El día que fuimos a ver los terrenos que antes eran de mis abuelos, estaba frente al río, pensando que en unas cuantas semanas más tendré que regresar a ver al arquitecto Velásquez, que debería de buscar trabajo en vacaciones y no pasarlas viendo televisión todo el día, que ya es hora de que aprenda a manejar programas de diseño en tres dimensiones y que todavía me quedan dos años de estudio… Quería robarme el caballo y no tener que regresar. Me acordé de la casita en la que pasaba mis vacaciones de la escuela y se me hizo tan paradisíaca. Tan lejana de esa competencia que nunca termina, de la sensación que tengo 21 años y soy un fracaso por que no he escrito un libro, no he compuesto una ópera o no he montado una exposición. Cultivar, criar animales, levantarme al amanecer y dormirme a las 6 de la tarde: podría ser una versión contemporánea de Henry David Thoreau y escribir también sobre peleas entre hormigas rojas y hormigas negras.
Me olvidé que por muchos años traté de convencer a mi abuela que ser ama de casa es un destino cruel e insatisfactorio para una mujer con su talento, sobretodo por que los hijos son ingratos y no aprecian el sacrificio. Juticalpa me parecía asfixiante por que todos los vecinos se sabían tu vida y fuera de las actividades religiosas no había nada que hacer. No entendía cómo es que se podía querer tan poco de la vida, conformarse con las mismas caras todos los días, la misma rutina que no conduce a nada. Pero despojemos de la ambición a semejante planteamiento: sin ella no es tan difícil vivir de esa forma. Si me doy cuenta de que todo este tiempo he reaccionado basándome en la programación “debes tener más que tus padres”, y decido que lo que ellos tuvieron era valioso y digno de rescatarse, es muy probable que pueda escapar del torbellino que me atormenta. Después de todo, no es sano vivir comparándose con los demás por que cada quien tiene un camino distinto, etc.
Perfecto, termino la carrera y me largo a un pueblo recóndito para empezar una nueva vida. Casi estoy a punto de anunciarle a mi padre mi resolución, cuando me da por preguntarle por qué ninguno de los hijos se quedó con la finca de mi abuelo, sino que la vendieron. Me explica que llegó un punto en que era insoportable. Por pura maldad, le mataban o robaban vacas, en la noche se robaban todo lo que estaba en periodo de cosecha, y tratar de encontrar culpables era meterse a rencillas que terminan generalmente con alguien en la cárcel o muerto. No valía la pena conservarla. Me explicó que los campesinos tienen sus propias neurosis y envidias que trasladan a las ciudades cuando emigran. Todo indica que no hay dónde esconderse, o que la voluntad para soportar las urbes se tiene, o no se tiene.
Regreso a mi casa justo cuando una de mis tías de Ceiba y sus dos hijos pequeños se fueron. Estuvieron de huéspedes los mismos días que yo me había ido, y durmieron en mi cuarto, donde mi hermano me cuenta fue el equivalente de un hotel cinco estrellas ocupado por Motley Crüe. Mis papás están peleados por que mi papá estaba enfermo y se sentía desplazado mientras mi mamá se ocupaba de sus invitados. Me envían a comprar comida en el mall donde no hay parqueo, pero cuando un señor de Quiznos me ve atorada por los paquetes de Wendy’s me ofrece una bolsa para cargar todo. No puedo evitar estar feliz de haber vuelto a mis dominios, aunque más adelante los odie y me quiera largar otra vez. Tal vez con buena compañía el campo sea un lugar ideal, así como en esa mala película de M. Night Shyamalan, sólo que yo me voy a encargar de que las criaturas del bosque sean más creíbles.
Él era el terreno menos fértil para un brote de buena suerte. No tenía la actitud mental positiva o abierta al cambio que se nos enseña en los cursos Dale Carnegie es esencial para alcanzar una meta. Estaba lejos de sentirse realizado en un trabajo que no exige creatividad, sino que todo lo contrario es monótono y sin posibilidades de expansión. Su casa sucia y su aspecto desordenado sólo reflejan su poco amor propio. Lo interesante es que no trata de huir de su realidad: decide explorarla y explotarla en bocetos que realzan el absurdo de la vida cotidiana, para luego dárselos a dibujantes que traduzcan su idea con sus propias imágenes. Sus libros se publican y se convierte en un autor de culto. Poco a poco las cosas mejoran. Una fanática de sus libros se pone en contacto con él: resulta que estaban hechos el uno para el otro. Lo invitan a presentarse en talk-shows, hacen una obra de teatro basada en su vida, luego esta película.
¿Cómo es posible que alguien como él sea exitoso? Tal vez sea el hecho de representar a miles de personas atrapadas en la vida del hombre trabajador que no ve en el día de mañana nada más que una copia del día de hoy, que es igual al de ayer. Ver impreso lo que te pasa todo el tiempo pueda que te dé una nueva perspectiva sobre el asunto, y te haga apreciarlo o estar agradecido. O te haga reír y sobrellevarlo. Quizá sea reconfortante que Pekar se mantuvo firme en sus convicciones, nunca trató de aparentar lo que no era, que no era mucho, pero fue suficiente para que le fuera bien.
Me gusta pensar que él es un buen ejemplo para los que somos hiper ambiciosos y buscamos validar nuestras existencias gracias a nuestros logros, para que tomemos todo con calma, vivamos en el hoy y que aceptemos las cosas por lo que son. Nunca un “hombre mediocre” me había hecho sentir tan inspirada por la vida.
He aprendido que en esas circunstancias lo mejor es quedarse callado. No le iba a responder que ella no es una gran autoridad moral en esos asuntos. Desde que yo estaba muy pequeña me ha tocado a mí ser la confidente de su relación neurótica con mi padre: cada vez que pelean, es conmigo con quien se queja y hace un gran drama, para luego después reconciliarse como si nada y dejarme a mí en una extraña posición en la que no logro unir la imagen del maligno de su esposo que ella me creó y la del papá que veo todos los días. Han habido muchas situaciones que ameritarían una separación definitiva, pero siempre se echan para atrás. Mi mamá entró a la universidad a los 16 años, a las 2 semanas conoció a mi padre, anduvieron por ocho años, se casaron y tres años después nací yo. A pesar de que su relación siempre fue tormentosa y que estudiaron carreras distintas que no les dejaba verse seguido, nunca tuvieron otros noviazgos, así que no saben que es estar con otra persona. Cuando pasaron esos grandes conflictos ninguno de ellos tuvo el valor de enfrentar una nueva vida sin el otro, de trazar límites para lo que iban a ser capaces de aguantar y de seguir adelante. Por no tener que pasar la difícil -pero temporal- transición de verse súbitamente en un estado de soledad han preferido conformarse y continuar juntos. Probablemente les esperaban a ambos mejores personas con quienes fueran más compatibles y llegaran a ser exageradamente felices, pero jamás lo van a saber. Pero mi madre no soporta los desahogos de su amiga, que necesita depurar la tristeza para darse cuenta que es mejor dejar ir cuanto antes a toda la gente que te hace daño y no te merece.
Me pongo a pensar en que probablemente su amiga está atrapada en su depresión, y no quiere salir de ella. Tal vez mi madre la haya escuchado, la haya aconsejado, recomendado libros, terapias, lo que sea, pero nada parece servir. Y su impotencia la hace sentir culpable por un rato, pero tarde o temprano se enfrenta con la realidad de que su amiga está allí por que quiere, huye de sus responsabilidad y elige victimizarse. De allí su impaciencia.
La vida en general parece una carnicería desalmada donde cada quien trata de salvar su propio pellejo, y uno cree encontrar refugio en las amistades, los noviazgos o los matrimonios. Yo quiero tener fe en las personas, y creer que uno puede encontrar gente que te quiera a pesar de tus defectos y los errores que cometas. Que van a estar allí en cualquier situación. Pero hay lecciones que uno no aprende a menos que esté por su cuenta y sólo uno elige cómo y cuándo se va a seguir adelante. La experiencia me dice que, al final, todos estamos solos. Me despojo de la experiencia por que tengo 21 años y quiero sentir que todavía me quedan cosas nuevas por descubrir. Sin embargo, la lección con la advertencia que viene con ella, flotarán a mi alrededor por si alguna vez es necesario recordarlas.
Una canción:
http://www.4shared.com/file/7858886/20e15ade/bongo_christmas.html
La etiqueta a la hora de abrir regalos según Hoops and Yoyo:
Y cómics:
http://www.nytimes.com/2006/12/24/magazine/24princess.t.html?ex=1167627600&en=e69e366055672d54&ei=5070
En su mejor imitación de Rachael Ray, Yanis exclamaba "oh my gravy!" mientras preparaba la carne. Prometeo y Bob a.k.a. Mafer y Herminio, descifraban los misterios ancestrales de encender el carbón.Tuvimos a nuestro propio Santa: Moisés.
Por supuesto, Terencio estuvo presente.
Una update con Berth. Todas las niñas reunidas: a la izquierda están Deysi y su hermana Ivania.
Y mis cinco personas favoritas en el planeta: los aleros!
http://www.nbc.com/Saturday_Night_Live/videos/
Your Brain's Pattern |
Your mind is a multi dimensional wonderland, with many layers. You're the type that always has multiple streams of though going. And you can keep these thoughts going at any time. You're very likely to be engaged in deep thought - and deep conversation. |
Your Hidden Talent |
You Belong in Paris |
You enjoy all that life has to offer, and you can appreciate the fine tastes and sites of Paris. You're the perfect person to wander the streets of Paris aimlessly, enjoying architecture and a crepe. |
You Are Lisa Simpson |
A total child prodigy and super genius, you have the mind for world domination. But you prefer world peace, Buddhism, and tofu dogs. You will be remembered for: all your academic accomplishments Your life philosophy: "I refuse to believe that everybody refuses to believe the truth" |
Your Taste in Music: |
80's Alternative: High Influence 90's Alternative: High Influence 90's Pop: Medium Influence Progressive Rock: Medium Influence 90's Rock: Low Influence |
Your Russian Name Is... |
You Are Miss Piggy |
A total princess and diva, you're totally in charge - even if people don't know it. You want to be loved, adored, and worshiped. And you won't settle for anything less. You're going to be a total star, and you won't let any of the "little people" get in your way. Just remember, piggy, never eat more than you can lift! |
Your Birthdate: June 20 |
You are a virtual roller coaster of emotions, and most people enjoy the ride. Your mood tends to set the tone of the room, and when you're happy, this is a good thing. When you get in a dark mood, watch out - it's very hard to get you out of it. It's sometimes hard for you to cheer up, and your gloom can be contagious. Your strength: Your warm heart Your weakness: Trouble controlling your emotions Your power color: Black Your power symbol: Musical note Your power month: February |
Ya había ido en varias ocasiones, pero mis estadías son tan cortas que no puedo decir que conozco bien. No logro aprehender el concepto de una ciudad plana. Mi mente de capitalina acostumbrada a las pendientes exageradas no concibe eso como una posibilidad de vida. No hay jerarquía en las colonias y me siento estafada cada vez que me subo a un taxi por que siento que las distancias son cortas. Por una vez que tengo la oportunidad de experimentar el modelo de ciudad cuadriculada que tanto he tenido que estudiar y me parece bizarro.
Adquirí tanta sabiduría consumista en estos dos días que ahora soy capaz de transmitir todo ese conocimiento. Está lo elemental: usar zapatos cómodos, ropa que no de la impresión que estabas necesitada de ropa nueva, una cartera que llame la atención de forma que no la dejes olvidada en los vestidores… Conocimiento básico de cualquier amateur. Pero por las malas aprendí que no se debe estar despierto toda la noche antes de una sesión de “retail-therapy”. Dormir en un bus no es descanso, y hay ciertos milagros que ni el café puede lograr. A eso atribuyo que recorrí miles de tiendas antes de poder ver algo remotamente usable.
El City Mall plantea sus propios misterios de la humanidad: ¿Cómo es posible que en tantas tiendas sólo existe la misma ropa? Es atroz. Todo es brillante, con puntos, con encaje, con estampados dorados o plateados, o parece salido de una escena de “Fame”. Si no puedes vencerlos… terminas cediendo un poco de tu rechazo visceral hacia la ropa ochentera. Los próximos seis meses voy a parecer salida de alguna prisión del viejo oeste por tantas rayas, pero ni modo: fue lo mejor que pude hacer.
El poco entrenamiento en pesas que dejé de recibir hace dos meses me preparó psicológicamente para cargar tantas bolsas, aunque no pude evitar el dolor punzante de piernas. Fue tan divertido que entraba a ciertos lugares sólo a sentarme por un rato antes de seguir. A falta de mi acompañante usual de compras, tenía que salir a modelarle a mi madre. Por que estoy metida en ese metro cuadrado de espejos y soy incapaz de ser objetiva. Y mi madre puede ser brutalmente honesta, lo que es perfecto para el estado de entumecimiento que se vive en esos momentos.
El clímax perfecto de una tarde de compras es una cena de comida griega y disimular ante los demás que el trago interminable que te tomaste afectó tu juicio. Me dormí viendo tele: viva el cable san pedrano que tiene VH1. Desgraciadamente mi madre ronca tan fuerte que a pesar de yo estaba desvelada, alcoholizada y exhausta, no pude evitar despertarme. Y hasta los viajes perfectos tienen a predicadores con parlantes en el parque frente al hotel. Por lo demás todo estuvo impecable.
Sé que es un manifiesto feminista: una mujer aparentemente independiente, talentosa, inteligente, que no cae en los juegos de seducción vulgares y corrientes. Pero todo viene con un precio, y una neurosis extrema es el suyo. Me fascinó una declaración de la autora del libro, Elfriede Jelinek, que dice que no se le tolera haber eliminado de su personaje todo aquello que consideramos femenino: el instinto maternal, la piedad… Como si lo único que ella tuviera derecho a escribir son poesías adorables y felices. Pues ella violenta ese derecho, y encima de eso hace que su personaje, Erika violente el derecho masculino a ver. Las mujeres sólo se muestran, es su turno de ver.
También está la metáfora de “una Austria ahogada por sus tradiciones musicales”.
Lo obsceno de la llamada alta cultura.
La ambición y la represión maternal.
Las manifestaciones extremas del sufrimiento, sin centrarse en las causas.
Me da miedo el sólo hecho de preguntarme si yo tendré perturbaciones tan extremas y no esté consciente de ellas. El otro día, revisando mis cajas de recuerdos, encontré una nota de suicidio que escribí a los 15 años, sin fecha, para poder ser usada en cualquier momento. La nota decía que estaba completamente asqueada de en lo que ellos (¿Mis padres? ¿La sociedad? A estas alturas no tengo idea) habían convertido la vida.
Supuestamente es en el sexo en que las personas se muestran tal y como realmente son.
5- Normancito (no hay foto, lo siento)
La cocina es uno de esos enigmas milenarios para mí, y mis gustos a la hora de comer son muy extraños. Por eso admiro tanto a un hombre capaz de tragar el corazón crudo de una cobra, o las entrañas de una foca, o la mitad de las comidas asquerosas y repulsivas que él debe engullir cada semana. No esperaría una mente tan abierta, o los buenos modales que él tiene, de un neoyorquino, aunque su cinismo y sarcasmo son exquisitos también. Cuando supe que iban a abrir un museo de Abba en Suecia sólo me acordé de él destrozando con un hacha discos de ese fatídico grupo en su país de origen.
3- Hugh Laurie
http://www.youtube.com/watch?v=zQk8VdTpab0
En “House” él es amargado y fármaco dependiente. Tantos problemas psicológicos provocan unas ganas terribles de abrazarlo. Lo bueno es que fuera de ese programa Hugh Laurie es un tipo divertidísimo, un actor tan bueno que da miedo, sabe tocar piano y guitarra y hasta escribió una novela. Casi me da un infarto de la risa cuando se vistió de mujer de un ghetto para “Saturday Night Live”.
2-Yanis (nos querrá donar una foto?)
Es algo muy peculiar cuando tu mejor amigo está en tu lista de los hombres más sexys del año. Pero es inevitable: el tipo es una calculadora andante; mira CNN por que de verdad le gusta (y no por que le gusta el presentador hindú como a otras personas). Siempre me ha maravillado el hecho de que sea tan inteligente y tan talentoso pero que nunca se le sube a la cabeza y es el único ser humano capaz de sentarme a escuchar a Therion (que por mucho tiempo para mí sólo entraba en la categoría de “ruidaje”).
1- Ole Scheeren
Me pregunto qué va a opinar Rem Koolhaas cuando se dé cuenta que la verdadera razón por la que quiero trabajar con él es por que uno de los socios de su firma es el segundo arquitecto guapo que he visto en mi vida (el primero que vi es el hijo de un arquitecto famoso aquí en Honduras). Aunque ustedes no lo crean, en mi noble oficio abundan los feos. Ha de ser tanto desvelo, tan poco tiempo de hacerse un corte de pelo o un facial. Ole Scheeren es hijo de un arquitecto, y aunque quiso rebelarse en contra de su destino en su juventud, un día vio una exposición del que habría de ser su futuro jefe y luego socio, y supo que eso era a lo que él debería dedicarse. Diseñó los edificios más famosos de Prada. Es en definitiva, el hombre perfecto.
Subimos y bajamos la cuesta del cerro que lleva a mi casa, para irnos a la universidad. Ya he terminado con mis otras clases, sólo me queda pendiente Instalaciones Eléctricas, que es con el único profesor amable y humilde de todo mi semestre. Es tan amable que, a pesar de que ya terminó con el contenido, todos estuvimos de acuerdo en sacrificar la tarde del lunes para que nos dé una clase extra, y es tan humilde que pidió que lo evaluáramos de forma anónima, dándole un puntaje del 1 al 10. Ninguna de esas gallinas con delirios de grandeza de arquitectos pediría jamás una evaluación por parte de sus alumnos. No les gustaría saber lo que uno piensa de ellos. Regresé a mi casa con Deysi por que teníamos que trabajar en un proyecto de la clase y tomamos como rehén a Yanis. Terminamos justo a tiempo para que pudiera irme a cenar con mi familia, para celebrar el cumpleaños de mi hermano.
Tengo que explicar algo aquí: las cenas de cumpleaños son de las pocas tradiciones de la familia García. Son de los pocos días que uno abraza a otro familiar (la expresividad no es precisamente nuestro fuerte). La dinámica de esas cenas siempre es algo extraña: como mi papá es de Olancho, somos unos adictos crónicos a la carne, pero no a cualquier carne. Los estándares de calidad son exageradísimos, y rara vez hemos salido satisfechos de un restaurante. Siempre entramos mentalizados a que se nos va a decepcionar, especialmente los adultos. Para mi hermano y para mí era divertido el simple hecho de salir. En años pasados hemos tenido escenas terribles donde uno de mis papás se enoja, deja el plato a medio probar y el resto salimos apenados por los reclamos que le mandaron al cocinero. Por lo que hemos expandido horizontes en otro tipo de lugares. Pues hoy decidimos ir al restaurante de comida mexicana del mall a medio terminar, cerca de mi casa. Yo iba con mi camisa nueva, así que me sentía la mujer más hermosa del planeta, pero todos los demás iban con sus nubecitas negras sobre la cabeza. Mi madre por que acababa de salir de 3 horas de atender en el hospital; mi padre por que está supervisando la puesta de cerámica en la entrada de la casa (y es un joder para todos), y mi hermano por que tiene exámenes estos días, no le entusiasma cumplir años y por que renunció a su dinero de regalo en un extraño auto castigo por haber chocado el carro hace unas semanas. El mesero era lento, la comida estaba desastrosa, volvemos a que la expresividad no es una virtud en mi clan… Pero yo me reía de toda esa escena. No hay mejor escudo en contra del mundo real que estar feliz. De nuevo, no indago en si es por una razón, por una decisión o por casualidad. Es posible que sea mejor no saber: tal vez arruinaría el hechizo dándome cuenta. En mi cabeza sólo desfilaba la frase mágica: “I know nobody can’t do me no harm because…”
El segundo gran error de mi día fue definirme a mí misma a través de las personas y los eventos externos. Mientras esté ocupada o acompañada todo está bien. Pero termino las clases, los demás siguen adelante con sus vidas y de repente me siento sola y extraviada. Veo la miserable Navidad que se acerca y me sofoca el sólo imaginarme el 24 de diciembre, sin nada que hacer, y sin razones para estar emocionada: ni regalos, ni la exquisita falacia de Santa Claus. Crecer es malo para la salud. Y ni siquiera quiero comparar lo que se avecina con las navidades anteriores.
Estos días así son espantosos: siento que destilo veneno por cada poro, y que no puedo hacer nada para evitarlo. La única solución que se me ocurre es aislarme hasta que se me pase, pero no es de extrañar que no resulte de mucha ayuda.
Recordé lo exquisito que es vagar solitariamente por la ciudad. Sylvia Plath y un mocaccino me esperaban en Metromedia, y me quedé por mil horas viendo otros libros, hasta que me acordé que mi madre me encargó de apagar una sopa en la casa. Sólo el terror a los incendios me hizo regresar. El resto de mi día va a transcurrir buscando un nuevo gimnasio con Herminio, tratando de salvar a mi computadora de los infernales pop-ups y dándome ánimos para que algún día de esta semana ordene el chiquero que tengo de cuarto.
Simone dice que de los días alegres no hay mucho que contar, pero yo siempre he rogado que eso no sea cierto. Que yo no resulte ser una simple narradora de desgracias. Hoy caminaba a mi clase sintiéndome muy satisfecha de dónde estoy. No quiero pensar en si esto va a durar, o ni siquiera en las razones por lo que todo está funcionando. Entiendo que todo se sigue moviendo, con o sin mi consentimiento, y que sólo me queda adaptarme a ello. Sólo tengo este momento y está muy bien, estoy contenta con él.
Por que tú eres el que tiene mayor movilidad de los dos te creas la falsa ilusión de que tienes el control. Pero en realidad ella te maneja a su gusto. Te tiene comiendo de su palma, pues tu proyecto, tu nota, el esfuerzo que has estado haciendo los últimos cuatro meses dependen de ella. Ni modo, recurres al ya popular “finge que sabes lo que estás haciendo”. Pones algo de música, la iluminación correcta, tratas de alcanzarla con un banco decente y empiezas. No olvides cerrar la puerta y desconectar el teléfono. No quieres interrupciones, y sería muy vergonzoso que alguien entrara y te viera en alguna de las miles de posiciones que debes adoptar para conseguir lo que quieres.
Esta mesa en particular es única; tiene muchos años más de experiencia que tú, y no siente ningún remordimiento en recordártelo constantemente. Muchos han tratado de domesticarla, infructuosamente, y por eso tuviste que rescatarla del olvido en la bodega sucia donde hibernó por muchos años. Gracias a ella, descubres que dibujar correctamente sólo puede ser realizado en la privacidad de tu cuarto. En la universidad es demasiado complicado. Las mesas de la Hemeroteca no son de dibujo, y aunque el silencio sepulcral de la sala permite conectarte un poquito mejor con ellas, ellas se esfuerzan, pero no lo logran: no está en su naturaleza.
Así que te resignas. Y te encierras con ella por semanas y semanas, por miles de horas seguidas, esperando alguna señal que te indique que lo está pasando casi tan bien como tú. Pero ella disfruta viéndote sufrir, y tú continúas como si nada, cantando en tu cabeza: “I will turn your face to alabaster, when you find your servant is your master… and you’ll be wrapped around my finger”.
Damien Rice y yo deberíamos de ir a terapia juntos.
-- Amy Carter, (President Jimmy Carter's daughter) when asked by a reporter if she had any message for the children of America
La obra maestra de dos terroristas malévolos:
Fue un extraño comienzo cuando el arq. García Casanova se desmayó en clase. Él es una especie de celebridad en nuestra facultad por que sus diseños son exóticos, puntiagudos, coloridos, una especie de deconstructivismo tropical. Eso no siempre es muy económico o funcional, pero sus proyectos son tan increíbles que a nadie le importa. También es famoso por sus atuendos extravagantes y su visión del mundo que resalta entre una manada de arquitectos genéricos. Colapsó inexplicablemente mientras revisaba a sus alumnos de Diseño. Los otros profesores entraron en pánico, un alumno le dio primeros auxilios y otra llamó a la ambulancia. Cuando recobró la conciencia el arquitecto no quería que avisaran a su familia. Igual les avisaron y se lo llevaron al hospital, dejándonos en shock a todos. Pero nadie aprende en pellejo ajeno, y no me creo el discurso de nuestro profesor de Diseño que supuestamente sintió el acontecimiento como una señal de lo que le podría pasar si no baja el ritmo, si no mejora su carácter voluble.
Esa tarde me tocó llegar a mi casa a recibir a la muchacha que iba a limpiar la casa, a Deysi y a Raúl para trabajar en nuestra maqueta de Instalaciones, y a las dos Ginas y a Luis que querían estar cerca de Raúl mientras trabajaban en su maqueta de Instalaciones. (Me vengué de las Ginas por su música desastrosa que tuve que soportar en el viaje a Guatemala, poniéndoles la selección más aburrida de Tori Amos jamás concebida por el Hombre.) La maqueta es para demostrar el funcionamiento de un circuito eléctrico. Como no se hace examen para esa clase, nadie estudia la teoría, entonces nadie sabía lo que estaba haciendo. De allí la necesidad de Raúl que está en Ing. Eléctrica. Con Deysi teníamos que hacer un circuito normalmente abierto, e íbamos a poner un timbre, un elevador y una persiana en un corte que mostrara la esquina de una casa donde las gradas envolvían al elevador. Dejamos de trabajar a las 7 de la noche, con mucho por hacer todavía, pero tenía una misión más importante aún. Al día siguiente era el cumpleaños de Maria Fernanda, y con Yanis le íbamos a hacer una pancarta toda cursi para felicitarla, y la íbamos a colgar en la única entrada del edificio donde ella lleva clases. Con unos colores todos chillantes, su nombre pintado en rosado, escarcha dorada y el mensaje “Happy B-day Mafer!” sólo la colgamos el sábado en la mañana y huimos de la escena del crimen.
Teníamos examen en unas cinco horas, y como casi no habíamos estudiado, nos fuimos a recluir a un Espresso a jugar “Jeopardy Principios de Economía”. Repasamos después con unos exámenes viejos y aún así nos tostaron. Empezamos tarde por que nuestra profesora no se aparecía. Un examen todo confuso donde en las selecciones múltiples no estaba la respuesta correcta, los términos pareados parecían una prueba psicológica de las que nunca te sacudes la sensación que te están tomando el pelo, y no teníamos a nadie para despejar dudas. La licenciada llegó hasta que todos estábamos saliendo, vestida con un atuendo todo deportivo, me pregunto si a propósito.
Inmediatamente después: siete horas continuas de tratar que funcione correctamente el miserable elevador. Lo peor es que lo eléctrico funcionaba a la perfección, fue la maqueta en sí lo detestable. Que el nylon no se enrolla en el carrete, que el hilo se traba entre el eje y el fomy al lado del eje… Eso sí: descubrí que tengo habilidades naturales con la pistola de soldar y el estaño. Pero me perdí la mayor parte del cumpleaños de Mafer: hicieron sushi en casa de Yanis, y llegué tardísimo con unas ganas terribles de un trago. No contaba que con dos vasos extra largos de un ponche sospechoso, y una cerveza de camionero iba a terminar fumando puros con Moisés en la terraza, en vez de jugar póquer con toda la mara. Terminé mi noche vomitando el sushi en mi casa, y hoy me siento mareada, incapaz siquiera de pensar en comer, y con trabajo de Diseño pendiente para mañana. Just shoot me please.
2) Mi madre está de viaje
3) Estoy disfrutando mis aventuras como diva doméstica
Primera:
Mi madre está de viaje, y para llenar el vacío que provoca su ausencia vuelco toda la atención que normalmente le destino a ella, hacia el individuo en cuestión. De alguna extraña forma, las hormonas y la evolución de las especies activan en mí el circuito del Matriarcado y me veo como una potencial jefa de hogar (¿!?) por lo que siento una extraña urgencia por regar plantas y lavar ropa. (En una gran ironía cósmica, en cuanto termino estas dos actividades empieza a llover.)
Segunda:
El arquitecto Velásquez recomienda que no empecemos a trabajar en Diseño si tenemos cosas pendientes. La idea es concentrarse, estar en calma y sin distracciones. Como un método terapéutico despejo mi mente a través de la limpieza del hogar, una salida oportuna del estrés, puesto que la ausencia de mi madre deja un puesto vacante en ese oficio. Que me guste alguien es un evento aislado y sin conexión con el presente dilema.
Tercera:
La conciencia de que el viaje de mi madre es temporal y de corta duración me permite disfrutar de actividades que, de lo contrario, no realizo sino bajo presiones externas y situaciones apremiantes. Cuidar de mi casa sirve para hacerme sentir que ella está aquí por que todo está ordenado. Es también una especie de tributo a estas tareas que nadie le reconoce o agradece. Pero como el quehacer doméstico requiere tan poca energía y no provoca desgaste intelectual… menos mal que me gusta alguien con quien puedo desahogarme.
No debería de estar escribiendo. Pero no soporto estar plantada frente a la estufa sin hacer nada. Regreso de darle vuelta a las costillas. Se quemaron de un lado, pero considero que es mejor que estén sobre-fritas que sangrando. He escuchado tantos relatos de locura a causa de la triquina que tengo que tomar medidas al respecto. Ya sé que para eso el cerdo tiene que estar contaminado desde antes, pero no importa. No me voy a correr ningún riesgo.
Mi hermano ya hizo el jugo, y hay una ensalada de hace varios días. Y tiene que desaparecer. Tengo hasta un episodio de (…) grabado para verlo mientras como. Acabo de regar plantas, el pececito que se resiste a morir desayuna al mismo tiempo que yo, después de comer voy a arreglar mi cuarto y tal vez tenga ánimos de recoger la basura de la casa. Vamos a pensarlo. Mis habilidades organizativas al servicio de los quehaceres domésticos.
(Pausa para revisar el puerquito)
Toda la cocina está salpicada de grasa. Y la palabra “tostado” ha tomado una nueva dimensión para mí. Le bajo a la temperatura mientras ruego que se termine de cocer.
Mi papá cometió el atroz error de hacer un chiste en el que insinuaba que era mi obligación cocinarle mientras mi madre estaba fuera. No me pregunten dónde está almorzando en este momento. Es un niño grande, debería de poder cuidarse solo.
La radio ahora sofoca el ruido de la carne friéndose. Me largo por que eso ha de significar que ya está listo.
Aparentemente no.
Le vuelvo a subir a la temperatura. (¡Las papas están frías!) Evalúo los peligros potenciales de comer en este estado en vez de esperar un rato más. Martha Stewart estaría tan avergonzada de mí.
Por suerte no hay nadie en mi casa que pueda presenciar este crimen.
Hasta el próximo episodio.
Hay gente que viene a este mundo sabiendo desde pequeños qué es lo que van a hacer el resto de sus vidas, tienen una vocación fija y nunca se cuestionan sobre la posibilidad de otros caminos. Hubiera dado lo que fuera por ser así. No sé si será un asunto de temperamento, signo astrológico, herencia o ambiente, pero yo soy de obsesiones a corto plazo. Me entusiasmo con algo. Creo que es mi camino. Aprendo a desempeñarme en ello. Ser lo mejor que pueda ser. Me aburro y paso a lo siguiente. Me pasó con la escritura, la pintura, la guitarra, con miles de deportes… En el colegio nunca me pregunté a qué me iba a dedicar para ganarme la vida. Traté de vivir con el motto “Carpe Diem” mientras pudiera, y creí que algo se iba a aparecer mágicamente. A lo mucho decía que iba a estudiar Literatura en Francia por que creía que las universidades en Honduras eran lo peor del Universo. Sobretodo la Autónoma.
Todo fluyó tranquilamente hasta último año en que se desmoronó todo. La gran crisis de tener que decidir con 17 años de estar encerrada entre tu casa y la escuela, qué vas a hacer por los siglos de los siglos. En mi colegio estaba la opción de hacer el bachillerato francés por correspondencia (dura dos años después de graduarte del sistema hondureño, antes no habían maestros, estudias por tu cuenta, y te preparas para exámenes en El Salvador que se hacen una vez al año). De repente no sabía qué quería estudiar. No hay nada mejor que la perspectiva del “mundo real” para hacerte sentir que estás escogiendo mal. Miraba las huelgas de los maestros de educación pública y me imaginé el futuro sombrío que me esperaba si optaba por una carrera a la que sólo podía dedicarme a enseñar. Decido hacer el bac científico. Me gradúo del colegio, tranquilamente. En la ceremonia, cuando me tocó caminar hacia el estrado con mis papás, la anfitriona dijo que tenía planes de estudiar arquitectura. Tenía que decir cualquier cosa. Sabía que no quería aguantar pacientes como mi mamá y no quería trabajar con puentes y calles como mi papá. En esa época pintaba y quería una buena excusa para que me dejaran seguirlo haciendo en paz.
Empecé la universidad, sólo para ver cómo era, con la clase de Español y Matemáticas. Por dos meses que tuve vacaciones en el Liceo sólo a ellas me dediqué. Mi gran sorpresa fue que el profesor de Matemáticas resultó un geniecito inspirador, y a mí que nunca me había interesado su clase me terminó encantando. Empezó el bac y los pocos compañeros que tenía se estuvieron reuniendo en vacaciones para empezar a estudiar (exactamente qué es todavía uno de los misterios más grandes de mi vida) sin avisarnos a Bertha y a mí. Todos aspiraban a la única beca que había ofrecido la embajada de Francia, y de repente se convirtió en cada quien por su pellejo. Yo llegaba al colegio a las 9, después de la u, y ellos ya se habían ido a pedir ayuda a profesores antes de que Bertha y yo llegáramos. Yo no quería pasar por dos años presionada a competir con mis compañeros de toda la vida, por una beca que tal vez no conseguiría. Y si no la ganaba eran dos años desperdiciados en el colegio, mientras todos estaban en la u.
Me salí. Y entré al siguiente semestre a la facultad, sin saber lo que me esperaba. Nunca me había interesado la arquitectura. Tengo que confesar que no me empezó a gustar la carrera hasta el semestre pasado (y estoy en cuarto año). Llegué hasta aquí por inercia; por las físicas y las estructuras y por que todavía tenía acumulado ese sentimiento de omnipotencia de alguien graduado del Liceo que cree que la educación pública nacional es inferior. Claro que ya aterricé. Es inferior, y aún así me tengo que esforzar, no quiero empezar a concluir qué significa. No sé si estoy aquí por que este es mi camino. He logrado domesticar las dudas en cierta medida. Sé que no hay otro lugar donde quisiera estar por ahora. Y es lo mejor que he alcanzado en cuatro años.
Makes much more sense to live in the present tense."
· ...ya no te da pena babear en clase, sobre todo de cálculo estructural.
· ...sabes a qué sabe el UHU.
· ...el café y la coca-cola son herramientas, nunca caprichos.
· ...escuchas el himno nacional dos veces en la radio sin levantarte de tu silla.
· ...has dormido más de 20 horas seguidas en un fin de semana.
· ...el profesor de tu clase de las 7:00AM sabe que no cuenta contigo.
· ...tu hermano(a) cree que es hijo(a) único(a).
· ...has escuchado todos tus discos en menos de 48 horas.
· ...no eres visto en público sin ojeras.
· ...no eres visto en público.
· ...te has cortado el pelo y/o rasurado con un cutter. .
· ...pierdes tu cepillo de pelo por una semana y no te das cuenta.
· ...pierdes las llaves de tu casa por una semana y no te das cuenta.
· ...Tienes pesadillas en las que aparecen momentos flectores.
· ...cuando intentas comunicarte, emites un gemido contínuo y monótono.
· ...cuando alguien te habla en esa forma, le entiendes.
· ...has bailado "YMCA" con coreografía y todo a las tres de la mañana sin UNA gota de alcohol en tu organismo.
· ...tienes más fotografías de edificios que de gente.
· ...los estudiantes de medicina te parecen ociosos.
· ...has pensado en cambiar a medicina.
· ...has llevado a chica(o) a una cita romántica a un edificio en obra negra.
· ...sabes que unas "curvas francesas" no tienen nada de excitante.
· ...puedes vivir sin contacto humano, comida o luz solar, pero si se acaba la tinta del plotter... caos.
· ...a tus papás les da miedo usar las palabras "bonito" o "feo" enfrente de ti.
· ...compras revistas de $400 que NO has leido.
· ...llegas a un restaurante y pides una mesa orientada al poniente.
· ...cuando te prestan una pluma Bic, haces cara de fuchi.
· ... Cuando ves un chico/a dices...que lote tan "bien" urbanizado!!!!
· ... En las fotos de viajes nunca aparece la gente.
· ... Si tenías amigos, la mayoría de ellos ya no se acuerdan de ti y, los que se acuerdan, saben que no cuentan contigo.
· ...Vas a la universidad y ya nadie te conoce.
· -consideras a la ingeniería civil como "el mal camino"
· ... Ves puntos de fuga cuando paseas por la calle.
· -asocias "romántico" con aburrido y obsoleto
· -has convertido tu cuarto en la materialización del concepto de "caos ordenado" pues es un desastre sin pies ni cabeza, pero si alguien mueve un papelito de su lugar, estás perdido
· ...Algún profesor te ha preguntado: "Perdona, pero... ¿tu eres de este grupo? No me suenas...
1- Tengo 21 años y duermo con mi peluche. Lo tengo desde que estoy en quinto grado (desde los 11 años más o menos) se llama Tofi. Mi mamá nos regaló un peluche a mi hermano y a mí, pero sólo yo me quedé con la costumbre de dormir con él. Siempre que viajo me lo tengo que llevar, sino me siento desubicada. Ha ido a Copán, Ceiba, Olancho, San Pedro, pero para el congreso en Guatemala me dio pena llevarlo por los zoroilos de mis compañeros. Él es medio temperamental y no les hubiera aguantado ninguna indirecta.
2- Es muy conocido por todos que tengo una extraña fascinación por el pollo frito. Odio los mariscos, me encantan las carnes rojas, pero siempre tengo antojos de pollo frito. Es tan vulgar, lo reconozco, pero no puedo evitarlo. Uno de los mejores momentos que puede tener un día para mí es estar sola en mi casa, viendo un buen programa con comida de algún restaurante de especialización avícola, que no sea Popeye’s. Popeye’s sucks.
3- Duermo con tres colchas, pero sin calcetines. Soy el ser humano más friolento del mundo, la gran desventaja de ser flaquita. Tengo que tener las tres colchas ultra-gruesas, me pongo encima al perro gigantesco además de Tofi, otras tres almohadas, y hasta uso un suéter si es posible, pero no puedo tener calcetines. Me hacen sentirme restringida.
4- No me gusta repetir productos de belleza. Uso una única vez shampoos, cremas, astringentes, desodorantes, etc. En cuanto se acaban tengo que comprar uno diferente. Por muy bueno que sea el que haya terminado, siempre creo que existe otro mejor que no he descubierto aún. La fobia al compromiso tiene diferentes facetas.
5- Cuando estoy enferma veo mala televisión. Es la única ocasión en la que puedo ver cosas como “Friends” o “Dawson’s creek”. Si estoy demasiado adolorida como para cambiar el canal. La cuestión es que la disfruto en ese estado, pero al volver a mi estado natural no las soporto.
6- Tengo una retentiva musical impresionante. Sólo tengo que escuchar una vez una canción para que al sólo escuchar los primeros acordes la pueda identificar, aunque tenga miles de años de no haberla vuelto a oír. Me aprendo fácilmente las voces de los cantantes, y me acuerdo de miles de canciones de cualquier categoría, hasta de las que es vergonzoso confesar que me las se. Esto nos lleva al siguiente punto.
7- I am a closeted karaoke singer. Siempre que vamos a un karaoke, no sólo conozco las canciones de hierro que siempre ponen, además de los vejestorios que responsabilizo a mi padre por que él las pone en la casa. Confieso que siempre he querido cantar, a pesar de que no creo que los resultados sean impresionantes. Nunca lo he hecho por que no hay suficiente cantidad de alcohol en el planeta Tierra que me haga superar la pena de cantar frente a un público.
8- Mis relaciones bizarras con los libros. Nunca puedo leer un solo libro a la vez. Siempre leo tres o cuatro al mismo tiempo, por que me emociono rápidamente con uno, pero al tiempo aparece otro que tengo que leer con mayor urgencia. Soy una compradora compulsiva, me encanta tenerlos y no importa que no tenga tiempo, me consuela saber que están allí dispuestos para ser tomados en cualquier momento. Tengo que tener mucha confianza con alguien para que yo le preste un libro y es una ofensa mortal que me lo devuelvan en mal estado.
9- Me gusta inventar palabras o expresiones, además que me encantan las palabras que empiezan por z: zonzo, zoquete… de ellas deriva zoroilo. Casi me caigo de espalda cuando el profesor de laboratorio de Topografía dijo en clase una palabra de la que me adjudico los derechos de autor: pixin.
Fachada frontal:
Fachada lateral:
Perspectiva interior de la sala de videos, pink!!
Perspectiva interior del baño de hombres, cortesía del el-Yanis:
Y las fabulosas perspectivas exteriores. Maya rules, no tuve necesidad de hacer maqueta.
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