso a mis reuniones en grupo para el Seminario, el jueves me tocará estudiar para Obras y la otra semana termina the Hills, ahora sin Whitney. Creo que eso me preocupa más que el hecho que Heidi finalmente se haya emborrachado tanto que haya aceptado a ese horroroso de Spencer como su esposo. ¿Qué va a ser de Lauren ahora? Audrina resultó una loca que la acusó de andar con Justin Bobby, que a pesar de lo poco higiénico que pueda ser jamás le hubiera hecho eso con una amiga tan cercana (y que le caía tan mal), aparentemente se va a reconciliar con Heidi pero es como volver a pegar piezas de cerámica a las que no se les puede borrar la marca de que alguna vez se quebraron, y Lo… Lo es telonera, no tiene suficientes conflictos internos para ser protagonista principal. (Noten cómo dejé por fuera a Stephanie, que para ser una Pratt tiene una seria deficiencia de personalidad.) ¿Qué va a ser de mí cuando termine las clases y tenga que buscar un lugar para hacer mi práctica? ¿Adónde voy a ir a dar?

Afortunadamente, no todo se ha terminado. Queda el resto de diciembre para dormir un poco (y trabajar en el proyecto de Obras ¬¬), recuperar energías y fe en la vida, así como un episodio más de the Hills. Más adelante nos preocuparemos por lo que el futuro nos depare, de la misma forma que Whitney en the City. Lo único que no pude aplicar para toda mi metáfora arquitectura-Mtv fue la nueva serie de Brody: ¿buscarse un nuevo amigo que reemplace a Spencer???? De verdad que hacen programas de cualquier cosa en estos días.
(Due amici si rincontrano a la strada.)

Carlos: Ciao!
Kelyn: Ciao! Come stai?
Carlos: Bene, e tu?
Kelyn: Cosi, cosi!
Carlos: E perchè?
Kelyn: Perchè domani Io ho un esame di matematica. Devo studiare molto.
Carlos: Anch’io ho un esame domani, di francese.
Marcela: Ciao ragazzi! Che fate oggì? Andiamo al cinema?
Kelyn: Purtroppon non posso, devo studiare.
Carlos: Volentieri! E da tempo che non vado al cinema.
Kelyn: Tu devi studiare!
Carlos: Si, ma non è un esame difficile.
Marcela: Allora, voi due dovete studiare oggi. Volete andare al cinema domani alle quindici?
Carlos: D’accordo!
Kelyn: È un’ottima idea.
Carlos: Posso invitare un amico?
Kelyn e Marcela: Siiiii!
Marcela: Chi è?
Carlos: Si chiama Diego.
Marcela: Oh! E com’è questo Diego?
Carlos: Lui è alto, ha i capelli castani e corti, ha gli occhi verdi...
Kelyn: Di dov’è?
Carlos: Lui è argentino.
Marcela: È qui per vacanza?
Carlos: Non, è qui per studiare.
Kelyn: E quanti anni ha?
Carlos: Diego ha 20 anni. Purtroppo per voi lui porta anche la sua fidanzata, una ragazza molto bella.
Kelyn: Davvero?
Marcela: Che peccato! Eh beh! Volete studiare nel mio appartamento? È molto grande e comodo.
Kelyn: Io non so dove abiti.
Marcela: Io abito nel quartiere Miraflores, accanto al ristorante cinese.
Kelyn: E paghi molto d’affito? Io pago duemilla lempiras per la mia casa de due camere da letto.
Marcela: Io pago millecinquecento, ma il mio appartamento ha una camera da letto, cucina, sala da pranzo, un soggiorno e uno studio.
Carlos: Oh! Va bene! Allora a che ora arriviamo?
Marcela: Andiamo al supermercato prima, volete andare in autobus?
Carlos: Io preferisco andare a piedi, l’autobus e molto pericoloso.
Marcela: Davvero? Io l’utilizo tutti i giorni.
Carlos: Questa città non ha metrò o tram, vero?
Kelyn: No, ma il taxi non è molto caro, Io pago cinquanta lempiras per andare a qualsiasi posto.
Marcela: E cinquanta lempiras non è molto?? Tu sei millionaria!!!
Kelyn: E la macchina de la tua madre?
Carlos: Certo! Non ricordaba. Andiamo adesso!
De manera abreviada, dejo la presentación de nuestro último proyecto del último diseño de la carrera. En las diapositivas pueden ver las perspectivas de los edificios (hechas en Revit por Deysi), y las plantas arquitectónicas. Me gustaría hablar de la euforia y la nostalgia de estos momentos, pero tengo mucho sueño.

Presentación Diseño 8
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Investigación Diseño 8
Cuando surge un atraso, un fracaso, una contrariedad me parece imposible evitar el planteamiento del eterno ¿por qué?, el análisis de todo lo sucedido y el intento por comprender qué pudo haber sido distinto, qué pude haber hecho de otra manera. El conflicto surge cuando mi conciencia se atormenta porque sabe que hice lo mejor, que si retrocediera en el tiempo no cambiaría nada. Entonces no comprendo por qué salió mal en primer lugar. ¿Fue falta de esfuerzo, falta de vocación, falta de simpatía ante los implicados, exceso de esfuerzo, destino ineludible o que me doy más crédito del que en realidad merezco?

El espíritu, como un músculo, de tanto estirarse y encogerse ante las esperanzas y las dificultades, termina rompiéndose y entra en un estado de paz, calma ante la resignación. No se puede llamar indiferencia, es simplemente saber que las cosas se tienen que hacer y que los resultados a veces se escapan de mis manos y no hay nada que pueda hacer al respecto.

La sensación de impotencia es la peor, especialmente si se le acompaña por la soledad de la incomprensión.

Siguiendo con los posts educativos de la semana de entregas, esta noche aprenderemos sobre los cárdex y las planillas, el proceso de codificación de un proyecto de construcción.

En nuestra lección del flujo de caja vimos cómo se dividía el precio de venta en costo directo (compuesto por materiales y mano de obra), indirectos de construcción, costo de operación (dividido en administración y venta), costo financiero (que puede ser bancario o no bancario), otros costos y por último la utilidad. Ahora asignemos un número a cada uno de estos componentes, de manera que podamos identificar de acuerdo a un código el componente exacto del precio de venta del cual se está hablando.

A partir de esta jerarquía se enumerarán entonces todos los materiales que se usen en el proyecto (con un máximo de 999) y las actividades (con un máximo de 99).
Tomemos por ejemplo el cemento utilizado en la zapata corrida, asumiendo que el cemento es el material 001 y la zapata corrida nuestra actividad 05. Su codificación será de la siguiente manera:
011100105: 01(número del proyecto); 1(costo directo); 1(materiales); 001(cemento); 05(zapata corrida).
Veamos ahora un ejemplo del cárdex del cemento:
En la tabla estamos asumiendo que comenzamos el proyecto con 250 bolsas de cemento el 1º de diciembre de este año. Ese mismo día se utilizaron 25 bolsas para la elaboración de la zapata corrida y se registra la salida de esas bolsas. Al día siguiente la actividad de sobreelevación requirió 10 bolsas y se registra también esa salida. Sin embargo, sobraron 5 bolsas de la zapata corrida: este sobrante se pone como un ingreso en nuestra contabilidad, y como la sobreelevación las ocupó se vuelve a marcar la salida. Esta operación aparentemente inofensiva puede traer muchas confusiones en el proyecto si se pasa por alto.

Por su parte, las planillas sirven para controlar las actividades realizadas por un trabajador durante una quincena, y para pagarle lo que ha realizado en ese tiempo. Su codificación es similar a la de un material. Tomemos el armado de acero en una zapata corrida:
01120205: 01(número del proyecto); 1(costo directo); 2(mano de obra); 02(armado); 05(zapata corrida).
Se apuntan las actividades que ha realizado el trabajador, el código de esa actividad, la cantidad de obra y la unidad en que se cobra, el precio unitario y el total que se paga por esa obra. En las planillas se deducen los derechos y obligaciones laborales: el 3.5% del Seguro social (hay que tener mucho cuidado, si el total de lo que ganaría este muchacho se sobrepasa 2 veces el salario mínimo se le cobra entonces sólo el 3.5% de ese monto, al que llamamos “techo”), el 1% que corresponde al INFOP, el 1.5% del RAP, dejamos una casilla de Préstamo si el empleado pidió algún adelanto durante esa quincena, y después se calcula el neto con las deducciones. La planilla se haría de la manera siguiente:


El sub total es mayor que dos veces el salario mínimo, 2 x 2400 = 4800 lps, por lo que sólo vamos a calcular el 3.5% de 4800 en lugar del 3.5% de 10 060 lps.
En general, el uso del cárdex ayuda a controlar económicamente cada actividad ya que las personas que reciben o retiran materiales firman un recibo. La planilla limita de alguna forma cómo se van a realizar las actividades porque si en nuestra contabilidad tenemos que una sola persona va a hacer los dos procedimientos de una misma actividad (como el fundido y el armado de la zapata corrida por ejemplo) no podemos dejar que en el campo dos personas compartan esos gastos porque eso desequilibraría la contabilidad.
La principal utilidad de estas herramientas es determinar cuánto se ha gastado en materiales y en mano de obra en distintos momentos del proyecto; esto ayuda a identificar robos ya que al haber incoherencia entre los materiales que gastó un trabajador para una actividad y lo que salió del inventario nos damos cuenta rápidamente que hay fuga de materiales. Los cárdex y las planillas permiten también comparar lo planeado con lo ejecutado y ver a qué ritmo estamos avanzando en la obra.

Modestia aparte, hay tres temas en los que me considero una erudita: la televisión contemporánea, la música hecha por mujeres y el manejo del estrés. Voy a dar algunos ejemplos basados en mis experiencias de los últimos días para que puedan servir de inspiración a todos aquellos que se encuentran bajo intensas presiones y quieran técnicas para relajarse. La primera es la planificación de horarios estrictos para los días siguientes. Se comienza haciendo una lista de todo lo que hay que hacer para las distintas clases y se les asigna un día para ser realizadas. Mientras más atiborradas estén las jornadas más realistas van a ser las posibilidades de que se cumplan los horarios. Desde luego que la calma empieza cuando aún en un plano teórico se vislumbran dificultades para hacer todo a tiempo. Cada día se irá comparando lo que se planeó y lo que se pudo hacer en realidad, y al darse cuenta que nada ha estado haciéndose como se tuvo la intención la vida podrá ser apreciada por su espontaneidad, por ser como un animal caprichoso e indomable que se resiste a ser disciplinado.

La segunda técnica es el feng shui. Nuevas disposiciones en la ubicación de los muebles traen consigo nuevas energías, y justo cuando tienes que trabajar en diseño y no se han comenzado las investigaciones que son requisito presentar el día del examen de obras (mañana) para poder hacerlo es el momento ideal para decidir que la mesa de dibujo, que ya lleva casi un año en el lugar en el que está, debería de tener mejor visibilidad al televisor y cercanía a la grabadora para no tener que levantarse de la silla para poder cambiar de cd mientras se trabaja. Dos horas perdidas. Dos horas de relajación intensa perdidas. Especialmente porque la mesa se quedó en el mismo lugar y a cambio se alejó aún más el equipo de sonido.

Resolver problemas técnicos es otra manera divertida de evadir las responsabilidades, dejar que se acumulen y así poder tranquilizarse profundamente. Los misterios de las conexiones inalámbricas son especialmente divertidos de resolver desde que se descubrió que ese manual y ese cd de instalación sí tienen un propósito: ahorrar la vergüenza de estar molestando constantemente a los amigos que se graduaron de ingeniería en sistemas. Por alguna razón el router regresó a una configuración que hace que la red inalámbrica se desconecte demasiado seguido, aún para estándares de Cable color, y es necesario reconfigurarlo. Esa es la parte fácil; la complejidad aparece cuando el programa que trae la computadora para manejar las redes empieza a pedir cosas que nunca antes había solicitado para conectarse a la red ahora reparada. Algo de introducir una contraseña temporal en el punto de acceso del dispositivo. Y ni siquiera los manuales para analfabetos informáticos tienen alguna explicación de qué hacer. A pesar de que este procedimiento había sido realizado con anterioridad, la serie de pasos que resolvieron ese dilema fueron improvisados y la memoria está atrofiada pensando en todo lo que tiene pendiente en lugar de estar desperdiciando tiempo y no puede recordar qué hizo en aquella ocasión. ¡Pero esto es positivo! El deseo de arreglar el problema es una motivación más fuerte que el examen del día de hoy -para el que no se pudo estudiar- para terminar, de una vez por todas, ese otro trabajo que se había comenzado.

El insomnio es ese síntoma que por muchos años ha sido menospreciado y sub utilizado. Se ha descubierto que la incapacidad de dormir debido a las inquietudes de futuras entregas hace que la persona entre en un estado de euforia en el que se vuelve posible empezar otra de las miles de investigaciones de Obras a la una de la mañana. No dormir restablece el equilibrio haciendo que el cuerpo entre en un estado de sopor y letargo que obliga al individuo a ir más despacio, a tener que hacer más esfuerzo para concentrarse, el dolor de los ojos obliga a la mente a trabajar más para leer menos, y las energías se recuperan paulatinamente durante el día en lugar de súbitamente en esas horas desperdiciadas de sueño. Un poco de cafeína es lo único que se necesita para ir a examen y mágicamente recordar todo lo que tenías que saber.

Sin embargo la mejor técnica para ser más productivo en los momentos críticos de acumulación de trabajo es escribir posts: la catarsis revuelve todos esos sentimientos patéticos y lastimeros sobre la existencia y sobre cómo uno busca ahora cancelar clases porque la tipa de italiano quiere hacer diálogos ridículos en grupo como otra forma de evaluación cuando uno no tiene tiempo de reunirse con nadie que no tenga que ver con la carrera en la que tiene examen y entrega de un resumen y de tres investigaciones el viernes; el lunes entrega de diseño en la que apenas ha podido trabajar por las investigaciones de obras; ese mismo día examen de italiano; al día siguiente entrega del trabajo de Planificación y el diálogo ya mencionado, y unos días después entrega de la tesis del Seminario, ya corregida. Los últimos días son horribles, están plagados de pensamientos suicidas, pero escribir va a liberarlos de su carga emocional. Supuestamente.
El de Obras nos torturó con el libro de la inteligencia emocional y es mi turno de perpetuar los castigos que se me infligieron: les dejo el resumen!!!
El psicólogo Daniel Goleman publicó en el año 1996 un libro que tiene como intención primordial cambiar el modelo tradicional de concebir la inteligencia que la limita a capacidades racionales medibles por tests de Coeficiente Intelectual. Su propuesta amplía este panorama demostrando, por medio de múltiples estudios que se dedicó a recopilar y entrevistas con varios especialistas en distintas áreas de la psicología y psiquiatría, que todas las habilidades que él resume bajo el concepto de “inteligencia emocional” son las más importantes para predecir la manera en que una persona va a desenvolverse en las distintas etapas de su vida y pronosticar qué tan exitosa puede llegar a ser.


Las emociones son todos aquellos impulsos que dirigen a acciones determinadas y son automáticas en el sentido que se transmiten por el sistema nervioso de manera más rápida que la racionalización sobre el evento que está ocurriendo. Cada emoción viene acompañada de reacciones físicas que han sido el producto de la evolución de la especie porque han permitido enfrentar situaciones de manera que aumenten las probabilidades de supervivencia. Por ejemplo, el enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos lo que facilita tomar un arma o golpear a un adversario y el miedo dirige la sangre a las piernas para favorecer la huída. Hay una predisposición biológica a la acción, es decir que ciertas situaciones tendrán respuestas similares, sin embargo se agrega, a las experiencias personales, el entorno cultural para modelar la forma en que se expresan esas emociones, es decir qué emociones van a expresarse en público y cuáles van a ser apropiadas sólo en un ambiente privado.

La llamada separación entre el “corazón” y la “cabeza” hace referencia a la distinción entre la mente racional, dirigida por el neocórtex, y la mente emocional, que emite órdenes a través de la amígdala. Por lo general ambas trabajan en equilibrio pero hay ocasiones en que se vuelven independientes la una de la otra, como cuando sucede un “secuestro emocional”. Cuando un evento es percibido como amenazador en cualquier nivel se pierde la conciencia de lo que está pasando y se reacciona de manera inmediata en formas que no son siempre adecuadas. Esta amenaza no necesariamente es real pero el sujeto la siente como de esa manera. La amígdala funciona como un almacén de la memoria emocional guardando en sus registros todas las experiencias pasadas y comparando el presente con ellas. Al encontrar eventos actuales que compartan características con otros anteriores tendrá tendencia a repetir el comportamiento que se dio en el pasado. Esto se agrava al tomar en cuenta que los recuerdos emocionales más intensos tienen su origen en los primeros años de vida y toman como base las relaciones que se mantuvieron en ese estadio. Sin embargo, el cerebro de un infante no está completamente formado, especialmente las partes asociadas al pensamiento racional, por lo que hay una tendencia a conservar memorias traumáticas que no han sido explicadas o cuestionadas adecuadamente.

En la época actual se concede mucha importancia al desempeño académico que presenta un joven, y la estructura de la sociedad está organizada de manera que se juzgue a un muchacho por exámenes como el SAT, un test de aptitud académica que determina el tipo de universidad a que alguien puede aspirar en los Estados Unidos. Es de notar que estudios recientes establecen que el CI sólo aporta el 20% de los factores que determinan el éxito de una persona, ya que ser bueno en las pruebas de evaluación académicas no demuestra cómo se reaccionará ante los fracasos en el mundo real. El llamado pensamiento CI clasifica a la gente de manera tajante en los que son o no son inteligentes, asumiendo que la inteligencia es innata y no se puede hacer nada al respecto. El test SAT está basado en estos mismos principios. Pero se ha expandido la concepción unilateral de la inteligencia con teorías como la de Howard Gardner, un psicólogo de la Facultad de Pedagogía de Harvard que considera que hay múltiples inteligencias que dependen del área en que se apliquen, ampliando con ellas la visión de las capacidades y los potenciales de las personas. La capacidad verbal y la aptitud lógico-matemática, ambas medidas por las pruebas académicas, se suman a un espectro completado por la capacidad espacial, la capacidad física-corporal, los talentos musicales, la inteligencia interpersonal y la intrapsíquica o introspectiva. Sin embargo, estas dos últimas adquieren particular importancia porque tienen que ver con nuestra capacidad para relacionarnos y estar en armonía con los demás y con nosotros mismos, y cualquier persona a lo largo de su vida puede aprender habilidades que mejoren estas dos inteligencias. Las destrezas más importantes que una persona puede poseer son las siguientes: el conocimiento de las propias emociones, es decir, reconocer un sentimiento en el mismo momento en el que aparece; le sigue la capacidad de controlar las emociones, tranquilizarse uno mismo, manejar la ansiedad, la tristeza o la irritabilidad; la capacidad de motivarse a uno mismo, que es esencial para mantenerse enfocado en un objetivo, mantener la atención y demorar la gratificación; el reconocimiento de las emociones ajenas también llamada empatía y finalmente el control de las relaciones, todo aquello que se relaciona con la popularidad, el liderazgo y tener interacciones positivas con los demás.

La primera de las destrezas mencionadas anteriormente, el conocimiento de uno mismo, es llamada la “piedra angular de la inteligencia emocional” porque dependiendo del nivel de la consciencia de los sentimientos es el tipo de respuesta que se da a las situaciones que se presentan. Una persona consciente de sí misma es por lo general alguien independiente y segura de sí misma. Su visión de la vida es positiva y no tarda en superar los estados de ánimo negativos. La atención es su principal herramienta para controlar sus emociones. Alguien que tiene tendencia a verse atrapado en sus emociones es un esclavo de las mismas, se abruma fácilmente, es impulsivo y se siente a la deriva, como si no pudiera manejar las cosas por sí mismo. Al verse en situaciones dañinas no va a tratar de escapar de ellas. Pero una persona puede también aceptar resignadamente sus emociones: sabe con exactitud cómo se siente, pero es pasivo al no tratar de cambiarlas. Las personas que son habitualmente de buen humor no van a sentir motivación por sentirse de otra manera, pero va a darse la misma reacción en alguien que pasa enfrascado en estados negativos. Hay otro componente, la intensidad con que se perciben las emociones. Se dice que en general las mujeres las experimentan con mayor vigor que los hombres. Por el contrario, alguien que tiene serias dificultades para describir sus propios sentimientos o los ajenos es llamado alexitímico. Estas personas no tienen conciencia de lo que están sintiendo y cuando algo o alguien los hace sentir quedan tan desconcertados que huyen de esas situaciones. Su desconexión es tal que pueden llegar a confundir el dolor físico con el emocional.

El dominio de uno mismo se refiere no a la represión indiscriminada de los sentimientos, sino al equilibrio entre todo aquello que se experimente como positivo y lo negativo. Se dice que no se puede controlar el momento en el que se presente una emoción, ni tampoco el tipo de emoción que aparezca, pero es una decisión personal el tiempo en que esta va a permanecer vigente. Cuando alguien es incapaz de regular de manera adecuada muchas veces es necesario que se someta a tratamientos farmacológicos para que lo logre. La habilidad de calmarse a uno mismo es considerada el más importante recurso psicológico y se considera que los niños aprenden a calmarse tratándose de la misma manera en que han sido tratados por los demás. La incapacidad de recuperar la cordura en momentos de enojo puede desembocar en problemas cardíacos serios en la edad adulta; la excesiva preocupación hace más propensas a las personas a sufrir de arrebatos nerviosos, fobias, obsesiones, compulsiones y hasta ataques de pánico y la tristeza que no se detiene a tiempo corre el riesgo de convertirse en depresión.

La capacidad de motivarse a uno mismo está ligada al entusiasmo, la perseverancia y la confianza que va a demostrar una persona. Es muy importante notar que todas esas características son esenciales para el rendimiento en cualquier área de la vida, especialmente en la académica. La práctica ardua y rutinaria en cualquier campo es el que distingue a las personas que tendrán mayores probabilidades de éxito en él, pero la perseverancia se basa en factores emocionales. Las emociones dificultan o favorecen la capacidad de pensar, planificar, y hacer lo necesario para lograr un objetivo a largo plazo, incluso demorar la gratificación. En situaciones que generan ansiedad, como los exámenes o las charlas en público, se ha encontrado una relación entre el nivel de ansiedad y el rendimiento. Muy poca ansiedad demuestra apatía o muy poca motivación, y demasiada ansiedad se traduce en nerviosismo excesivo que resulta contraproducente. El punto medio, un estado ligeramente eufórico llamado hipomanía, resulta óptimo para el desempeño, en especial para las profesiones creativas. Motivarse a uno mismo está ligado directamente al nivel de expectativas que tiene una persona, si estas son altas la persona buscará la forma para alcanzar sus metas, será flexible si debe encontrar otros métodos para lograrlas y si realmente son imposibles, las cambiará. Hay una radical diferencia entre alguien que al enfrentarse a un fracaso lo atribuye a características intrínsecas en él que no podrá cambiar y entre otra persona que piense que las cosas que fallaron corresponden a factores externos que se pueden cambiar si se intenta otra vez.

En la medida en que alguien es consciente de sus propios sentimientos tiene mayor facilidad para reconocer los sentimientos de otras personas y relacionarse con ellos, a esto se le llama empatía. Las personas con mucha empatía gozan de popularidad entre sus compañeros, presentan mayor estabilidad emocional y hasta tienen mejor rendimiento académico. Estas personas son capaces de descifrar los mensajes emocionales de los demás, que se expresan de manera no verbal y se captan de manera inconsciente. La empatía se desarrolla en los primeros años de vida: los bebés reaccionan ante las perturbaciones ajenas como si fueran propias porque todavía no están conscientes de su existencia separada; a partir de los dos años y medio aprenden a diferenciar el dolor propio del ajeno y es aquí cuando aprenden a entender y a consolar a los demás si es que la educación que les han proporcionado sus padres ha sido la apropiada. Esto incluye enseñar a los niños las implicaciones que sus actos tienen en otros individuos pero también tiene que ver con la naturaleza de la interacción entre la madre y el hijo. Los bebés de madres con tendencias depresivas con el tiempo terminan convirtiéndose en seres pasivos que no buscan llamar la atención. La falta de empatía puede corregirse, como cualquier desequilibrio producto de una mala relación con los padres –que son la base de las interacciones futuras- por medio de relaciones compensatorias, aquellas que se mantienen con amigos, familiares o por medio de tratamientos psicoterapéuticos. La falta de empatía al extremo es una característica de los psicópatas, o de criminales peligrosos.

La última capacidad importante de la inteligencia emocional es la del control de las relaciones. Esta se basa en el despliegue de roles, aquella manera en que culturalmente se aprende a expresar los sentimientos según las circunstancias, ya sea minimizando las emociones, exagerándolas o sustituyéndolas. El aprendizaje de este despliegue de roles se realiza más que nada por imitación, viendo y repitiendo lo que hacen los demás.

El libro trata también de las distintas aplicaciones de la inteligencia emocional. Demuestra que en el matrimonio la habilidad esencial para mantener una relación estable es la capacidad para expresar las inconformidades de manera que se centren en las acciones sin atacar a la persona directamente, habilidad que se aplica también al mundo del trabajo. La empatía y el manejo adecuado de las emociones de los otros tienen un lugar especial en el mundo de la medicina, donde la forma de comportarse de un doctor puede influir directamente en la manera en que un paciente enfrenta su enfermedad y donde las emociones negativas pueden resultar en graves enfermedades. Sin embargo, en los Estados Unidos se están haciendo constantes esfuerzos para educar a las personas en un manejo apropiado de las emociones, con programas para niños agresivos y hasta con centros como el Nueva Learning Center en San Francisco, donde niños aprenden los fundamentos de la alfabetización afectiva: expresar sus sentimientos, manejarlos bien y ser mediadores en caso de conflicto. Tal parece que ahora el enfoque de la educación es holístico y no se centra solamente en el resultado académico de los muchachos sino en su bienestar emocional, que eventualmente repercutirá en sus calificaciones, pero sobretodo en la calidad de sus vidas.
El conteo es puramente simbólico porque ya me dijeron que entrego el proyecto de Obras III el 18 de enero (!!!) y aunque mis otras entregas y exámenes terminan en 10 días, la clase de Teoría Superior se prolonga hasta el 23 por lo que falta mucho tiempo para ser libre. Pensándolo bien, lo único que voy a poder celebrar el 17 es que voy a activar la cuenta de WoW… Ni modo, por mientras, disfruten de mi resumen de Planificación porque mañana tengo examen.
En términos generales, planificación es la función de seleccionar, entre diversas alternativas, los objetivos, políticas, procedimientos y programas de una organización. Esta organización para ser funcional debe tener una razón de ser expresada en una misión, objetivos y estrategias y debe contar con una estructura que clasifique las funciones, divida el trabajo y controle su desempeño. Los encargados de administrar el grupo van a dedicarse a la planificación, que va a desarrollarse en 4 fases, el planteamiento del problema, la determinación de objetivos, la planificación de los recursos a utilizar y la implementación y el control. Dicho de manera más sencilla el proceso consta de 2 etapas: elaborar el plan e implementarlo.


Hablando específicamente de la planificación urbana esta es un conjunto de políticas y medidas de naturaleza técnica, económica y social que al aplicarse tiene como objetivo lograr un desarrollo armonioso, eficiente y humanizado de las ciudades. Es un método de aplicación, “continuo y permanente destinado a resolver racionalmente los problemas que afectan a una sociedad en un espacio y época determinados, a través de una previsión ordenada y capaz de anticipar sus posteriores consecuencias”. Los procedimientos de los que se auxilia este tipo de planificación son el resultado de estudiar los problemas sociales, económicos y administrativos de una comunidad, todo con el fin de lograr un crecimiento establecido de las urbes combinado con el bienestar de sus habitantes. Este método es multidisciplinario porque combina el esfuerzo de profesionales en distintas áreas (entre los cuales el arquitecto es un pequeño piojo), es democrático porque depende indispensablemente de la participación del pueblo que manifiesta sus aspiraciones y da su consentimiento, y es humanista porque toma al ser humano como punto de partida.

Los instrumentos de la planificación son, desde luego, los planes. Un plan es un conjunto de medidas nacionales o regionales para alcanzar objetivos económicos o sociales. Se compone en programas que son amplios y generales, pero que a su vez se dividen en proyectos, todo aquello que debe hacerse de manera específica y puntual. Un plan puede tener aplicación nacional, regional o municipal, y en el último caso se llamaría entonces Plan de Desarrollo Municipal. En Honduras, la base legal para la planificación urbana queda establecida gracias a la Ley de Municipalidades y a la Ley de Ordenamiento territorial ya que ambas atribuyen a los gobiernos municipales la responsabilidad de regular el control y desarrollo urbano, la zonificación, construcción, las lotificaciones y urbanizaciones; y se le agrega la Ley General del Ambiente que se encarga del manejo del ambiente y de los recursos naturales de una manera sostenible.

El proceso de la planificación urbana se puede expresar de manera sencilla con los verbos conocer, comprender, juzgar e intervenir. En la primera parte, el proceso de elaboración del plan, se comienza con la investigación. El planificador conoce la realidad y determina las preferencias de la sociedad. En este paso se recurren a los datos existentes del INE o de otros organismos y se entrevistan a las personas que estén más familiarizadas con los problemas de la comunidad. El segundo paso es el análisis, cuando se transforman los datos brutos de la investigación a tablas, cuadros, gráficos, curvas y otras maneras que muestren los distintos aspectos de la problemática para comprenderla. Se continúa con un diagnóstico que es la jerarquización de los problemas para entender cómo se interrelacionan: se juzgan. La fase de pronóstico toma como base la situación actual para hacer una previsión de lo que se puede dar en el futuro basándose en distintas hipótesis y todos los pasos anteriores culminan en lo que se llama un pre-plan. A nivel de anteproyecto, sin detallar, se tienen los objetivos a corto, mediano y largo plazo y las directrices para alcanzar esos objetivos. Esto se presenta a los líderes y autoridades de la comunidad para que sean discutidos, mejorados y finalmente aprobados. Nuestro trabajo pasa entonces a llamarse Plan Básico y se elabora una programación. El Plan Básico contiene de forma específica los resultados de las investigaciones que se hicieron, un diagnóstico de los problemas encontrados y las soluciones propuestas con su debida justificación. Se presentan documentos gráficos y escritos, proyecciones futuras, objetivos a ser alcanzados en escala de prioridades, los medios para alcanzarlos y cómo se piensan implementar para asegurar su éxito. Los tres tipos de planes básicos dependen del tiempo para el que se realizan, si son para un periodo de 3 a 4 años (lo que dura un gobierno) son un plan de Acción, a mediano plazo duran 10 años y a largo plazo llegarían de 15 a 20 años. El paso conocido como “intervenir” sería la segunda parte del proceso, la implementación en sí, donde el trabajo de los planificadores no ha terminado. Se pone en marcha la programación de obras y servicios que fue elaborada, pero su ejecución es responsabilidad de los organismos que fueron designados para tal fin, los planificadores controlarían a estos organismos, haciendo cronogramas de los proyectos para supervisarlos y deben estar listos para hacer correcciones en caso de que sean necesarias. Sirven también como un ente para la evaluación; comparan lo real con lo planificado y verifican que las relaciones observadas en el pasado y las que fueron proyectadas para el futuro sigan persistiendo. Su papel es ahora revisar y actualizar el plan, de allí que se diga que es un método de aplicación continuo y permanente.

La implementación del proceso de planificación se encuentra con varias dificultades que pueden ser de origen político-administrativas (las que son propias del poder político que normalmente toma la decisión de planificar), técnicas como por ejemplo falta de documentación, éticas si hay favoritismo, nepotismo o charlatanería de parte de las empresas o incluso el mismo grupo planificador, las institucionales y las legales.

Un plan completo debe contener estudios y propuestas de los siguientes aspectos: la zonificación o uso del suelo, la vialidad y transporte, la renovación urbana, el reglamento de fraccionamiento y urbanizaciones, el reglamento de construcción y un mapa oficial pero en general las propuestas se presentan en mapas.

Resumiendo, un Plan de Desarrollo Urbano, Plan Regulador o Plan Maestro de Urbanismo es el instrumento por excelencia de la Planificación Urbana; es un documento técnico que se fundamenta en estudios económicos, sociológicos, administrativos, legales, entre otros, para servir como guía al desarrollo físico de una ciudad. Ha de incluir planos, mapas, documentos técnicos, reglamentos y todas las disposiciones aprobadas por la Corporación Municipal o el gobierno de la ciudad o región donde se va a aplicar.
Esta noche vamos a hablar de la dimensión ética de los blogs, algo con lo que tengo serios problemas para manejar, delimitar y hasta respetar. Voy a comenzar aclarando que escribo diarios desde los 10 años, con la máxima seriedad que uno puede tener a los 10 años, pero creciendo a partir de entonces. Esos hábitos de tener que confesar todo, poseer una personalidad oculta que sólo se expresa por escrito, y denunciar interiormente a las personas alrededor me persiguen desde entonces, y he acumulado tantos cuadernos que cuando he pensado seriamente en suicidarme o en huir de la casa uno de los factores determinantes para detenerme ha sido qué voy a hacer con todos ellos porque no se los puedo dar a nadie y no tengo el corazón para quemarlos. Pero desgraciadamente no soy esquizofrénica y convivo en un mundo en el que hay otras personas, otras personas a las que seguramente no les cae en gracia que yo esté hablando de ellos. Sin embargo, lo que ellos hacen me afecta, para bien o para mal, y lo que he podido notar es que lo que no les gusta es ser mencionados bajo una luz negativa, porque no he tenido reclamos cuando alguien me cae bien y lo digo abiertamente.

Mi primer encuentro entre la vida del blog y la vida real fue cuando uno de mis maestros de la universidad leyó un post en el que hablaba de cómo estaba en desacuerdo con él por la forma en que estaba orientando el proyecto de la clase de diseño. Escribí un viernes a mediodía, encendida por los comentarios de la revisión que acababa de pasar y en menos de 3 horas tenía su respuesta, esperándome en los comentarios. Todo ese fin de semana quise que me tragara la tierra. Estaba asustada de que él tomara represalias y avergonzada porque su respuesta fue muy lógica y no sonaba con enojo: me preguntó porqué no había dicho todo eso en clase, si es la participación de los alumnos la que enriquece la enseñanza. A mí me carcomía el misterio: ¿cómo había encontrado el blog?, ¿desde hace cuánto lo leía?, ¿iba a pasar la clase después de eso? El lunes siguiente fui a revisión – que por ser feriado era en su oficina- con el mayor de los nerviosismos, pero él fue muy amable, y lo ha continuado siendo desde entonces. Ahora estoy en otra clase con él, y yo también leo su blog, somos parte de una misma comunidad.

No he tenido tanta suerte con los lectores inesperados. Alguien de mi familia muy cercana ha leído esta página, y pudimos superar eso, pero sólo apenas. No sé exactamente cómo encontró la dirección -no que sea muy difícil-, pero tengo mis teorías. A partir de entonces he cuidado un poco más lo que digo, o por lo menos cómo lo digo, y hay cosas que ya no he vuelto a discutir aquí. Mi diario volvió a renacer. Ahora bien, consideremos qué es lo incorrecto en estas situaciones: sentirse así, escribirlo o escribirlo en público. Tal vez los medios no sean los apropiados, pero por experiencias pasadas he aprendido que a la gente no le gusta escuchar lo que uno piensa de ellas, por mucho que anden diciendo que prefieren saber todo de frente y no por otras personas. Quisiera encontrar algún día a alguien más que cuando yo le diga algo que no me gusta de ella o que me hace sentir mal lo tomara como una oportunidad para que ambos trabajáramos en eso, en cómo adaptarnos a nuestra forma de expresarnos y hacer nuestra relación más profunda y significativa. Hasta ahora sólo hay una persona con quién he logrado una interacción así, y él sabe quién es. Tal vez uno dice las cosas a otras personas o las escribe porque tiene una pequeña esperanza de que el involucrado las escuche o lea y sea capaz de ponerse en nuestro lugar, de crear algo de empatía y de mejorar a partir de eso. También porque uno necesita desesperadamente sentir que no está solo en el mundo, viviendo las situaciones que está experimentando y quiere encontrar a una persona que pueda decirte que entiende por lo que estás pasando, o que ya estuvo allí y logró superarlo.

Aún así, no me engaño: los blogs son peligrosos. Lo sé por el artículo de la chava adicta a escribirlos que gracias a eso consiguió un trabajo genial en Nueva York en una revista electrónica, pero que justamente por continuar con ese hábito perdió a su novio, su trabajo y su casa. También leí el artículo de los trolls, la gente que se dedica a hostigar personas a través de comentarios hirientes, o publicando cosas acerca de ellos, y pueden llegar a ser tan malignos que no les importa si alguien se suicida a causa de ellos. Lo que nos lleva a otro tema, los comentarios anónimos. Podría generalizar horrendamente diciendo que si alguien comenta ocultando su identidad es porque no tiene buenas intenciones ni nada positivo que decir, pero un muy buen amigo comenzó siendo un anónimo en este blog. Voy a ser honesta: son irritantes, pero es porque yo no puedo dejar de pensar en quién podrá ser, y si será alguien que conozco o si podría ser alguna persona con quien podría llevarme bien y porqué decide esconderse. (Por cierto, anónimo del blog de Teoría, aprecio mucho tu contribución porque sos la única persona que se ha molestado en comentar o cuestionar el contenido de la página, pero no maltrates a Daniela que fue tan gentil en prestarme su ensayo. He contactado a muchísimos ex alumnos para que contribuyan y ella es de las pocas personas que respondió y es muy buena gente. Decile lo que pensás pero con un tono un poco más gentil, para que no se arrepienta de haber publicado su trabajo. Además sí quisiera publicar algo que vos escribas, tengo mucha curiosidad sobre qué tema puede ser.)

Estoy convencida que uno de los mejores beneficios de los blogs es tener la oportunidad de conocer a gente a través de ellos. He sido afortunada por entrar en contacto con gente muy interesante, y es como si estuviera leyendo una buena novela con la posibilidad de poder discutir con los personajes. Voy a sonar muy igualada, pero los considero mis amigos y gracias a los feeds en cuanto publican me entero y los leo. Hago porras a la distancia, paso pendiente de ellos, conozco sus historias y mis amigos presenciales muchas veces están enterados de sus existencias. Los que son de Honduras han sido de las mejores sorpresas porque me han permitido ver el mismo país y circunstancias muy parecidas desde otras perspectivas. Me puse particularmente contenta cuando empecé a encontrar otros bloggeros de la Autónoma. Ando por los pasillos pensando que tal vez uno de ellos esté muy cerca… Irónicamente los amigos presenciales son los que menos leen este espacio, pero está bien porque a ellos les toca aguantarme en persona, y por este medio sigo en contacto con aquellos que están a lo lejos y que me hacen mucha falta. Reflexionando sobre los comentarios de ayer y sobre mi mención negativa de los colegios públicos, estaba pensando en que si hubieran sido ciertas personas en específico –que no creo que pasen más por aquí- las que me hubieran hecho el reclamo no me hubiera avergonzado en lo absoluto mi altanería, ni hubiera sentido el deseo de disculparme, pero con ellos de verdad me sentí mal.

Me pregunto qué es lo correcto entonces, si andar por la vida siendo transparente y ahorrar espacio en la computadora diciéndole a la gente las cosas, o economizar las experiencias para el día en que se me ocurra alguna buena idea para un libro. Una amiga me dijo que de todas formas nadie iba a comprar mis libros si podían leerme gratis en internet. Porque siempre me he preguntado quién lee esto realmente; tal vez me doy delirios creyendo que las visitas que registra el analytics de Google son todas personas diferentes y en realidad es un mismo tipo que entra varias veces al día a ver qué hay de nuevo, o es mucha gente que se equivocó y entró por error. También me pregunto qué pasaría si la gente que no me conoce bien encontrara todos estos textos; si cambiaría su opinión de mí y si el contraste entre la persona real y la persona narrada es realmente tan grande. No que me gustaría saberlo tampoco, creo que las cosas hasta ahora están bien cómo están. La lección más importante que he aprendido en estos tres años (el blog los cumplió el 27 de noviembre y ni me acordé!) es que puedo no hay peligro en exhibirse en solitario, no me puedo demandar a mí misma por divulgar mucha información. Tal vez algunas cosas sí sea mejor callarlas y tal vez algún día aprenda a distinguir cuáles son, pero por mientras voy a seguir disfrutando de este confesionario digital.
De seguro tenía los ojos abiertos como platos cuando en la clase de Teoría de hoy vi en la pizarra, para la presentación del Neo expresionismo, el ensayo que yo había redactado al respecto y publicado hace un año por este blog. Eran las mismas palabras, la misma redacción, la misma puntuación; no era una interpretación retocada para disimular un poco la pereza y el trabajo hecho a la carrera, era MI texto, literalmente. Y ese grupo tuvo el descaro de hacer una presentación, y como después lo confirmé el trabajo escrito también, con MI ensayo. Juro por Dios que no escuché nada de lo que dijeron durante su exposición, la sangre me hervía de la cólera y todo el tiempo lo invertí en imaginarme los distintos escenarios en los que les diría que habían sido descubiertas en su manera tan flagrante de irrespetar los derechos de autor. Me decidí por aquel en que me vería obligada a guardar la compostura y los buenos modales: en cuanto terminaron aparté a una de las chavas y le dije que tanto su introducción como sus conclusiones habían sido tomadas de un texto que yo había escrito y que no me parecía correcto que no se tomaran la molestia de siquiera cambiar la redacción a sus propias palabras. Cuando me reuní con las dos al final de la clase me dijeron que no sabían que era de mi autoría (y me acabo de dar cuenta que la página de donde ellas la sacaron no dice mi nombre, porque lo copiaron de la versión de Wordpress a la que no terminé mudando el blog), y me dijeron que no veían el error en lo que habían hecho si todo mundo hace copy y paste para los informes. ¡El horror! Les expliqué que si investigado bien para escribir la bibliografía le hubieran tenido que poner nombre del autor de la página, nombre de la página, fecha del artículo, fecha en que entraron a la página, etc, lo que les hubiera obligado a buscar un autor del ensayo. Les dije que tampoco es válido que tomen las cosas textualmente, sin haberlas analizado, sintetizado, resumido; pueden tomar las ideas, pero no las cosas tal y como están escritas. Si quieren hacerlo así tienen que ponerlo entre comillas, con una nota a pie de página y diciendo de manera explícita quién ha dicho eso. Lo peor no es que sea mi página, es que eso demuestra el poco esfuerzo que le ponen a la clase, el irrespeto que le tienen a la maestra presentando trabajos plagiados o copiados en los que ni siquiera escriben por su cuenta.

Cuando todos se fueron le conté a la maestra –a quien ya le habían sucedido episodios de esta naturaleza-. Ya es suficiente de estarles aguantando tanta mediocridad. Estamos hablando de personas que ya están por terminar la carrera y a quienes debería interesarles pasar la clase, por lo que deberían ser más cuidadosas con lo que investigan, con lo que presentan y siguen haciendo esas cosas como si estuvieran en colegio público!! Lo peor es que yo ya me imaginaba que algo así iba a pasar y justo esta semana cambié el código en Blogger para que no sea permitido hacer copy y paste, pero fue demasiado tarde y me había olvidado de Wordpress.

La imitación es la forma más clara de adulación, y a pesar de que probablemente sea buena señal que la gente me copie –algo he de estar haciendo bien- quisiera que no fuera para una clase en la que yo sé que eso significa que se están aprovechando de mi trabajo, en lugar de aprendiendo de él.
Yo tengo una amiga, otra buena alumna, que es probablemente el sueño de toda madre, pero que tiene como madre al sueño de toda hija. Son amigas, por decirlo así: su mamá sabe absolutamente todo lo que pasa en su vida porque ella se lo cuenta, no porque esté obligada ni mucho menos, sino porque le tiene mucha confianza. Si ella le narra algún episodio del día que tuvo su madre sabe con exactitud de quiénes está hablando, no tiene necesidad de hacer simplificaciones porque presta suficiente atención como para recordar el nombre de los amigos de su hija; si es algo relativo a estudios sabe de qué clase se trata y sobre qué es el trabajo. Cuando tenemos mandados que hacer, de esos que te absorben todo el día y te hacen ausentarte por periodos sospechosos de tiempo, nunca hay reclamos ni regaños, sólo una llamada sencilla de cómo están las cosas por allí. Cuando sale por las noches a fiestas o a discotecas puede llegar a las cuatro de la mañana sin temor al sermón del día siguiente, de todas formas le va a narrar las aventuras de la noche, así que no hay nada que esconder por muy tortuoso que haya sido. Ella a veces no puede salir con nosotros porque su madre la ha invitado al cine, a comer, a bailar, a quedarse en casa viendo televisión, a pasar tiempo juntas sólo porque sí. Cuando platicamos de nuestros planes a futuro me sorprende que ella también tenga urgencia por terminar las clases y graduarse ya que tiene pensado quedarse por lo menos un año en la ciudad trabajando, antes de aplicar para maestrías. ¿Por qué entonces la prisa si no es para irse lo más pronto posible de su casa? Eso da la idea de lo torcida que tengo la cabeza.

Ella es una buena muchacha y hace las cosas como se deben porque es lo que le parece mejor. Que eso esté alineado con los deseos maternos es producto de su relación, no de estructuras rígidas o amenazas inconcebibles para la gente que se supone que uno más quiere.

Me levanté a las 3 de la mañana pensando en eso; saquen sus propias conclusiones.