07 February 2006

what goes around comes around

Las deudas kármicas son una cosa demasiado divertida. Me hacen ver que el Universo en un gran club de comedia. En mi caso pareciera que cosa que hago, instante siguiente que se regresa. La gente que nunca aprendí a tratar ahora se vuelve compañera de clases, de la única clase que tengo que llevar todos los días. Generalmente soy muy madura, enfrento las cosas rápido y sigo adelante. Pero esta ocasión es diferente. Es por aquello de formarse una imagen de una persona, sólo para descubrir que la realidad era completamente opuesta. Lo interesante de mi asunto es que es una deuda unilateral. La otra persona no tiene la más mínima idea de lo que está pasando. Todo esto está en mi cabeza, y en mi cabeza no hay forma de solucionarlo. No en estas circunstancias. Supongo que voy a continuar con el papel de niña engreída y malcriada que ha de pensar que soy. Fair enough.

2 comments

  1. Anonymous11:01 PM

    jajaja, por eso es que hay que buscar a los que ven más allá de lo que es evidente (no es mi intención citar a los thundercats). pero es muy dificil, bien dificil.

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  2. Siempre con tus pseudónimos ridículos Avilio... :( jajajaja
    Estoy muy de acuerdo con vos Marce... Ya me ha pasado antes, pero quizás algo tenés que aprender con ellos. ¿Quién sabe?

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