Uno de mis más grandes problemas es que todo lo veo en cuestión del futuro y por ende nunca logro conformarme con el presente. Siempre pienso que lo mejor está por venir y no es lo que tengo actualmente en mis manos. Es terrible por que no tolero muchos de los días pero estoy atada a ellos por que quiero lo que viene después. Eventualmente me doy cuenta que no hay nada: es la línea del horizonte que se aleja a medida que me acerco y que jamás voy a alcanzar. He ido corriendo detrás de algo que no sabía qué era o si existía. Por lo tanto, mi búsqueda en la vida es por alguna cosa que me haga querer estar ahora y no moverme de aquí.
Actitud, actitud. Todo es cuestión de actitud. Cambiar lo de adentro para que lo externo se modifique. Pero para demostrar una vez más la versatilidad de los seres humanos y la segmentación de sus personalidades, están las áreas de mi vida que se mueven a toda velocidad y otras que parece que se deleitan en permanecer estáticas, de luto e inertes.
Ana Patricia, que trabaja en la Alianza Francesa, me propone que haga una exposición con mis pinturas, y yo que he deseado eso por años, ahora que se me presenta la oportunidad estoy dudando. Qué pena. A mí me gustan por que representan etapas de mi vida que no podría haber analizado y superado de cualquier otra manera, y aunque las muestro a amigos y conocidos en pequeños grupos, no estoy segura que tengan la calidad necesaria para que venga un montón de gente que no me ve desde hace mucho tiempo y las juzgue despiadadamente. Eventualmente voy a tener que decidirme a hacerlo, tan siquiera por superar otro de mis miedos, o por pura diversión…
Actitud, actitud. Todo es cuestión de actitud. Cambiar lo de adentro para que lo externo se modifique. Pero para demostrar una vez más la versatilidad de los seres humanos y la segmentación de sus personalidades, están las áreas de mi vida que se mueven a toda velocidad y otras que parece que se deleitan en permanecer estáticas, de luto e inertes.
Ana Patricia, que trabaja en la Alianza Francesa, me propone que haga una exposición con mis pinturas, y yo que he deseado eso por años, ahora que se me presenta la oportunidad estoy dudando. Qué pena. A mí me gustan por que representan etapas de mi vida que no podría haber analizado y superado de cualquier otra manera, y aunque las muestro a amigos y conocidos en pequeños grupos, no estoy segura que tengan la calidad necesaria para que venga un montón de gente que no me ve desde hace mucho tiempo y las juzgue despiadadamente. Eventualmente voy a tener que decidirme a hacerlo, tan siquiera por superar otro de mis miedos, o por pura diversión…
Esperanza positiva. Nada de malo. Pero, ¿cuál va a ser la que te va a regir, el esperar lo que venga o aprovechar lo que tenes en manos? "Nunca se sabe", pero nadie dice que no podrías moldear lo que tenes en tus manos, y cuando abras los ojos para ver el resultado, sea algo que esperabas. Tenes que recordar que sobre todas las cosas, la decisión es tuya, y además, es tu decisión el si vas a querer moldear/esculpir o sólo quedarte con la materia prima.
ReplyDelete¿Acaso no sería monótono ver todo pasar a nuestro lado a una misma velocidad? Entiendo tu punto, pero son esas variaciones de velocidad las que nos señalan en qué vamos muy rápido y dónde vamos muy despacio; para bajar la velocidad o para alcanzar el ritmo.
Sabes que siempre he dicho que sería una buena experiencia hacer una exposición de tus obras. Tengo que reconocer que me siento muy honrado haberlas visto. Aunque estoy en desacuerdo con eso de "calidad necesaria": la calidad la posee (no entiendo cómo decís eso), pero como vos misma decís, son épocas de tu vida, y la gente que juzga, no tiene protagonismo en ese cuento.
Sin mucho cuento, si no lo haces y tenes la oportunidad, muy pronto pondrias un post titulado:"La oportunidad que dejé ir" Y creo que tus lectores no queremos leer eso.
ReplyDeleteEs mejor un post que diga:"No les gustó, por ignorantes" A mi me gustaria más eso.
Qué increíbles respuestas. Gracias.
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