18 April 2006

the child is gone

Es increíble cómo el cambio es perceptible hasta que uno se encuentra en situaciones que antes te hubieran destrozado el alma y ahora eres capaz de decidir que debes trascenderlas. Cuando vi a mi primo pequeño me impactó tanto ver tanta alegría desenfrenada, sin limitantes auto impuestas, ni cargas absurdas atribuidas a las decisiones. Me pregunto cómo va a ser cuando tenga mi edad. Cuando tenga que aceptar y perdonar los errores de sus padres, cuando sostenga su vida en sus manos y sienta que tiene que hacer algo con ella y no dejarla escurrir sin dirección. Espero que esa alegría sea aún mayor, y que no desperdicie tiempo en creer que son cosas sin sentido lo que validan su existencia.

Hoy me devolvieron mi segundo examen de Estructuras y casi me muero cuando me vi como una más de la multitud de reprobados. Por alguna revelación divina, el ingeniero se compadeció de nosotros y nos puso un ejercicio y una composición “¿Qué fue lo más importante de Semana Santa”, para subirnos treinta puntos. Yo dije que iba a ser lo que fuera necesario para pasar esta clase, y si tengo que aceptar humildemente que mi examen andaba por la banana (ouch), rehacer el ejercicio y escribir un texto demasiado cursi para ser posteado en este blog, lo voy a hacer. No voy a tolerar más actitudes de mártir de mi parte. Esa ruleta emocional de estar bien si me va bien en las clases y desmoronarme cuando no es exasperante. Estoy cansada. Estoy aburrida. Necesito evolucionar.

1 comment

  1. Increíble... Lo mismo estaba pensando hoy en la universidad al ver a la compañera que se casó... Todo está cambindo a nuestro alrededor y nosotros también lo estamos haciendo... Pero a veces -yo, por lo menos- queremos quedarnos encerrados en algo que nos mantiene seguros... En mi caso no son las clases, sino que el cariño que tuve alguna vez por aquéllas que quise como amigas. Se siente bien sufrir... Pero ¿Qué tal si mejor avanzamos? Por esa misma razón decidí ya no sentirme afectada por ellas...

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