Hoy es el cumpleaños de una amiga, y nos invitó a Ruby’s a tomar un trago y a comer algo para celebrar. Pero yo no bebo desde hace mucho tiempo, y se me nota. Con un Mai-Tai y una Margarita ando desvariando. Es demasiada vergüenza. Sólo quería regresar a mi casa. Si hoy fuera un viernes, o un sábado, sin tareas para el domingo, no tendría ningún problema en anestesiarme un poco, pero hoy, un lunes, con clases mañana, siento que es demasiada perdición. Aún para mí. La decadencia iba a continuar en casa de esa amiga, pero con todo y mi náusea y mi verborrea desesperada, me di cuenta que no tengo ninguna razón para estar allí. No hay nadie a quien yo quiera ver o que me necesite en ese lugar. Mejor regreso al mundo normal, donde mi papá se burla un rato de mí por que me siente el aliento a alcohol, mientras yo le juro que sólo fue un trago; me duermo temprano y sigo con mi vida.
No Marcelita ¡Qué te pasa? Si perdes la práctica se te va la resistencia. Mis primeras semanas aquí me quedé dormido en más de una fiesta al tomarme unas cuantas cervezas, ahora ya la agarré de nuevo y como podrás ver o leer en mi blog I have my mojo back!
ReplyDeleteEs interesante la exploración de nuevas alternativas. Capaz y beber los lunes se vuelva una nueva tendencia, hahahahaha. Nah, mirá... creo que tu papa se dió cuenta porque vos querías que lo hiciera. Es decir, estabas tan preocupada por esconderlo, que relució más. Yo en lo personal no logré ver ningún indicio, pero recordemos que yo andaba tomado también, hahahhaha.
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