25 January 2009

Single ladies

Tal vez sea algo patológico tener novio, o mejor dicho, no poder no tenerlo. Cuando veo mi vida en retrospectiva hay una tan sola brecha de aproximadamente un año en el que no estuve comprometida, porque antes de la invención de los novios tenía mejores amigas, que a pesar de la falta de la interacción física, cumplían con todas las otras características de una relación exclusiva, aislante y especial con respecto a las demás. Me relaciono en grupos: actualmente tengo uno designado, pero cuando estamos juntos hay un límite; se expande aún más si trato por separado a cada uno de ellos, pero con un novio desaparece esa barrera.

No es que me convierta en una persona distinta según con quién esté, es que me veo obligada a diluir ciertos comportamientos por preservar la paz y tranquilidad. Por ejemplo, no puedo utilizar la misma honestidad para un novio que para un muy buen amigo. Con ambas personas trato de ser educada y diplomática a la hora de decir las cosas, pero un amigo no va a sentirse muy agradecido cuando le diga insistentemente que no estoy de acuerdo con la forma en que maneja la situación; me voy a ver obligada a dejarlo ser y hacer lo que quiera porque es un amigo. Tengo permiso de ser más irritante si soy una novia.

Hay una cantidad restringida de preguntas en amistades: con novios o potenciales novios los interrogatorios (mi especialidad) son signo de interés, de ansias de conocerlo y de escudriñarlo, lo que es perfectamente normal y hasta deseable. Los amigos corren el riesgo de pensar que es interés, pero mezclado con impulsos de juzgar y etiquetar. Los silencios incómodos se pueden compensar con besos, abrazos o suspiros, son todo menos incómodos, pero con amigos son raros y excusas para hablar del clima.

Las rutinas: anheladas con uno, detestables con varios.

Si es cierto que la gente tiene patrones, el mío es buscar a alguien con más carisma que yo para que pueda amortiguar mi trato con las demás personas. Es como la silla que aleja a los leones. Tengo la extraña costumbre de estar en plena conversación y por momentos quedarme absorta en cualquier cosa que pase por mi cabeza en un momento, para luego regresar al mundo real. La gente no interpreta bien esas reacciones, sienten que uno ha perdido el interés por lo que estaban diciendo y lo toman personal. Bueno, el novio aparece al rescate en esos instantes. Es además la lima que arregla asperezas con la gente con la que no me entiendo bien. Hace los pedidos y los reclamos en los restaurantes. Es el que tiene los pies sobre la tierra: después de todo sabe cocinar, yo continúo con mi rechazo feminista a aprender y encuentro más digno morirme del hambre.

Todos estos días han pasado tantas cosas que siento que no han tenido su proceso completo y satisfactorio porque no las he podido platicar y digerir adecuadamente con otra persona. Es una gran bola de energía estancada, qué desperdicio. Y sé que mi situación es crónica, a falta de un amigo en mi infancia me lo inventé, pregúntenle a mi madre. Así que me importa un rábano mi independencia o mi identidad como ente autónomo, que alguien me regrese a mi novio por favor.

4 comments

  1. Anonymous11:32 AM

    No sé porqué en cierta forme me veo un tanto reflex con el detalle de quedarse absorto en una idea o pensamiento... por lo general son viajes intergalácticos lo que doy a ello...y sí, se molestan mucho conmigo porque piensan que no les he puesto atención a las últimas sílabas articuladas por la segunda persona (en mi caso, mi novia). Aaah esos disparatees.

    ¿Y dices que han pasado tantas cosas?... yo ahorita creo que me tienen en modo interrogatorio :S jajaja esos momento me son propicios de una melcocha de sensaciones, turbias, muy turbia.

    Bueno saludos y un fuerte abrazo de 4 horas el viaje y 2 mas por perderme tratando llegar a tu casa.

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  2. Un viejo consejo que me han repetido mis conocidos es que en cuestiones de amor y familia de otra persona es mejor no meterse. Así que por eso no puedo comentar mucho.
    Por lo de esos "pequeños viajes" como los llama rakso o "lapsus" como les digo yo, resultan algo normal y en mi caso se han reducido desde que me dí cuenta que(aunque a algunos les incomode) si miraba fijamente a la persona con la que hablaba, pues desaparecían y más si se hace un esfuerzo extra de atención. Ya sé que esto no viene al caso con el post, así que disculpas.

    Saludos a todos.

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  3. ... anda de viaje o que?

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  4. Si, y quería festejar el día de la mujer con una oda a la dependencia :P

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