Estoy de acuerdo en que no son tus estudios que te definen como persona. No es tu trabajo, tu familia, tus amigos, tus hobbies, no es nada externo. ¿Pero entonces cuando sabemos que estamos perdiendo el tiempo?
No sé si sea algo malo, pero no puedo estar sin hacer nada. Para las vacaciones me puse un plan, no estricto, pero por lo menos un lineamiento de actividades que esperaba completar. Hice una lista de libros por leer, de películas que quería ver, pinté mi cuadro, volví a escribir. Estar en mi casa viendo televisión no era un desperdicio: fue una recompensa por el resto del tiempo que invertí en otras áreas. Ya que terminé todo y me estoy despidiendo de las horas interminables sin responsabilidad, me siento asfixiada. Me levanto sin nada que hacer, llamo a mis amigos y esta ciudad no ofrece ningún entretenimiento, las opciones más populares son jugar Risk o cartas, y extraño tanto la universidad… por favor apúrate en regresar!!!!!
Las ocupaciones externas no nos definen, pero nos dan un sentido, nos hacen sentir útiles. ¿Por qué voy a ser recordada cuando todo esto termine? ¿En qué invertí mi tiempo? Se está escapando la juventud: ¿qué quiero conservar de ella más tarde? Existir viendo pasar día tras otro, con las mismas obligaciones y responsabilidades y nada fuera de ellas que me enseñe algo nuevo, que me haga aprender una nueva habilidad o que documente mi paso por la tierra es simplemente inconcebible. Mi peor miedo es llegar a los 40 y terminar como las amigas de mis papás: repletas de hijos, con trabajo, un esposo y nada más. Sin metas, sin sueños, sin un pinche pasatiempo en el cual refugiarse cuando están solas y no tienen nadie a quien atender. Hay tanta gente que se siente como de 40 y tienen sólo 20. Es tan depresivo.
No sé si sea algo malo, pero no puedo estar sin hacer nada. Para las vacaciones me puse un plan, no estricto, pero por lo menos un lineamiento de actividades que esperaba completar. Hice una lista de libros por leer, de películas que quería ver, pinté mi cuadro, volví a escribir. Estar en mi casa viendo televisión no era un desperdicio: fue una recompensa por el resto del tiempo que invertí en otras áreas. Ya que terminé todo y me estoy despidiendo de las horas interminables sin responsabilidad, me siento asfixiada. Me levanto sin nada que hacer, llamo a mis amigos y esta ciudad no ofrece ningún entretenimiento, las opciones más populares son jugar Risk o cartas, y extraño tanto la universidad… por favor apúrate en regresar!!!!!
Las ocupaciones externas no nos definen, pero nos dan un sentido, nos hacen sentir útiles. ¿Por qué voy a ser recordada cuando todo esto termine? ¿En qué invertí mi tiempo? Se está escapando la juventud: ¿qué quiero conservar de ella más tarde? Existir viendo pasar día tras otro, con las mismas obligaciones y responsabilidades y nada fuera de ellas que me enseñe algo nuevo, que me haga aprender una nueva habilidad o que documente mi paso por la tierra es simplemente inconcebible. Mi peor miedo es llegar a los 40 y terminar como las amigas de mis papás: repletas de hijos, con trabajo, un esposo y nada más. Sin metas, sin sueños, sin un pinche pasatiempo en el cual refugiarse cuando están solas y no tienen nadie a quien atender. Hay tanta gente que se siente como de 40 y tienen sólo 20. Es tan depresivo.
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